Análisis
Videocámara Kodak Zx1
Kodak ha diseñado su Zx1 como un dispositivo que da gusto llevar a todas partes. Compacta, resistente a golpes, polvo y suciedad y extremadamente fácil de usar graba vídeo a 720p y 60 frames. Perfecta para llevar de vacaciones. La Kodak Zx1 funciona con pilas recargables, cuenta con una pantalla LCD de 2 pulgadas y tiene una memoria interna de 128 megabytes y una ranura para tarjetas SD de hasta 32 Gbytes.
Kodak ha diseñado su Zx1 como un dispositivo que da gusto llevar a todas partes. Compacta, resistente a golpes, polvo y suciedad y extremadamente fácil de usar graba vídeo a 720p y 60 frames.
Hasta hace relativamente poco tiempo las videocámaras eran dispositivos caros, con poca autonomía y que nos obligaban a cargar con todo un surtido de accesorios para pasar nuestras creaciones al ordenador o verlas en el televisor. La llegada del almacenamiento en disco duro y memoria flash (junto al fugaz paso de algún soporte óptico como los mini DVD), unido a la miniaturización de muchos de sus componentes han conseguido que se conviertan en dispositivos más prácticos, económicos y versátiles.
Kodak ha querido dar un paso más y nos presenta un concepto intermedio entre una videocámara convencional y las funciones de vídeo de algunos teléfonos móviles. La hemos probado durante unos días en el laboratorio técnico de MuyComputer.
La Kodak Zx1 es capaz de grabar vídeos en alta definición (720p) hasta a 60 frames por segundo en formato panorámico. Esta cifra no debe llevarnos a engaño, los resultados estarán muy por debajo de una videocámara tradicional, debido principalmente al pequeño tamaño de su sensor (CMOS de tipo 1/4,5 pulg. y 1,6 megapíxeles reales) y de las limitaciones de una óptica diminuta.
No obstante el producto de Kodak juega en otra división, y está más orientado a usuarios que quieren grabar sus vídeos de la forma más sencilla posible y compartirlos en Internet (subir un video a YouTube es un juego de niños gracias al software incluido) o en una pantalla de televisión, gracias a sus salidas de video y HDMI.
Está más de moda que nunca compartir vídeo en la Red y nada mejor que un dispositivo como la Kodak Zx1 para crear de forma fácil vídeos perfectos para subir a Internet en pocos minutos.
El diseño de la Kodak Zx1 está muy cuidado con materiales resistentes (destaca la banda de goma que la protege de caídas) y un ensamblaje perfecto que la salvaguarda de las inclemencias del tiempo, polvo, arena,… (no en vano ha conseguido pasar los test de la norma IP43 que lo certifica). Metal pulido en el frontal, plásticos de buena calidad y las partes sensibles bien terminadas confirman el gran trabajo de Kodak en este punto.
La pantalla de dos pulgadas preside la parte frontal junto a botones sensibles al tacto para iniciar la grabación, pararla y controlar todo lo relativo a la reproducción de los vídeos. En uno de los laterales encontraremos puertos USB, HDMI y la salida de vídeo estándar.
La videocámara pesa más de lo que parece, debido en gran parte porque prescinde de la batería recargable y usa dos pilas AA estándar. Kodak incluye dos recargables y el cargador, así que para tener aún más autonomía sólo tenemos que comprar otro par y tenerlo cargado. Otra ventaja de prescindir de una batería "propietaria" es que podemos comprar pilas en cualquier lugar cuando estemos de viaje, en vacaciones… y seguir grabando sin problemas. Nos parece una buena solución para un producto de este tipo.
La Kodak Zx1 está disponible en cinco colores.
Aunque Kodak nos envió una tarjeta SDHC de 8 Gbytes para nuestras pruebas, la Kodak Zx1 no la incluye de serie. Dado el bajo precio de éstas nos parece un feo detalle no haber incluido alguna, aunque sea de baja capacidad, para permitir a los usuarios disfrutar de su gadget desde el primer momento. Tiene 128 megabytes de memoria interna y admite tarjetas de hasta 32 Gbytes (unas diez horas de grabación a máxima calidad). El vídeo a 720p y 60 frames ocupa unos 1,5 megabytes por segundo.
La calidad de grabación es correcta siempre que las condiciones de luz sean favorables. Aunque Kodak asegura que funciona bien en entornos mal iluminados, en nuestras pruebas aparece ruido y artefactos en la imagen (mejoraremos los resultados si dejamos la cámara sobre un trípode). Hay poco ajustes avanzados y la propia filosofía del producto invita a dejarnos llevar y dejar actuar a las ayudas automáticas. El enfoque automático es rápido y la compensación de exposición efectiva. No tiene zoom óptico y el digital ofrece los malos resultados habituales de esta solución por software.
El pequeño microfóno integrado nos ha sorprendido por su calidad. Capta con claridad los sonidos y el nivel de ruido es bajo, toda una sorpresa. De todos modos es la mejor cámara de este tipo que ha pasado por nuestro laboratorio y, en términos generales, estamos satisfechos con los resultados.
El control de la reproducción es muy sencillo, podemos avanzar y retrocer a varias velocidades y cambiar entre los diferentes modos de grabación con sólo pulsar un botón. Esto último es muy útil cuando queremos grabar un vídeo ligero para enviarlo por correo electrónico y queremos cambiar al modo VGA desde la cámara rápidamente, evitando el tedioso proceso de conversión posterior.
Aunque lo ideal es usar una conexión HDMI para ver los vídeos en una pantalla de alta definición, Kodak incluye también una salida de vídeo compuesto que permitirá visualizarlos en televisores convencionales. El conector de USB es propietario, así que no podremos usar otro cable distinto al que se suministra.
Si queremos editar el vídeo en nuestro PC podemos usar el excelente Arcsoft Impression que Kodak incluye de serie, un software muy útil que aporta valor añadido al producto. Lamentablemente es sólo para Windows, así que los usuarios de Mac o Linux tendrán que recurrir a soluciones de terceros.
Conclusiones
La Kodak Zx1 es una opción diferente para grabar y compartir nuestros mejores momentos. Aunque está lejos de la calidad que ofrecen las videocámaras convencionales, tambien es mucho más económica, portátil y fácil de usar. Su calidad será más que suficiente para muchos usuarios y mejora con creces lo que ofrecen los mejores móviles con esta función y la mayoría de dispositivos similares.
Su precio ronda los 185 euros, algo por encima de lo que esperábamos (en el CES se anunció que se vendería por 150 dólares). A este desembolso hay que sumarle el de la tarjeta SDHC no incluida de serie para almacenar nuestros vídeos.
En definitiva un producto de calidad, que cumple con lo que promete y que satisface las necesidades de los consumidores que busquen un dispositivo resistente, que puedan llevar a cualquier parte y que permita grabar y compartir contenidos de la forma más sencilla posible.
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