La misión rusa LUNA-25 acaba en desastre

LUNA-25, la primera misión lunar de Rusia en casi 50 años, ha acabado prematuramente cuando la nave se ha estrellado contra la superficie de nuestro satélite. Decir que no se han tenido que lamentar vidas personales ya que no era una misión tripulada.

La corporación espacial estatal de Rusia, Roskosmos, confirmó el accidente producido después que un fallo del propulsor impidiera que la nave (una sonda robótica) realizara las maniobras previstas para el aterrizaje y la llevó a una «órbita impredecible» para terminar chocando contra la superficie de la Luna.

LUNA-25 y la nueva carrera por la Luna

El polo sur de la Luna se ha convertido en el foco de la última carrera espacial en la que se han embarcado las potencias mundiales terráqueas. Y ahora hay más actores que en los años 60 cuando Estados Unidos y la Unión Soviética competían en plena guerra fría.

LUNA-25 era el proyecto ruso para llegar primero a la región polar, la primera misión lunar de Rusia en 47 años. La nave fue lanzada desde el cosmódromo de Vostochny el 10 de agosto a bordo de un cohete Soyuz 2.1b y debería haber alunizado ayer domingo. La misión contemplaba la exploración de los recursos naturales del área ya que se cree que contiene abundante agua congelada, lo que proporcionará a los astronautas un componente crítico de supervivencia y un ingrediente utilizado en la producción de combustible para cohetes a usar para futuras misiones a Marte y más allá.

Hay pelea por la recolección de recursos y el posicionamiento en el polo sur lunar. Y temor de que alguna potencia intente reclamar el territorio si es el primero en establecer una base en la región. De hacerlo, otras naciones podrían perder potencialmente la capacidad para desarrollar una presencia humana o acceder a los recursos críticos necesarios para una exploración espacial más avanzada.

El accidente de LUNA-25 puede permitir que India sea el primero que llegue al polo sur con la nave Chandrayaan-3. Es la tercera órbita lunar exitosa del país asiático y espera alunizar esta misma semana, el miércoles 23 de agosto.

Por su parte, Estados Unidos lidera la misión Artemis I, la primera de un programa internacional de exploración espacial tan ambicioso como costoso, cuyo objetivo final es establecer una presencia permanente en el satélite y servir como rampa de lanzamiento para la llegada de los seres humanos a Marte. Este proyecto es el más ambicioso y la NASA cuenta con socios como la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA), la Agencia Espacial Brasileña (AEB), la Agencia Espacial Australiana (ASA), y la Agencia Espacial Mexicana (AEM), además de involucrar también a compañías comerciales estadounidenses.

En cuanto a Rusia, el fiasco de LUNA-25 pone en duda la capacidad actual y futura del país en exploración espacial por la guerra de Putin contra Ucrania, la ingente cantidad de dinero gastado y las sanciones de Occidente. Los objetivos declarados de «confirmar que Rusia tiene capacidad para llevar cargas útiles a la Luna» no se ha conseguido y contrasta con la histórica misión Luna-2 de 1959.