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Análisis

FIAT 500e Abarth, toxinas

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Your cruel device Alice Cooper (Poison, Trash 1989)

El café se enfría mientras Carlo sigue con sus diagramas sobre la mesa del bar de la plaza. La mesa es demasiado pequeña y los papeles manchados de café la desbordan por todos lados, algunos ya en el suelo sujetos bajo el zapato para que el viento matinal no se los lleve. Marco, el camarero, se acerca silenciosamente a la mesa y le cambia el café por uno humeante y recién hecho. Pero Carlo no se da cuenta y sigue dibujando curvas de potencia, escribiendo cálculos de relaciones de compresión y estimaciones del peso del chásis al margen de los diagramas. Un galimatías que sin embargo guarda una extraña, hipnótica y casi esotérica armonía. Don Saverio, el párroco, cruza la plaza saliendo de la iglesia mientras recoge las faldas de la sotana para no tropezar. Es una mañana fría para ser abril y el sacerdote no puede evitar un escalofrío al ver a Carlo en mangas de camisa. Se acerca a la mesa y hace ademán de tocar el brazo del ingeniero pero se retrae al último momento. El camarero les observa mientras fuma lentamente apoyado en la puerta del bar y sonríe al sacerdote. Don Saverio se encoge de hombros y sonríe a su vez y vuelve a alejarse por el otro lado de la plaza. Las huellas de la guerra se mezclan con los restos de las palomas sobre las piedras y éstas van abandonando la plaza mientras se va llenando de gente. Carlo se detiene para dar un sorbo al café que paladea con disfrute.

Detiene su mirada un momento sobre la plaza que se llena de sonidos de martillazos y las voces de los comerciantes que están montando sus puestos. Un motocarro pasa por delante dejando a su paso un fuerte aroma a aceite quemado y un ruido de engranajes nada tranquilizador. Carlo parece entonces abandonar su trance y se levanta para gritar «¡Luigi! ¡La correa!» El motocarro se aleja por una de las callejuelas que vierten desde la plaza mientras Carlo lo sigue con la mirada murmurando «más de cien veces le habré dicho que tiene que revisar ese motor». Luego parece darse cuenta casi con extrañeza de los papeles que tiene encima de la mesa como si no supiera qué son. Sin sentarse apura la taza de café que ya estaba prácticamente vacía. La plaza cambia los sonidos del montaje de los puestos por el de los carros de la compra y las voces de las mujeres quejándose por el precio de la fruta y la de los vendedores quejándose a su vez del gobierno, de las cosechas, del precio de la gasolina… Tras haber observado los papeles durante unos minutos Carlo vuelve a sentarse pesadamente a la mesa. En una esquina del proyecto en el que está trabajando puede verse el dibujo de un escorpión.

La pasión de Carlo Abarth por la automoción le llevó a utilizar modelos de automóviles de FIAT, principalmente pacíficos utilitarios, para llevarlos más allá tanto en prestaciones como en diseño y convertirlos en verdaderos deportivos. Abarth lleva realizando estas versiones para el grupo desde 1950 hasta la actualidad con modelos como el 750 Coupé Zagato, Fiat Abarth 695 y otros. Hemos tenido la suerte de probar algunos modelos de Abarth como el 124 Spider (lamentablemente fuera de los catálogos) o el Fiat 500 Abarth 595 y siempre nos hemos encontrado con modelos que tienen una estética y unas prestaciones fuera de lo común.

Modelo analizado Abarth 500e
Motor y acabado Berlina
Potencia 155 CV
Velocidad máxima 155 Kmh
Aceleración o-100 7 s
Largo/ancho/alto 3673/1682/1518 mm
Potencia máxima RPM 155 CV
Par máximo Nm/RPM 235 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.abarth.es/
Precio 37.148 euros (antes de ayudas)

Pero los tiempos cambian y la era en la que Carlo Abarth modificaba los motores de explosión que salían de la fábrica de Turín para aumentar sus prestaciones ha pasado y hemos entrado de lleno en la electrificación. Pero la marca del escorpión no ha renunciado a su espíritu y ha sabido adaptarse, como demuestra el modelo que hemos probado en esta ocasión: un Fiat 500 eléctrico que de la mano de Abarth encuentra una nueva personalidad y unas caracteríticas muy peculiares que obedecen a la filosofía de la marca de dotar a un modelo utilitario de una imagen agresiva y unas prestaciones superiores al modelo estándar.

Un coche especial

Para este tipo de coches no estamos hablando de racionalidad, de hecho la idea es utilizar la base de un modelo de coche racional y práctico para transformarlo en otra cosa, en algo más relacionado con la pasión y la deportividad que con la practicidad. Por eso es inevitable que en este tipo de modelos se tengan que hacer algunos sacrificios en cuanto a la mencionada practicidad y también en el precio, que es más alto que las versiones del modelo de la que deriva. Hay que decir que hay muy pocos coches eléctricos con vocación deportiva, a pesar que las prestaciones de una motorización eléctrica se prestan a ello, y por eso este 500e Abarth se encuentra en un terreno poco transitado.

