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Google insiste: no des datos personales a Bard

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Google insiste: no des datos personales a Bard

Aunque tardó más de lo esperado en llegar, Bard ya ha estado disponible en nuestro país desde hace unos meses, tan pronto como Google se aseguró de que su esperado chatbot se adaptara adecuadamente a la normativa europea. Algo que, dado el formidable nivel de escrutinio al que son sometidas todas sus operaciones, me parece que fue lo más sensato, aunque retrasara su llegada al espacio común europeo alrededor de dos meses desde su gran despliegue de mayo.

Como he indicado, Google se aseguró de haber adaptado el servicio a la normativa de la Unión Europea, con unos ajustes centrados principalmente en la visibilidad de la información y de las funciones de privacidad y protección de datos. De este modo, contamos con información detallada de lo que ocurre con nuestros datos y las consultas que realizamos en el servicio, y también se nos informa sobre el control que podemos tener sobre dichos datos.

Un denominador común de los chatbots, no solo de Bard, es que nuestras consultas y las respuestas pueden ser empleadas por las empresas que los ofrecen, en este caso Google. La explicación de la razón suele ser un genérico «empleamos tus datos para mejorar el servicio», lo que puede implicar desde que sean empleados para reentrenar el modelo hasta analizados para detectar fallos en las respuestas, una información que puede ser empleada para intentar afinar el funcionamiento del modelo. Lo que sí que queda claro es, en todos los casos, que no debemos pensar que esa información se perderá como lágrimas en la lluvia una vez que demos por finalizada la conversación.

Parece, sin embargo, que pese a las advertencias aún hay muchos usuarios que no son conscientes de ello, y tanto es así que Google ha actualizado el centro de privacidad de Bard para recordar a los usuarios que no deben facilitar información personal al chatbot. En el mismo, y destacado en negrita, podemos encontrar lo siguiente:

«Please don’t enter confidential information in your Bard conversations or any data you wouldn’t want a reviewer to see or Google to use to improve our products, services, and machine-learning technologies

Es decir, que si introducimos información personal/privada, esta puede ser empleada para la ya citada mejora de la calidad del servicio, lo que implica que incluso puede ser vista por revisores humanos, que analizan algunas de las conversaciones. A este respecto, Google indica que toman medidas proactivas para proteger la privacidad de los usuarios pero, incluso con las mismas, cabe la posibilidad de que alguno de ellos acabe siendo visto por una persona o, lo que es peor, siendo ingerido por el modelo, que posteriormente podría llegar a reproducirlo. Es muy poco probable, sí, pero no imposible.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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