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Análisis

Anthem para PC, análisis: Naturaleza desatada

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Con Anthem, Bioware ha decidido apostar por un género hasta ahora atípico para ellos, el “shooter looter”, abandonando su clásico RPG de un solo jugador para explorar las experiencias cercanas a otros títulos como Diablo o Destiny. Por desgracia, el juego no parece haber tenido la acogida esperada por parte de la comunidad de jugadores, un tema relevante para una EA que atraviesa posiblemente su peor año y una Bioware que se juega mucho con este título, pero ¿está justificado este recibimiento de Anthem? Lo veremos en este análisis.

Los requisitos mínimos del juego son los siguientes:

  • SO: Windows 10
  • CPU: Intel Core i5 3570 o AMD FX-6350
  • RAM: 8 GB de memoria del sistema
  • RAM de la tarjeta gráfica: 2 GB de memoria de vídeo
  • Tarjeta gráfica: NVIDIA GTX 760, AMD Radeon 7970 / R9280X
  • Disco duro: 50 GB de espacio disponibles
  • API: DirectX 11

Para el análisis hemos utilizado el siguiente equipo:

  • Sistema operativo: Windows 10 Home
  • CPU: Intel Core i7-4770 3,4GHz
  • RAM: 16GB ddr3
  • GPU: GeForce GTX 1060
  • VRAM: 6 GB
  • DirectX: 12

¿Una historia digna de Bioware?

Anthem parte de un guión que podría considerarse genérico, aunque acompañado de un rico universo muy original en lo estético, con sus propios mitos y leyendas, su sociedad y una estética particular. En este aspecto, Bioware es más que reconocible.

La historia transcurre en el mundo de Bastión. Un mundo creado por una raza ancestral desaparecida que dejó atrás su tecnología de creación. Esta tecnología, suele estar conformada por artefactos o grandes máquinas conectadas a una especie de energía vital del universo llamada El Himno de la Creación.  En este contexto, los humanos, fruto también de una de esas fuerzas creadoras, se encuentran inmersos en una competición constante contra la fuerza brutal y aleatoria de la naturaleza y la creación.

Dentro de la lucha con la naturaleza, no puede faltar la lucha contra los propios humanos. Una especie de imperio autoritario llamado El Dominio controla una parte de Bastión con puño de hierro y busca dominar la tecnología de la creación a su antojo.

Este contexto es muy interesante como reflexión filosófica sobre la lucha de la humanidad contra la creación y la naturaleza. Todo ello en un contexto de inestabilidad y supervivencia constante que lleva a percibirlo todo con una mentalidad extrema donde la naturaleza es algo hostil para el ser humano y no a la inversa.

Jugabilidad

Anthem es un juego que inmediatamente recuerda a Destiny, en gran parte se debe a la elección en el diseño de los menús. Pero en este análisis queremos dejar claro que el resto del título va un paso más allá:

Para empezar tenemos las alabardas, nuestras armaduras, el plato fuerte de Anthem. Hay cuatro, que conforman las clases clásicas de cualquier juego de rol basado en mazmorras y cada una con un set de dos habilidades, un complemento y un ataque especial que se recarga combatiendo enemigos:

Comando: Es la armadura centrada en el combate directo, equilibrada entre la movilidad, la defensa y el ataque. Corresponde con el guerrero. Perfecta para llevar rifles de asalto y de combate. Sus Habilidades constan de distintos tipos de granadas por un lado, distintos tipos de disparos guiados y un ataque especial que consiste en lanzar una lluvia de cohetes guiados.

Coloso: Es la armadura del tanque, orientado a aguantar lo que se le venga encima comprometiendo un poco de movilidad y daño. Lo ideal es que se encarguen de llevar las ametralladoras ligeras. Sus habilidades son un lanzallamas para las grandes aglomeraciones de enemigos a distancia cercana y un escudo para protegerse él y sus compañeros. Su habilidad especial consiste en un cañón de asedio con un daño muy potente.

