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Análisis del Ryzen 7 2700X: el valor de la madurez

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Ryzen 7 2700X

Hace cosa de un año tuve la suerte de poder analizar prácticamente todos los procesadores Ryzen serie 1000 que lanzó AMD, y este año no he querido perder la oportunidad de probar el Ryzen 7 2700X, un modelo que aunque no lo parezca por su nomenclatura es el sucesor natural del Ryzen 7 1800X y no del Ryzen 7 1700X

AMD ha mantenido todas las claves básicas de la arquitectura Zen para dar forma esta nueva generación de procesadores sobre las que ha introducido pequeñas mejoras. Consideradas de forma individual parecen poca cosa, pero cuando las valoramos en conjunto nos damos cuenta de que tienen efectos importantes y que gracias a ellas la compañía de Sunnyvale ha conseguido madurar una arquitectura que desde el principio resultaba muy prometedora.

En este artículo os vamos a contar nuestras impresiones tras varias semanas disfrutando de un Ryzen 7 2700X, pero no nos limitaremos a listar una serie de pruebas y a ver números. También hablaremos de las novedades que introduce la arquitectura Zen+ y os daremos una visión completa con todas las claves básicas que debéis conocer.

Como siempre agradecemos a AMD que nos haya enviado las muestras con total puntualidad y que nos haya dado tiempo suficiente para llevar a cabo las pruebas. Sin más empezamos.

Ryzen 7 2700X y Zen+, ¿qué hay de nuevo?

La arquitectura Zen+ supone el salto al proceso de fabricación de 12 nm, una reducción menor si comparamos con el proceso de 14 nm utilizado en los Ryzen de primera generación, pero suficiente para mejorar eficiencia y temperaturas.

Ya hemos indicado que la base de la arquitectura Zen+ no ha cambiado frente a la generación anterior, lo que significa que de nuevo nos encontramos dos bloques de unidades CCX con cuatro núcleos cada una, los cuales se comunican a través del sistema Infinity Fabric de AMD. Esto tiene varias consecuencias que debemos recordar ya que son fundamentales para entender de verdad esta arquitectura:

  • Fuerte dependencia de la latencia de la caché (en todos sus niveles) para un rendimiento óptimo.
  • El sistema de intercomunicación de los núcleos y la velocidad de la RAM afectan al rendimiento bruto.
  • La velocidad de trabajo del procesador mejora el rendimiento, pero su desempeño final se ve afectado por los otros dos puntos.

Con esto en mente podemos comprender y valorar como merecen todas las novedades que ha introducido AMD en Zen+, un tema sobre el que vamos a profundizar a continuación.

Os habíamos dicho que de forma individualizada podían saber a poco, pero que en conjunto marcan una diferencia sustancial y nos permiten hablar de esa madurez a la que hicimos referencia, cuya culminación se ha conseguido en la serie Ryzen 2000.

  • Aumento del IPC de un 3% frente a los Ryzen serie 1000.
  • Mayores frecuencias de trabajo, tanto en modo normal como turbo.
  • Reducción de un 16% de la latencia de la memoria caché L3.
  • Reducción de un 34% de la latencia de la memoria caché L2.
  • Reducción de un 13% de la latencia de la memoria caché L1.
  • Reducción de un 11% de la latencia de la memoria RAM.
  • Mejor soporte de memoria RAM a alta velocidad.
  • Mejora en la comunicación del sistema Infinity Fabric.

La mejora del IPC es pequeña, pero la reducción de la latencia de todos los niveles de caché y de la memoria RAM, así como el soporte de memoria DDR4 a mayor velocidad y el impulso al sistema de comunicación Infinity Fabric, permite a los Ryzen 2000 ofrecer una mejora de rendimiento muy marcada a pesar de que en términos de arquitectura representan una renovación «menor».

Por otro lado debemos tener en cuenta que el salto a la arquitectura Zen+ ha permitido a AMD aumentar la velocidad de trabajo de sus nuevos procesadores, tanto en modo base como en modo turbo, y que en general es posible lograr niveles máximos de overclock un poco más elevados que con la generación anterior.

En la gráfica que acompañamos justo debajo podemos ver las diferencias de consumo y rendimiento que marca Zen+ frente a Zen. Un Ryzen 5 2600X consume un 11% menos que un Ryzen 5 1600X a la misma frecuencia de reloj, y un Ryzen 7 2700 rinde un 16% más que un Ryzen 7 1700 con el mismo consumo energético.

