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Análisis

Alfa Romeo Giulietta, escudos

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«Dicen que un camino abierto despeja la mente.» Dominic Toretto, Fast and Furious 7 (2015)

Habré contado mi historia un millar de veces y en ocasiones ni yo mismo me la creo. Es como si durante un tiempo mi vida hubiese sido una vida real, como la de cualquiera, con grandes dosis de rutina y de vez en cuando algún leve descarrilamiento del tedio para volver prontamente sobre las vias de la monotonía, hasta que te levantas un día cualquiera y todo ese denso y pegajoso material en el que se había convertido el tiempo que consumes cada día se convierte en algo totalmente distinto. Y te deslumbra. Y no vuelves a ser la misma persona.

Recuerdo vagamente dónde trabajaba pero sinceramente no recuerdo bien lo que hacía en esas oficinas grises con grandes ventanales permanentemente sucios de polvo asomados desde un décimo piso a las calles del centro de la ciudad. Recuerdo que ese día jugueteaba con un lápiz haciéndolo rotar sobre mi dedo pulgar y que se me cayó y que al levantarme mi jefe me estaba mirando, pero no con la mirada de tedio y mal disimulado con la que me encargaba las tareas del día. Con los ojos fuera de las órbitas me dijo: «has sido elegido».

¿Qué significa una marca, un escudo? En un mundo globalizado, hiperconectado y uniformizado es difícil de responder, de conceder significados a ciertos elementos de nuestras vidas que han transformado esas marcas y escudos en pasiones. El mundo del automóvil por ejemplo está en plena transformación, como industria entregada a facilitar el transporte de objetos y personas está poniendo rumbo a la eficiencia y (menos mal) a la eficiencia y reducción de las emisiones contaminantes.

Ficha técnica

Y sin embargo y aunque la tecnología y la conciencia por hacer del planeta un lugar más habitable (o menos inhabitable en realidad) sean el destino, el viaje ha sido muy emocionante y es ahí donde las marcas y los escudos mantienen plenamente su significado y siguen activando pasiones que van más allá de la lectura de las cifras de emisiones. En particular hay un escudo que a mi me interpela personalmente y es el de la serpiente enroscada que luce Alfa Romeo en los vehículos.

Escudo

Es cierto que la vida de esta marca emblemática cambió radicalmente cuando pasó a formar parte del grupo Fiat y que volverá a cambiar cuando el gran (y bienvenido) tsunami de lo eléctrico sumerja sus costas, pero hay señas de identidad a las que Alfa Romeo nunca ha renunciado y dos de las más importantes son el estilo y la deportividad. Y en el Giulietta que hemos tenido la suerte de probar hemos encontrado ambas tras el escudo.

Dentro de la gama de modelos de Alfa Romeo la marca italiana reserva una denominación especial para las versiones más deportivas. Es el caso del clásico Cuadrifoglio Verde o la denominación Veloce (veloz) como la que luce esta versión del Giulietta. A pesar de ser una versión especial este Giulietta no se distingue demasiado del modelo normal, aunque hay que decir que éste ya luce líneas muy deportivas.

Son trazos de diseño que subrayan el espíritu dinámico del coche pero que respetan su filosofía de ofrecer un vehículo práctico, conservando la configuración de un coche normal de cinco puertas pero con aspecto de deportivo de tres puertas gracias al peculiar y característico sistema de apertura de las puertas traseras oculto en el pilar C que han imitado en ocasiones otros fabricantes.

Ocho años de Giulietta

Hace ya ocho años que podemos disfrutar del Alfa Romeo Giulietta (en su versión moderna) por nuestras carreteras y tenemos que decir que es una línea que no cansa, aunque ha recibido algunos ligeros retoques de lápiz en la mesa de los diseñadores. Esta versión Veloce luce discretamente unas pinzas de frenos especiales de color rojo  así como paragolpes y faldones modificados pero que no alteran la línea del modelo original. También luce llantas de 18 pulgadas y doble tubo de escape.

El efecto es que si no nos fijamos mucho el Veloce puede pasar por un Giulietta normal, pero si nos detenemos en los detalles podemos descubrir que este Alfa es algo más de lo que aparenta sobre todo mirando de cerca para fijarnos en los mencionados toques característicos así como el uso de fibra de carbono en muchos de los detalles del coche. Un deportivo discreto que como veremos muestra su verdadera personalidad cuando encendemos el motor.

Al abrir la puerta nos encontramos con el interior clásico de un coche deportivo, con pedalier de aluminio con su reposapiés, detalles como las costuras en color de la carrocería o los asientos deportivo de tipo «baquet». Lo demás todo muy «Giulietta», con un sistema multimedia por el que ya se nota que han pasado los años, una pantalla de apenas 6,5 pulgadas y unos elementos gráficos que necesitarían una actualización.

Acogida

Los mencionados asientos los hemos encontrado muy cómodos y a la vez eficaces cuando realizamos una conducción más dinámica ya que sujetan con firmeza en cualquier circunstancia. El detalle del escudo bordado en el apoyacabezas es un detalle muy «Alfa» que termina de darle un toque deportivo al interior. El volante también tiene diseño deportivo con costuras en rojo aunque nos ha parecido algo grande.

Tras el volante encontramos los tradicionales indicadores de velocidad y revoluciones con una pequeña pantalla que ofrece información sobre el estado del coche. Como ocurre con otros modelos de la marca, el sistema de control de los menús es poco intuitivo y algo farragoso de manejar con los mandos del volante. Además la gráfica es algo sencilla, aspecto que como apuntamos comparte con el sistema de infoentretenimiento.