El primer vistazo a este 500e Abarth ya muestra que se trata de un modelo diferente a los otros y un eléctrico muy especial. El color de la versión que hemos probado se denomina verde acid y es exclusivo para esta versión. En la parte delantera se ha instalado un nuevo parachoques más voluminoso y una parrillla más grande y con un diseño más agresivo. En la parte inferior se ha colocado una entrada de aire adicional que termina en spoiler que también le distingue del 500 eléctrico de base. En el centro de la parte frontal se ha sustituido el número del modelo por el nombre de la marca para distinguir esta versión.

El perfil de este modelo también marca diferencias con el resto de 500e de la gama marcada por el voluminoso parachoques de la parte delantera así como los faldones laterales. Destacan las vistosas llantas de 18 pulgadas con un diseño en forma de aspas y el inevitable logotipo del escorpión en el centro de las mismas. También encontraremos el escudo en el lateral de la carrocería justo detrás de las puertas. También luce un escorpión pero en este caso se encuentra atravesado por un rayo para indicar que se trata del primer coche eléctrico que la marca ha modificado en toda su historia.

Trasera agresiva

En la parte trasera bajo el spoiler superior y en la portezuela del maletero también encontramos el nombre de Abarth en el centro en vez del nombre de Fiat. Los grupos ópticos traseros están algo más oscurecidos que en la versión estándar para darle un toque más agresivo al diseño. Curiosamente se ha retirado el nombre del modelo ya que en el resto de Fiat 500e aparece en una placa sobre el maletero. En la parte inferior una moldura de plástico de aspecto metálico remata la parte en la que se encuentran los reflectores. Por lo demás el diseño de la parte trasera es la que menos cambios estéticos presenta en el conjunto del coche.

En el interior lo que primero llama la atención son sin duda los asientos, con un diseño deportivo tipo bacquet que sujeta mejor en los laterales. Los reposacabezas están integrados en el asiento y lucen el escorpión logotipo de la marca. El tacto de los materiales es muy bueno y aunque los asientos son menos mullidos que en el 500e estándar son en cualquier caso bastante cómodos, incluso para personas de cierta estatura. El volante también es distinto y tiene un diseño deportivo de tres radios achatado en la parte inferior que se maneja de forma cómoda y que luce el inevitable escorpión en el centro además de una marca vertical en azul en la parte superior.

El acceso a las plazas traseras es algo más dificultoso que en el resto de versiones por el diseño de los asientos, pero en cualquier caso no hay mucha diferencia en este aspecto. Como en la parte delantera, los asientos traseros son cómodos y tienen un buen tacto. Dos personas de estatura media podrán viajar con la comodidad justa pero como en la mayoría de modelos de tres puertas como este, alguien con una estatura elevada tendrá serias dificultades tanto para entrar como para viajar cómodo. En cualquier caso y como observamos en los modelos anteriores, hay más espacio en general que en el 500 de gasolina (del que también probamos una versión Abarth por cierto).

Peculiaridades Abarth

En lo que respecta al sistema de información y entretenimiento encontramos la misma pantalla de 10,25 pulgadas con unas buenas prestaciones y visibilidad. Este sistema ha sido actualizado con la estética de Abarth y menús específicos para conducción deportiva como el que muestra indicadores técnicos adicionales y otro específico llamado «Drag Race» para cronometrar las prestaciones en aceleración del coche. El resto de los menús son muy completos y dan abundante información del sistema eléctrico y de la carga de la batería pudiendo programarla para lograr el mejor precio cuando lo hagamos en casa.

También en la parte de los indicadores se ha adoptado la misma pantalla de siete pulgadas. También en este caso con una estética modificada y el logotipo del escorpión en la parte inferior del taquímetro digital. Además dispone de menús adicionales como el que permite seleccionar entre los modos de conducción normales o los dos modos deportivos que modifican el comportamiento y las prestaciones del coche: «Scorpion street» y «Scorpion track». También en el menú de configuración, hay que decir que algo escondido, podemos activar o desactivar el ruido simulado del motor.

La verdad es que se trata de un sonido bien pensado ya que recuerda el ruido que genera un coche deportivo, pero también es verdad que nosotros por lo menos nos cansamos rápido y lo desactivamos. Además no simula un cambio de marchas sino que la frecuencia del sonido sube según aceleramos, por lo que la ilusión de estar conduciendo un coche deportivo de gasolina no está del todo lograda. En cualquier caso es un toque deportivo interesante y sobre todo muy original que podrá resultar atractivo a muchos que aprecien la simulación o que simplemente busquen llamar algo más la atención…

Estética Abarth

Otros detalles estéticos son el acolchado de la parte superior del salpicadero forrado de material tipo Alcántara que le da un aspecto más cuidado al interior con un tacto agradable y que rodea los espacios dentro del coche donde más accederemos con las manos. También destaca el techo solar que da mayor luminosidad y sensación de espacio al interior, algo de agradecer en un coche tan compacto. El maletero es el mismo que en otras versiones, con una capacidad de 186 litros que es escasa pero suficiente para un uso urbano. Este maletero se puede ampliar con facilidad abatiendo los asientos de forma muy sencilla.