La diferencia es clara, pero no debemos olvidar que AMD también ha pulido tecnologías como XFR, que en su segunda generación consigue mantener la máxima frecuencia de trabajo durante más tiempo para conseguir un mayor rendimiento, y Precision Boost, que en su segunda generación implementa un algoritmo inteligente capaz de mantener todos los núcleos trabajando a la mayor velocidad posible durante periodos más largos.

No podemos cerrar este apartado sin hablar de otro aspecto muy importante en esta nueva generación de AMD, el difusor térmico integrado o «IHS». En los Ryzen de primera generación éste ha venido soldado con una aleación de indio de alta calidad, lo que ha permitido a dichos procesadores ofrecer un funcionamiento bastante fresco y unas temperaturas muy buenas incluso con altas cargas de trabajo.

Los procesadores Ryzen de segunda generación (todos, no sólo el Ryzen 7 2700X) vienen también con el IHS soldado, lo que significa que AMD ha vuelto a apostar por cuidar la calidad de construcción hasta el último detalle. Esta aleación ayuda a reducir la temperatura de trabajo en unos 10 grados Celsius comparado con los materiales de menor calidad que podemos encontrar en otros procesadores como los Core serie 8000 y serie 7000 Extreme de Intel.

Nuevo chipset X470 y ventilador integrado

Con el lanzamiento de los procesadores Ryzen de segunda generación AMD ha puesto en el mercado el chipset X470, una solución tope de gama para consumo general que sucede al actual X370 y que permite aprovechar al máximo las nuevas funciones que acompañan esta serie.

En líneas generales sus especificaciones y prestaciones son idénticas a las del chipset X370, aunque hay algunos detalles a tener en cuenta. El chipset X470 permite aprovechar la tecnología XFR 2, y también viene con la tecnología StoreMI de casa. Ésta última está presente también en las placas base X370, pero requiere de una actualización de BIOS previa.

Las novedades más importantes que trae la plataforma X470 se limitan a un funcionamiento más eficiente (menor consumo de energía), las particularidades que hemos citado en el párrafo anterior y a la prescripción de montar un VRM más potente para mantener mejor la CPU tras los incrementos de frecuencia de trabajo y su mayor potencial de overclock.

Si tienes una placa base X370 te recordamos que podrás utilizar sin problemas un procesador como el Ryzen 7 2700X, pero asegúrate de actualizarla primero a la última BIOS disponible, ya que de lo contrario el sistema no arrancará.

Pasamos ahora a hablar del ventilador. Cuando AMD lanzó los Ryzen 7 1800X decidió comercializarlos sin un sistema de ventilación, una medida que afectó a otros modelos como el Ryzen 7 1700X. Su intención era abaratar costes y dar la opción al usuario de elegir libremente un ventilador que se ajustara a sus necesidades y a su presupuesto.

Unos meses después la firma de Sunnyvale cambió de idea y decidió comercializar todos sus procesadores con un ventilador, cuya calidad dependía de cada modelo de CPU en concreto. Así, los más potentes quedaban reservados para los Ryzen serie 7.

Con el Ryzen 7 2700X tenemos un ventilador Wraith Prism de gran tamaño (80 mm) que trae un radiador de aluminio bastante voluminoso, una base de cobre con cuatro tubos que comunican con dicho radiador y un anillo con iluminación LED RGB que le da un toque de color al conjunto.

Ésta es la solución de ventilación más potente que comercializa actualmente AMD y posiciona como modelo «premium», así que en principio debería poder mantener a raya las temperaturas del Ryzen 7 2700X.

En la parte final del artículo profundizaremos sobre el tema de las temperaturas y veremos si efectivamente podemos confiar en dicho ventilador para mantener sin problemas un procesador tan potente.

Especificaciones y equipo de pruebas

Ya hemos visto todas las claves más importantes de los procesadores Ryzen de segunda generación, así como del chipset X470 y del ventilador Wraith Prism, así que nos toca entrar a repasar las especificaciones del Ryzen 2700X y a ver el equipo de pruebas que hemos utilizado.

Ryzen 7 2700X:

  • Arquitectura Zen+ en 12 nm.
  • Ocho núcleos y dieciséis hilos a 3,7 GHz-4,35 GHz, modo normal y turbo.
  • Caché L2 de 4 MB.
  • Caché L3 de 16 MB.
  • TDP de 105 vatios.
  • Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
  • Temperatura máxima: 85 grados Celsius.