Gran cambio

El cambio en este coche es de tipo automático tipo TCT de seis marchas que dispone de levas para el cambio que se mueven con el volante, algo pequeñas pero suficientes para una conducción deportiva. Una de las lagunas del coche es que no dispone prácticamente de huecos para objetos, el túnel central no tiene reposabrazos y solamente podremos dejar objetos en el espacio con tapa sobre el salpicadero, los huecos en las puertas y la guantera.

En la parte trasera las generosas dimensiones de los excelentes asientos delanteros cobran algo de factura en el espacio para las piernas, pero aún así es posible viajar bastante cómodos cuatro personas siempre que la estatura no sea demasiado elevada. Dispone una boqueta sencilla de ventilación para ambas plazas traseras pero no conexión USB, cosa que también condiciona con respecto a otros modelos de la competencia.

Hacer las maletas

El maletero es de dimensiones generosas para tratarse de un deportivo y en línea con los competidores si tenemos en cuenta que es un cinco puertas compacto. Los 350 litros son suficientes para viajes y los asientos traseros pueden abatirse en modalidad 40/60 para ampliar el espacio a más de 1000 litros, aunque la superficie no es regular.. En el interior encontraremos una luz lateral y una toma de corriente de 12V.

El repaso por el interior ofrece una imagen de lo que es este coche: una versión deportiva de un coche familiar por lo que se puede utilizar sin problemas como coche familiar aunque algunos detalles (como los asientos delanteros) obligan a ciertos sacrificios. Pero es hora de echar un vistazo a lo que nos interesa de un coche de estas características: sus prestaciones y sobre todo su comportamiento en carretera.

Heredero

Este Giulietta es heredero directo del Alfa 4C y equipa el mismo motor 1.7 turbo de 240 caballos, en esta ocasión en un envoltorio más de andar por casa. Sobre el papel las prestaciones son «interesantes»: tarda seis segundos en alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parado y es capaz de tocar los 244 kilómetros por hora de velocidad máxima, cifras más que suficientes para divertirse un poco en carretera.

Pero en toda prueba de motor llega el momento de girar la llave de encendido, en este caso pulsar el botón de «start». El Giulietta nos recibe con un ronroneo agradable, nada estridente, procedente de su doble tubo de escape y del motor. La insonorización no es perfecta, pero tampoco es lo que pedimos a un 1.7 turbo deportivo como el Giulietta, así que pasamos el cambio a D y procedemos a dar un poco alegría a esos cuatro cilindros.

A pesar de todo… suave

Lo primero que hay que decir es que en posición N o Normal el coche avanza con una suavidad sorprendente para un coche deportivo, pero no por ello decepciona en aceleración o recuperaciones. El cambio TCT funciona perfectamente a tiempo para mantenernos siempre en la zona conveniente de la curva de potencia y el Giulietta siempre está dispuesto a saltar hacia adelante si hacemos cosquillas sobre el acelerador.

Este buen tacto de motor y cambio hace que el Giulietta Veloce sea muy utilizable para un uso diario. Es sumamente voluntarioso y recupera en cualquier situación sin necesidad de que la caja de cambios haga grandes reducciones. Eso sí, Incluso si no nos ponemos nerviosos acelerando no podremos mantener los consumos en cifras por debajo de los ocho litros. Mucho más que un modelo tranquilo pero es que no estamos delante de un modelo tranquilo ni mucho menos.

En territorios virados es donde el Veloce encuentra su hábitat natural. Pasando a modo Dynamic endureceremos los amortiguadores además de cambiar a un modo más agresivo el cambio automático y algo más de respuesta del motor. En este modo enganchar curvas es realmente divertido, con control absoluto de la trayectoria y la sensación de poder salir siempre como un resorte. Los 240 caballos parecen siempre dispuestos a hacernos volar con un agradable gruñido por parte del motor.

Es un coche realmente divertido, con una filosofía de conducción más moderna que lo que podíamos encontrar en los modelos de Alfa más extremos de hace algunos años. Aún así siguen faltando algunas ayudas a la conducción que sí ofrecen sus competidores más modernos pero sinceramente para el tipo de coche que tenemos entre manos la verdad es que no parecen necesarios. Es un coche que más que ninguna otra cosa transmite sensaciones.

Conclusión

Tenemos que repetirlo una vez más: el Giulietta Veloce es un coche extremadamente divertido, sin ninguno de los alardes estéticos que podemos encontrar en algunas versiones extremas de otros compactos y sin el aburguesamiento que contramos por otro lado en otras versiones con planteamientos totalmente distintos. Es un coche centrado en el disfrute del conductor, con asientos delanteros extraordinarios y sensaciones al volante muy potentes.

Y sin embargo sigue siendo un Giulietta, con un buen maletero y espacio para cuatro personas, cinco con algo de sacrificio, que cuando queremos tranquilidad nos la da (aunque gaste quizás más de la cuenta) y nos permite hacer rutas largas de forma relajada. Todo bajo un escudo que sigue fiel a la consigna de ofrecer coches con espíritu deportivo pero que podemos conducir en nuestro día a día. Un Alfa más. Nada menos.

Notas finales

8Nota

Prestaciones9

Diseño8

Consumo6

Confort8

Sistema de Infoentretenimiento6

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