Es el momento de pasar a las impresiones de conducción, que en este tipo de vehículos es una parte fundamental. Como hemos adelantado se trata de una adaptación de la motorización de un Fiat 500e estándar, con una cifra de potencia incrementada hasta los 155 caballos (a diferencia de los 118 de la versión más potente del 500e) y otros retoques mecánicos como las suspensiones más endurecidas y dos modos de conducción adicionales para obtener el máximo de prestaciones. En condiciones normales usaremos el modo de conducción denominado Turismo, que limita la potencia a los 136 caballos.

En modo turismo ya se nota la diferencia de caballos y de mecánica con respecto a un 500e normal. Las reacciones son más rápidas y la aceleración sensiblemente más potente que en el resto de la gama. En conducción urbana se conserva la agilidad y maniobrabilidad de los otras versiones aunque tiene algo más de nervio. Hay que tener en cuenta que este 500e Abarth ha sido fabricado con un ancho de vías seis centímetros mayor en cada eje y que la batalla ha sido extendida en 2,4 cm. En el modo turismo la frenada regenerativa está al máximo por lo que podemos conducir prácticamente con un solo pedal ya que al soltar el freno el coche retiene mucho.

Diversión asegurada

Si queremos divertirnos algo más podemos pasar a los otros dos modos de conducción. En el modo Scorpion Street la potencia sube al máximo y se aumenta la intervención de la frenada regenerativa. En esta modalidad el coche no cambia mucho su comportamiento con la dirección y suspensiones, pero sí la sensibilidad del acelerador. Si seleccionamos el modo pista desaparece la frenada regenerativa y se sigue manteniendo la velocidad máxima. En comportamiento no hemos notado diferencias con el modo Street por lo que solamente será útil si lo que buscamos es que al soltar el pedal del freno el coche no retenga tanto.

Llevar este 500e Abarth por carreteras de montaña con el sonido Abarth encendido es una verdadera delicia. Aunque no se trate de un coche endiabladamente potente, la agilidad en curva y la respuesta del acelerador así como la estabilidad y nobleza en general del coche hacen que la conducción por terrenos virados sea muy agradable y que se pueda hacer a una velocidad muy alta. Como hemos indicado muchas veces, el centro de gravedad bajo propio de los coches eléctricos por la colocación de la batería en la parte inferior y la respuesta inmediata al acelerador son dos ingredientes únicos, que en el caso de este modelo se unen a otros ajustes dinámicos que auque no son radicales contribuyen a una sensación deportiva.

En lo que respecta a la batería y los consumos es donde encontramos uno de los sacrificios a realizar por disponer de un 500e más deportivo. Este Fiat 500e Abarth dispone de la misma batería de 42 Kw que el resto de la gama y la misa capacidad de carga con posibilidad de cargar en corriente continua hasta 85 Kw y en alterna con 11. Sin embargo el consumo homologado es de 17 Kw frente a los 14 que homologa el modelo normal, lo que redunda en una autonomía más reducida: 266 kilómetros en vez de 319. Esto se nota aún más en carretera y a ritmos «alegres» con lo que la autonomía es uno de los hándicap más importantes.

Conclusiones

Este 500e Abarth no defrauda las expectativas a pesar de ser casi un experimento ya que se trata del primer modelo eléctrico que pasa por las manos del preparador / fabricante italiano. Estéticamente es indudable que este modelo queda impregnado de la personalidad de un coche deportivo con muchos detalles estéticos y equipamiento propios de un deportivo como los asientos de diseño especial o las llantas. No es un coche que pase desapercibido pero de eso se trata cuando se busca cambiar la personalidad a un vehículo práctico y tranquilo pensado para los desplazamientos urbanos.

Una de las virtudes de esta versión es que a pesar de que pierda algo de practicidad, concretamente en lo que respecta a la autonomía, sigue siendo un coche eléctrico versátil y que al no utilizar combusible es ecológico. Esto además de las distintas ventajas que hemos comentado siempre de este tipo de vehículos. Nos ha convencido el comportamiento en carretera, que sin ser tan extremo como hemos podido encontrar en otros modelos de Abarth, sigue regalando emociones sin dejar a un lado la seguridad. Si Abarth buscaba emocionar sin dejar de proporcionar un coche práctico nos parece que ha acertado.

Valoración final
8.4 NOTA
NOS GUSTA
Buenas prestaciones
Divertido de conducir
Estética deportiva
A MEJORAR
Consumo alto
RESUMEN
La combinación de estética y buenas prestaciones hace de este 500e Abarth un coche muy especial del que hay que tener en cuenta la menor autonomía y mayor precio que el Fiat 500e estándar.
Prestaciones8.5
Diseño9.5
Consumo8
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8

 

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