Equipo utilizado:

  • Procesador Ryzen 7 2700X.
  • 16 GB (2 x 8 GB) de memoria DDR4 G.SKILL Flare X a 3.200 MHz con latencias 14-14-14-34.
  • Placa base ASUS ROG Crosshair Hero VII.
  • Ventilador Wraith Prism.
  • Tarjeta gráfica NVIDIA GeForce GTX 1080 TI Founders Edition con 11 GB de GDDR5X.
  • SSD Samsung Evo 850 SATA III de 500 GB.
  • SSHD de 2 TB con 8 GB de SSD a modo de caché como unidad secundaria.
  • Windows 10 Pro de 64 bits actualizado a la versión 1803.
  • Fuente de alimentación Corsair RM750x con certificación 80 Plus Oro.

Pruebas de rendimiento sintéticas

Ya hemos analizado las claves de la arquitectura, la plataforma y las características clave del Ryzen 7 2700X así que ahora toca entrar a ver los resultados que obtiene en las diferentes pruebas de rendimiento que hemos utilizado.

Como hemos hecho en anteriores análisis vamos a mostraros pruebas de rendimiento sintéticas y también pruebas de rendimiento en juegos para que tengáis una visión más clara del potencial que ofrece este procesador, ya que es imposible encontrar un juego actual que sea capaz de aprovechar sus 8 núcleos y 16 hilos.

Sin más preámbulos empezamos.

CPU-Z

No hay duda de que es una prueba básica y muy sencilla, pero tras las últimas actualizaciones que ha recibido ha mejorado considerablemente sus mediciones y permite obtener una visión rápida y directa de la potencia bruta aproximada que tiene una CPU. También diferencia entre rendimiento monohilo y multihilo.

Cinebench R15

Es una prueba de rendimiento muy popular y muy útil ante la carencia de juegos optimizados para procesadores multihilo, ya que es capaz de sacar partir a sistemas con hasta 256 hilos de procesamiento. También nos permite diferenciar entre rendimiento monohilo (por núcleo) y multihilo (utilizando todos los núcleos e hilos).

3DMark Time Spy CPU:

Esta prueba no tiene en cuenta el rendimiento de la GPU sino que se limita a valorar el potencial bruto de la CPU y escala de forma bastante razonable con configuraciones multinúcleo, así que es una buena elección para nuestro análisis.

Pruebas de rendimiento en juegos

Aunque estas pruebas no son del todo realistas porque ningún juego actual aprovecha configuraciones de más de seis núcleos nos sirve como referente para ver qué repercusión tienen en entornos reales las mejoras a nivel de IPC que ha introducido AMD en el Ryzen 7 2700X.

Rise of the Tomb Raider

Wolfenstein II: The New Colossus

The Witcher III: Wild Hunt

Far Cry 5

Civilization VI

Assassin´s Creed Origins

Los resultados en general son muy positivos. La mejora de rendimiento que ha conseguido AMD con el Ryzen 7 2700X es lo bastante grande como para superar al Ryzen 7 1800X y le permite quedar casi al lado de los procesadores Coffee Lake de Intel.

Sí, éstos siguen teniendo una pequeña ventaja que resulta muy marcada en casos concretos como Far Cry 5, pero ese caso evidencia una optimización de código clara a favor de las CPUs Intel, cosa que ya ocurrió en su momento con Rise of the Tomb Raider, lo que lo convierte en un caso aislado que debemos valorar como corresponde.

No hay duda de que con el Ryzen 7 1800X en Intel notaron «el aliento» de AMD en la nuca, y podemos decir que con el Ryzen 7 2700X ya le están empezando a ver «las orejas al lobo».

Overclock, temperaturas y consumo

Los procesadores Ryzen de primera generación conseguían niveles de overclock bastante modestos y los de segunda generación no son una excepción. El Ryzen 7 2700X viene ya de casa a unas frecuencias de trabajo bastante buenas, 3,7 GHz en modo normal y aunque puede alcanzar los 4,35 GHz gracias a la tecnología XFR2. Sin embargo esto depende de la temperatura de trabajo que vaya alcanzando el procesador, lo que significa que según va subiendo aquella la velocidad del modo turbo va bajando.

