Conecta con nosotros

Noticias

Instruments of Destruction, el placer de romperlo todo

Publicado

el

Instruments of Destruction, el placer de romperlo todo

Me ha bastado con ver un vídeo y un par de imágenes de Instruments of Destruction para llegar a dos conclusiones. La primera es que nos encontramos ante una propuesta muy inteligente, pues apela a bajos instintos, a deseos que suelen permanecer ocultos tras las convenciones que nos permiten vivir en sociedad y evolucionar. Y la segunda conclusión es, por supuesto, que me gusta tanto que no tardaré en comprarlo y empezar a disfrutar de su propuesta.

Disponible en Steam, su nombre no deja demasiadas dudas al respecto, y tampoco juega al despiste. Intruments of Destruction pone en nuestras manos diversos tipos de vehículos que coinciden en su razón de ser: la destrucción, más concretamente la destrucción de edificios y estructuras, que pese a parecer bastante sólidas en su construcción, parecen responder como la mantequilla a un cuchillo caliente cuando decidimos hacer uso del equipamiento de cada uno de dichos vehículos.

Los juegos que ponen el foco en la destrucción y el caos no son algo nuevo, casi todo el mundo atesora, en su memoria, algún título en el que la principal premisa (o, al menos, la más divertida) era también la más destructiva. En mi caso, por ejemplo, al verlo me he acordado mucho de Destruction Derby, uno de los juegos más recordados de la primera generación de PlayStation (aunque también llegó a otras plataformas). Recuerdo que las primeras veces lo jugabas «a lo loco», lanzándote a por el resto de competidores en aquella arena salvaje. Sin embargo, con el tiempo empezabas a desarrollar ciertas técnicas, con las que revestías la destrucción de una pátina de estilo, e incluso de elegancia.

Instruments of Destruction, el placer de romperlo todo

Un aspecto muy interesante de Instruments of Destruction es que emplea un modelo físico realista, o al menos razonablemente realista, aunque claro, esto se traduce en un consumo de recursos un tanto más elevado de lo que cabría esperar inicialmente. Así, la configuración recomendada nos pide un mínimo de 16 gigabytes de RAM y una tarjeta gráfica con un mínimo de 4 gigabytes de VRAM, además de un procesador con un mínimo de 6 núcleos a 2,5 gigahercios o más.

El título cuenta con algo más de 50 misiones, cada una de las cuales tiene un vehículo específico para sembrar el caos, además de un epílogo compuesto de otras 25 misiones. No obstante, para quienes piensen que una trama argumental no encaja con lo que están buscando, también cuenta con un modo sandbox y un editor de vehículos, con los que podremos dar salida a nuestras ganas de destruir todo nuestra creatividad, aunque sea por la vía de la «destructividad».

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

Lo más leído