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¿Es malo apagar el PC? ¿Debería dejarlo mejor en suspensión?

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Seguro que te lo has preguntado alguna vez, ¿hago mal al apagar el PC? La verdad es que esta pregunta lleva muchos años generando dudas a una gran cantidad de usuarios, y siempre que me la plantean me acuerdo del terror súbito que sentí cuando apagué mi primer PC sin esperar a que Windows 95 me mostrara el aviso de «ahora es seguro apagar su PC».

Qué puedo decir, ha llovido mucho desde entonces. Con el paso del tiempo, dejó de ser necesario apagar el equipo de forma manual, es decir, pulsando el botón después de ejecutar la acción correspondiente en el sistema operativo. También llegaron nuevas formas de utilizar el PC, como la suspensión y la hibernación, y estas hicieron que, al final, muchos acabáramos por no apagar el PC durante periodos de tiempo cada vez más largos.

Con este cambio de tendencia, fueron surgiendo muchas preguntas. Ya hemos citado una de ellas, si es malo apagar el PC, pero esta no es la única, también podríamos preguntarnos si es malo dejar el PC en modo suspensión durante mucho tiempo, o si es buena idea dejarlo encendido y con la pantalla apagada sin utilizar dicho modo. Es fácil pensar, de forma general, que dejar el PC encendido durante horas, sin hacer nada, no supone ningún problema, y dejarlo en suspensión tampoco, ¿pero realmente es así? Vamos a descubrirlo.

Este era el mensaje que mostraba Windows 95 para apagar el PC

Apagar el PC o dejarlo encendido: Vida útil y desgaste de componentes

Durante años hemos visto argumentos a favor y en contra de apagar el PC. Entre los argumentos más utilizados a favor destacan el supuesto desgaste que sufren los componentes con los procesos de apagado y encendido, algo que tiene cierto sentido, pero que para algunos expertos ha quedado «obsoleto», ya que su impacto sería nimio, al menos en equipos mínimamente actuales. Matizo esto porque, en teoría, los equipos más antiguos son los que más sufren con esos ciclos de encendido y de apagado.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que al dejar el equipo encendido se está generando también un desgaste aunque no le demos ningún tipo de uso. Muchos expertos han confirmado esta realidad, y es muy fácil de entender. Piensa en los componentes y periféricos que tienen fijada una vida útil que viene expresada en horas antes del fallo. Si dejas encendidos esos componentes, aunque no hagas nada con ellos, estos están funcionando y consumiendo horas de vida útil.

En este sentido, podemos poner muchos ejemplos, pero el monitor es uno de los más claros. Dejar el monitor encendido con una imagen fija genera un desgaste que, obviamente, puede reducir su ciclo de vida. Pero eso no es todo, también hay que tener en cuenta que esto puede producir problemas específicos en ciertos tipos de paneles, como persistencia de imágenes en paneles OLED (especialmente en modelos antiguos), y reducir la vida útil de los modelos LED. Del mismo modo, dejar el PC encendido implica que el sistema de refrigeración, y otros componentes, siguen trabajando, aunque sea con una carga mínima.

Cómo podemos apreciar, al final no es posible dar la victoria a una de esas dos opciones, ya que cada una tiene su lado negativo. Apagar el PC puede acelerar el desgaste de ciertos componentes, especialmente en el caso de configuraciones antiguas, pero dejarlo encendido también puede producir ese mismo efecto en determinados componentes y periféricos. No debemos olvidarnos de que, además, incluso el modo de suspensión representa un consumo de energía constante.

apagar o suspender un PC

Al grano, ¿qué debería hacer entonces?

La respuesta es que depende del uso que le vayas a dar al equipo. Si vas a utilizarlo durante todo el día, pero con pequeñas interrupciones que no durarán más de una o dos horas, lo ideal es que no lo apagues y que recurras al estado de suspensión. Bajo dicho estado, la memoria RAM sigue funcionando, así que podrás volver a utilizar el equipo casi de forma instantánea.

Por contra, si lo vas a utilizar por la mañana y no vas a volver a tocarlo hasta la tarde, o hasta la noche, la opción más interesante es la hibernación. Cuando la activamos, la memoria RAM se apaga por completo, y para compensar esto se realiza una copia en la unidad de almacenamiento con todas las claves del estado del PC cuando se inició dicho modo. Así, cuando volvamos a utilizar el equipo, este utilizará esa copia para arrancar en el mismo punto (mismos programas abiertos y demás) en el que lo dejamos. Os recuerdo que la hibernación no viene activada por defecto en Windows 10, y que para utilizarla debemos seguir estos pasos.

Tenemos una tercera opción. Si solo vas a utilizar el PC en un momento concreto del día, y ya no piensas volver a tocarlo hasta el día siguiente, o incluso hasta dentro de unos días, lo ideal es que lo apagues. Sé que muchos me diréis que no pasa nada por dejarlo en suspensión, que el consumo energético es mínimo, pero se produce ese desgaste del que os hablé anteriormente porque, al final, los componentes siguen funcionando, aunque sea a un nivel mínimo.

Por otro lado, no apagar el PC y mantenerlo en suspensión durante días puede acabar dando problemas graves, como pantallazos azules y corrupción de datos, ya que la memoria se encuentra en un estado de actividad mínima y reteniendo datos durante un tiempo demasiado prolongado, algo que no encaja con su modo de trabajo normal.

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