Tormenta: Esta armadura corresponde con el mago. La armadura consta de una tecnología que le permite transformar la energía de los elementos en ataques muy poderosos que infligen un gran daño. Estos son más variados que los de sus compañeros y constan de una gama de posibilidades más amplias. Es recomendable que esta clase lleve rifles de francotirador y procure quedarse a una distancia prudencial ya que su enorme daño se ve compensado por una gran vulnerabilidad en el combate sostenido, muriendo muy rápido.

Interceptor: Corresponde con el pícaro. Una gran movilidad y un tremendo daño en el cuerpo a cuerpo. Ideal para equiparlo con escopetas y subfusiles y tratar siempre de utilizar las armas de cuerpo a cuerpo. Su gran agilidad y movilidad se compensa con una menor resistencia, si bien algo mayor que la del Tormenta. Sus habilidades constan de diferentes tipos de granadas venenosas y la capacidad de marcar a un enemigo con una baliza, lo que permite que el resto del grupo multiplique el daño hacia ese objetivo. Su habilidad definitiva consiste en equiparse con dos cuchillas letales y servirnos de la alta movilidad y rapidez para ir arrasando con lo que encontremos a nuestro paso.

Los combates son el punto fuerte del juego, constan de un gran dinamismo y una gran implicación por parte del jugador. La movilidad que proporcionan las alabardas es perfecta para hacer frente los diferentes tipos de enemigos y razas animales que encontraremos. La verticalidad de los escenarios hace que las posibilidades tácticas y de movimiento se amplíen y cada combate resulte intenso y exigente. Además según qué enemigo el combate en solitario puede no resultar una opción y más de una vez he tenido que acabar escapando.

A nivel de diseño es cierto que Bioware ha tropezado un poco con ciertas decisiones ya que parece que en algún punto intentaron añadir un poco de rol a la experiencia cuando esta no lo exige ni el juego lo ha pretendido nunca desde su anuncio. Anthem siempre ha pretendido ser una experiencia shooter cooperativa de mundo abierto y es lo que el juego ofrece.

Cada vez que salimos de la base se llama “expedición” y el juego está bien encaminado a que así sea. Las expediciones pueden ser para hacer alguna misión en concreto o para realizar un vuelo libre. El vuelo libre resulta muy interesante ya que podemos unirnos a otros jugadores que estén pululando por el mundo y ayudarles en sus propósitos. El hecho de que el mapa carezca por completo de ningún tipo de icono de indicación es un acierto, ya que de este modo iremos descubriendo por nuestra cuenta pequeñas misiones y escaramuzas secundarias de forma aleatoria en su localización y complejidad y la mayoría de estas suelen ser bastante entretenidas y están bien diseñadas. También podemos descubrir misterios ocultos del mundo, monumentos, localizaciones que no se ven en el mapa.

Las misiones, tanto principales como secundarias que atienden a aspectos de la trama principal están bastante bien diseñadas y la narración de la historia se va desarrollando tanto en estos momentos como a través de las conversaciones que mantenemos con los diferentes personajes.

Durante las expediciones obtendremos botín en forma de armas y diferentes variaciones de las habilidades de las alabardas, así como materiales de fabricación, pero no podremos saber que hemos obtenido hasta que regresemos a la base y terminemos la expedición.

Hay ciertas opciones de diseño que sin embargo quizás sí son poco acertadas. Una de ellas es el hecho de escoger un modelo de personaje, ya que no lo vas a ver en todo el juego prácticamente porque mientras estás en la base la vista cambia a primera persona y cuando sales la vista cambia a tercera y vas con la armadura puesta por lo que no tiene mucho sentido.

Otro problema a señalar es que si decidimos entrar a alguna misión de forma pública puede meternos en una partida que ya está empezada y  arruinar la historia. Esto puede solucionarse antes de salir de expedición seleccionando la opción que nos permite hacer que nuestra partida sea privada.

