Conecta con nosotros

Noticias

Cuándo es mejor utilizar un PLC: Te ayudamos a resolver tus dudas

Publicado

el

PLC

En este artículo ya os explicamos qué es y cómo funciona exactamente un dispositivo PLC, y también vimos que son muy fáciles de utilizar, ya que no requieren de ningún tipo de configuración compleja. Por otro lado, también os hemos dicho en más de una ocasión que existen versiones que no están limitadas a cable, y que pueden trabajar también como repetidores Wi-Fi.

A estas alturas estoy convencido de que todos tendréis claro todo lo que hay detrás de un PLC, ¿pero sabéis cuándo son la mejor opción? Esta es una cuestión que sigue generando dudas, y es normal porque, al final, la diferencia de precio que puede haber entre un PLC y un repetidor no suele ser demasiado marcada. No obstante, si nos vamos a un PLC con funciones de repetidor Wi-Fi, esa diferencia de precio aumenta considerablemente.

Por ello, en este artículo solo me voy a centrar en valorar aquellos casos en los que deberíamos elegir, sí o sí, un PLC limitado a cable en vez de un repetidor Wi-Fi. Espero que, con todo lo que vamos a ver a continuación, podáis resolver vuestras dudas, y que os ayude a decidir qué opción es la mejor para vuestra situación actual. Sin más, vamos a ello.

Casos en los que acertarás con un PLC

PLC

El primer caso es uno de los más habituales: cuando tengas que recorrer una distancia considerable, ya sea en horizontal o en vertical (llevar tu conexión a Internet a un piso superior o inferior). En esta situación, un PLC sería la mejor opción porque no tendríamos que preocuparnos de los problemas clásicos que plantea, en ese escenario, un repetidor.

Basta con conectar el primer PLC al router y colocarlo en un enchufe. Después, solo tenemos que conectar el segundo PLC en la habituación a la que queremos llevar nuestra conexión a Internet. Si utilizamos un repetidor, es probable que sigamos teniendo problemas de alcance, y en muchos casos esta opción es directamente inviable, por la distancia y los obstáculos.

Y hablando de obstáculos, esto nos lleva al segundo caso en el que también será mejor optar por un PLC, cuando tengamos muchos muros, objetos y fuentes de interferencia que puedan afectar en gran medida a una conexión inalámbrica. Incluso aunque la distancia no sea demasiado grande, debemos recordar que un repetidor tendrá problemas con ciertos materiales de construcción, como el hormigón, las planchas metálicas y el pladur, y también con las fuentes de interferencias, como determinados electrodomésticos.

En esos casos, puede que una señal inalámbrica quede inutilizada en unos pocos metros, y por ello nuestra mejor opción sería recurrir a un dispositivo PLC, puesto que, al funcionar a través de la red eléctrica y de forma cableada, no sufrirá ninguno de esos problemas que hemos indicado.

Por último, tenemos un tercer caso que aplica de una manera más concreta, y que por tanto resulta menos habitual. También es mejor optar por un PLC cuando queramos conectar únicamente un dispositivo específico, y este necesite de una conexión lo más estable, y con la menor latencia, posible. Así, por ejemplo, si queremos conectar un PC o una videoconsola, ambos para jugar online, un PLC podría ser la mejor opción.

Contenido ofrecido por AVM FRITZ!

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído