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Aceleran las investigaciones para hallar una vacuna y medicamento contra el COVID-19

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Investigación Vacuna y Medicamento contra COVID-19

Parece mentira que sólo hayan pasado tres meses desde que China notificara por primera vez a la Organización Mundial de la Salud sobre la existencia de un nuevo coronavirus de repercusiones mortales, el ya conocido como COVID-19, y el comienzo de la pandemia que todavía hoy sigue azotando al mundo entero.

Sin embargo, además de la enorme cantidad de iniciativas solidarias que estamos viendo por parte de particulares y negocios, también estamos viendo un enorme despliegue y trabajo por parte del sector de la medicina, no sólo con aquellos que se siguen enfrentando al virus cara a cara todos los días, sino con la gran cantidad de recursos destinados a la realización de estudios en la búsqueda de tratamientos antivirales y posibles vacunas.

Y es que aunque muchas de las propuestas actualmente en estudio provienen de grupos de investigación que han pasado años trabajando para combatir coronavirus similares, particularmente el SARS y el MERS, todo ese conocimiento acumulado ha permitido a los científicos avanzar a una velocidad sin precedentes, logrando unos avances y unos tiempos nunca vistos a la hora combatir una epidemia.

¿Qué sabemos del coronavirus COVID-19?

El genoma del nuevo coronavirus, llamado SARS-CoV-2, cuenta con una similitud del 79% con el ya conocido SARS. De esta manera, sabemos que la «clave» utilizada por el virus para ingresar a las células pulmonares humanas es la proteína S y que el «bloqueo» en la célula es el receptor ACE2; mientras que la entrada del virus es facilitada por una proteasa, o una enzima que descompone las proteínas, de la célula misma, llamada TMPRSS211.

Otros genes del SARS-CoV-2 funcionan una vez que el virus está dentro de la célula pulmonar: los genes para la ARN polimerasa (RdRp), una enzima que replica el genoma del virus, y para las proteasas C3CLpro y PLpro, que están involucradas en el procesamiento de proteínas virales.

Estos detalles son importantes. Comprender la biología del SARS-CoV-2, y cómo se asemeja o se diferencia de otros virus mortales, facilita el diseño de medicamentos antivirales para tratar la enfermedad y las vacunas para prevenirlo.

COVID-19

¿Qué se usa para combatir al COVID-19?

Los antivirales son medicamentos que interfieren con la replicación de virus dañinos sin dañar también las células huésped. Pueden funcionar bloqueando la entrada del virus en la célula huésped o inhibiendo la replicación del virus.

Cloroquina, hidroxicloroquina y otros bloqueadores de virus

La cloroquina se ha utilizado durante años contra la malaria . Este medicamento barato y ampliamente disponible también es un poderoso antiviral, lo que significa que bloquea la entrada de un virus en las células humanas. Varios grupos de investigación como la Universidad de Minnesota, ahora están estudiando si es eficaz para reducir la carga viral en pacientes con SARS-CoV-2.

Algunos virus envueltos, como el COVID-19, ingresan a la célula por endocitosis, un proceso celular en el que las sustancias son introducidas en la célula, formando una pequeña vesícula. Una vez dentro, una caída en el pH promueve la fusión de la envoltura del virus con la membrana de la vesícula que la contiene, para ser liberada al citoplasma.

La cloroquina evita esta caída del pH, inhibe la fusión de las membranas y, por lo tanto, evita el paso del virus al citoplasma celular. Ya se ha encontrado que la hidroxicloroquina, un derivado menos tóxico de la cloroquina, inhibe la replicación de SARS-CoV-2 in vitro en cultivo celular.

Los investigadores también están probando Barcitinib, un medicamento anti-inflamatorio aprobado para tratar la artritis reumatoide, que también puede inhibir la endocitosis del virus. Otro medicamento que están probando es el mesilato de camostato, un medicamento aprobado en Japón para su uso en el tratamiento de la inflamación del páncreas, que se ha demostrado que bloquea la entrada del virus SARS-CoV-2 en las células pulmonares.

Medicamentos COVID-19

Remdesivir y otros análogos virales

Uno de los tratamientos antivirales más prometedores para el SARS-CoV-2 se llama Remdesivir, que se ha utilizado con éxito contra el SARS, el MERS y el ébola.

Remdesivir es un análogo de nucleótido, una clase importante de medicamentos anticancerosos y anticancerígenos que evita que el virus se multiplique dentro de la célula. Al menos 13 ensayos clínicos ya están en marcha en China y los Estados Unidos para ver si remdesivir puede detener el SARS-CoV-2.

Otro inhibidor de la ARN polimerasa viral de amplio espectro que ya ha comenzado los ensayos clínicos se llama Favipiravir, un tratamiento aprobado para la gripe. Los primeros resultados con 340 pacientes chinos han sido satisfactorios, notándose una reducción del número de días que los pacientes con coronavirus estuvieron enfermos.

Inhibidores de la proteasa

Algunos científicos han sugerido que una combinación de los medicamentos Ritonavir y Lopinavir, compuestos utilizados para tratar el VIH, también puede inhibir las proteasas o enzimas SARS-CoV-2 que descomponen las proteínas. Concretamente, el Lopinavir es un inhibidor de la proteasa viral que se descompone fácilmente en la sangre del paciente; mientras que el Ritonavir se administra de forma conjunta para evitar que éste se descomponga.

Sin embargo, un artículo publicado recientemente por las instituciones médicas de Reino Unido parece haber detallado en los resultados de un estudio de 199 pacientes muestra, que este tratamiento no resulta efectivo contra el coronavirus COVID-19.

Al menos otros 27 ensayos clínicos con combinaciones experimentales de diferentes tratamientos antivirales, como interferón alfa-2b, ribavirina, metilprednisolona y azvudina, ahora están en marcha.

¿Cuánto falta para alcanzar una vacuna eficaz contra el COVID-19?

Todavía no hay una vacuna antiviral aprobada o específica contra el SARS-CoV-2, ya que las propuestas de antivirales y vacunas continúan aún en fase experimental. No obstante, aunque no todas ellas funcionan en igual medida, las posibilidades de encontrar una vacuna eficaz cada vez son más altas. De hecho, actualmente la Organización Mundial de la Salud destaca al menos 41 vacunas propuestas para la prueba contra el coronavirus.

Y es que las vacunas juegan un papel crucial en la estrategia de prevención, siendo su objetivo más que una cura, el hecho de poder garantizar una inmunidad contra la expansión y los brotes futuros.

Ensayo clínico COVID-19

Así pues, uno de los esfuerzos más avanzados vienen en la propia China, con una vacuna recombinante basada en vectores de adenovirus basada en el gen SARS-CoV-2 S. Cuando se probó en monos, este candidato a vacuna produjo anticuerpos, que ayudan a combatir el virus. Así pues, se espera que el ensayo clínico de primera fase pronto comience a testarse en los 108 voluntarios sanos de entre 18 y 60 años de edad localizados en Wuhan, en el que se probarán tres dosis diferentes del compuesto.

Por otra parte, los investigadores españoles Luis Enjuanes e Isabel Sola, acaban de recibir fondos expresos del gobierno español para desarrollar una vacuna viva atenuada contra el coronavirus que crearía una copia alterada del virus que es incapaz de producir la enfermedad pero que sirve para activar nuestro defensas.

¿Existe una cura para el COVID-19?

En cuanto al tratamiento de los enfermos ya infectados por el SARS-CoV-2, la OMS ya ha establecido un nuevo consorcio internacional llamado Solidaridad, con el que se continúa buscando un tratamiento efectivo para COVID-19.

En este momento países como Argentina, Bahrein, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza y Tailandia, están participando de forma conjunta en este gran proyecto de ensayo clínico de nivel global, y se espera que cada vez más naciones se unan a la causa.

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