Con todos los núcleos activos y el procesador en en una fase inicial de calentamiento (a menos de 50 grados) hemos alcanzado máximos de 4,2 GHz con todos los núcleos activos, una frecuencia que decae hasta los 4 GHz cuando supera la barrera de los 60 grados.

Puede sonar a poco pero lo cierto es que no está nada mal, ya que hablamos de una CPU de 8 núcleos y 16 hilos, así que podemos considerarlas como temperaturas bastante frescas que mantienen el procesador en niveles que podemos considerar como óptimos. Os recuerdo que Ryzen es muy sensible a la temperatura y a los voltajes, y que por tanto debéis evitar locuras como mantener el procesador a 80 grados o con voltajes superiores a los 1,4 voltios, ya que estaréis acortando la vida del procesador.

Dicho esto con el disipador de referencia es posible mantener sin problemas temperaturas medias de 65 grados a las frecuencias de stock. Con dicho ventilador tenemos poco margen de overclock salvo que estemos dispuestos a entrar en temperaturas de más de 70 grados, pero es posible llegar a los 4 GHz con un voltaje de 1,38 voltios.

Utilizando un kit de refrigeración líquida Corsair H60 2018 y un voltaje de 1,47 voltios hemos podido mantener el Ryzen 7 2700X estable a 4,3 GHz con unas temperaturas que rondaban los 75 grados. Cualquier intento de ir más allá de esa frecuencia fue imposible, pero en cualquier caso tampoco es necesario puesto que no es nada recomendable mantener ese voltaje.

La herramienta Ryzen Master hace que sea muy fácil practicar overclock tanto al procesador como a la memoria RAM. Con ella podréis controlar también los voltajes y visualizar las temperaturas de trabajo sin esfuerzo, así que podréis encontrar el nivel óptimo para vuestra configuración de una manera muy sencilla.

Notas finales y conclusiones

Muchos creían que AMD no podría recuperarse tras los errores cometidos con el lanzamiento de Bulldozer y sus derivados. La incredulidad era tal que ni siquiera la propia Intel estaba preparada para lo que se avecinaba con la llegada de Ryzen, una generación con la que la compañía de Sunnyvale sacó los colores al gigante del chip y puso el mercado patas arriba.

Puede que alguno no haya querido darse cuenta, pero basta con mirar la evolución del mercado CPU antes y después de la llegada de Ryzen para darse cuenta del punto de inflexión que ha marcado:

  • Intel no había pasado de los cuatro núcleos en consumo y respondió subiendo a seis núcleos y doce hilos. Tiene además en boxes un procesador de consumo general de ocho núcleos y dieciséis hilos.
  • Antes de la llegada de Ryzen era impensable ver una CPU de alto rendimiento de seis núcleos por menos de 200 euros, y hoy podemos encontrar modelos por menos de 160 euros.
  • Los precios de todos los procesadores han bajado, los cuatro núcleos se han estandarizado en la gama baja y tenemos procesadores de ocho núcleos y dieciséis hilos por poco más de 200 euros.

El valor que ha representado Ryzen está fuera de toda duda, ha sido beneficioso para AMD y para el consumidor, y con el Ryzen 7 2700X han confirmado que siguen yendo en la dirección correcta. Este procesador mejora las principales carencias del Ryzen 7 1800X y consigue ofrecer un funcionamiento fresco, un consumo bastante bueno y un rendimiento sobresaliente, tanto en multihilo como en monohilo.

A lo dicho debemos unir su excelente valor calidad-precio, ya que el Ryzen 7 2700X está disponible por 326,90 euros, una cifra muy buena teniendo en cuenta lo que ofrece.

Cosas que nos han gustado:

  • Excelente rendimiento, Intel tiene razones para preocuparse.
  • Mejorar clara en rendimiento monohilo.
  • La plataforma X470 es asequible pero muy completa.
  • Es el mejor procesador que existe actualmente en su rango de precio.
  • Fácil de overclockear, incluso para los que no tengan experiencia previa.
  • Buenas temperaturas de trabajo incluso con el ventilador de referencia.
  • Estabilidad total, se nota la madurez de la arquitectura y de la plataforma.

Cosas que no nos han gustado:

  • Poco margen de overclock.
  • El ventilador que viene de casa no es recomendable si vamos a pasar de los 4 GHz.

Notas finales

9Nota

Innovación8

Rendimiento10

Temperaturas9

Plataforma9

Calidad-precio10

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