Otro aspecto es el hecho de que en algún punto trataron de meter un mínimo de rol dentro del universo pero esto al final se traduce en ofrecer dos opciones de diálogo de vez en cuando que no aportan realmente nada ya que ambas opciones son siempre válidas.

Un error de diseño que hemos detectado en este análisis es el hecho de haber dividido el juego en tantas subsecciones para llegar de un punto a otro. Es decir, cuando quieres salir a hacer una expedición hay una pantalla de carga para poder decidir que equipas en la armadura, otra para salir al mundo, otra cuando vuelves que te muestra simplemente la recompensa que has obtenido y otra más cuando sales de la pantalla de recompensas a la base de nuevo. Creo que esta decisión no le hace ningún favor al juego y ha recibido bastante críticas por ello.

Con respecto a los micropagos, el análisis que hacemos nosotros es que son puramente estéticos y hasta donde yo he visto todos se pueden desbloquear con moneda del juego y por experiencia propia tampoco exige una cantidad enorme de horas para conseguirlos.

A pesar de esos fallos de diseño, no creo que estos afecten en gran medida al gameplay principal, el juego se disfruta y funciona bien dentro de lo que ofrece. La historia principal dura unas 25 o 30 horas y después de eso contamos con un puñado de mazmorras especiales. Además ya han anunciado una hoja de ruta con contenidos para los siguientes meses que incluirán nuevas mazmorras especiales y los eventos de cataclismo que pueden resultar unas adiciones interesantes.

Notable en lo técnico

El apartado gráfico es sin duda el otro plato fuerte del juego. Sí, ha habido downgrade con lo que se mostró en el E3, ahora bien, nadie puede negar que Anthem es un regalo visual tanto en la calidad de sus gráficos como en el excelente rendimiento del juego. Lo he probado en dos configuraciones: 1080p y Calidad ultra y 1440p y calidad alta con la iluminación en ultra, y en ambos casos la experiencia ha sido buena, aunque no he podido mantener 60 FPS fijos en todo momento.

El mundo tiene una riqueza y unos paisajes que te dejan boquiabierto y son un regalo para la vista. Las diferentes especies animales, ruinas de civilizaciones o antiguas ciudades y asentamientos humanos arrasados por la naturaleza cuyos restos se han mimetizado con el entorno, pequeños lugares ocultos que descubres explorando…

Recorrer y descubrir el mundo de Anthem con la alabarda es una experiencia que puede resultar relajante y satisfactoria y en multitud de ocasiones me he quedado quieto simplemente alucinando con el paisaje y el entorno que tenía delante. Además el rendimiento en FPS es buenísimo, algo que es muy necesario en un juego con tanta movilidad.

A todo esto le acompaña una banda sonora espectacular y épica y unos efectos de sonido muy espectaculares.

Conclusión

Anthem es un buen juego. EA ha sabido dar forma a un triple A lleno de potencial que si bien tiene un desarrollo que puede acabar siendo repetitivo resulta divertido, y gracias al enfoque que se ha hecho en la especialización de las clases y el uso de las alabardas nos encontramos ante un título que tiene personalidad propia y se diferencia de otros juegos con tintes similares, como Destiny 2, por ejemplo.

El juego cumple y es divertido. Aunque no esperaba grandes cosas en lo personal, tengo que decir que estoy disfrutando mucho con el título y que a poco que EA y Bioware empiecen a llenarlo de contenido puede convertirse en un título realmente interesante.

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Anthem
8 NOTA
NOS GUSTA
Un regalo para los ojos.
El juego se disfruta y funciona bien dentro de lo que ofrece.
A MEJORAR
Demasiadas subseciones para ir de un punto a otro.
Intento de rol con diálogos ineficaces.
RESUMEN
Anthem es un buen juego, puede que no sea uno sobresaliente, pero te hará pasar un buen rato
Gráficos y sonido9
Jugabilidad9
Rendimiento9
Duración8

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