Si tu conexión a Internet no va como debería puede que el problema sea el router

Algunos de los problemas de conexión a Internet que sufrimos en nuestro día a día suelen tener su origen en nuestro proveedor, pero otros se origina en nuestro router. Este es un mal más común de lo que parece, y en líneas generales la única solución verdaderamente efectiva será cambiar el router por uno nuevo con un mayor nivel de prestaciones.

Es importante que tengáis en cuenta que un router no tiene que estar defectuoso para que se produzcan problemas de conexión a Internet. En muchos casos, los routers que nos dan las operadoras suelen ser modelos económicos de gama baja, o de gama baja-media, lo que significa que su nivel de prestaciones suele ser bastante limitado, y esto puede tener un impacto negativo en la experiencia de uso, sobre todo cuando hemos contratado un servicio de banda ancha a alta velocidad.

Precisamente este es uno de los casos más frecuentes que nos solemos encontrar en usuarios que se quejan de problemas con su conexión a Internet, que estos ha contratado una tarifa muy buena con un alto nivel de rendimiento, pero que el router que están utilizando no está a la altura de las circunstancias, y al final acaba lastrando la experiencia de uso.

Tres problemas con tu conexión a Internet que indican que deberías cambiar el router

1. Baja velocidad, apreciable sobre todo cuando nos conectamos vía Wi-Fi. Es uno de los indicadores más claros, y también es uno de los que más debemos tener en cuenta, ya que este nos impedirá disfrutar de esa conexión que estamos pagando mes a mes. Imagina, por ejemplo, que tienes una tarifa de 900 Mbps simétricos, y que cuando te conectas por Wi-Fi a una distancia media del router, sin muchos obstáculos, solo te llega una velocidad media de 30 Mbps. En este caso tienes un problema muy grande con el router, su nivel de prestaciones tanto en alcance como en velocidad es insuficiente, y te está impidiendo aprovechar de verdad tu conexión a Internet.
2. Desconexiones y caídas frecuentes que se reducen al tener solo uno o dos dispositivos conectados. Este es otro problema muy frecuente que señala directamente al router, y que indica que este no es capaz de trabajar bien en entornos donde hay un uso simultáneo de más de dos dispositivos conectados vía Wi-Fi. Los routers más modernos están preparados para trabajar de forma óptima con numerosos dispositivos conectados al mismo tiempo y de forma inalámbrica, y aquellos que son compatibles con Wi-Fi 6 lo hacen de una forma más segura y eficiente.
3. Zonas muertas y problemas de alcance incluso en lugares cercanos. Este es otro problema habitual que presentan los routers de muchas operadoras, y la mejor solución en estos casos no es tirar de repetidores Wi-Fi, sino cambiar directamente el router. La razón es muy sencilla, cuando tenemos problemas para llegar a zonas cercanas es porque la señal del router es muy pobre, y esto puede acabar lastrando incluso el rendimiento de un repetidor Wi-Fi porque si la señal de origen es mala la señal repetida no podrá ser buena.

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