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PS5 es un error y Sony no tendrá más remedio que retrasar su lanzamiento, según un interesante rumor

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Phil Spencer confirmó en su última entrevista que se siente satisfecho con el trabajo que han hecho con Xbox Series X tras conocer las especificaciones de PS5, una consola que generó mucha expectación, pero que tras la «disección» técnica que ofreció recientemente Mark Cerny ha sembrado dudas importantes.

Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, las especificaciones que confirmó Mark Cerny no estaban nada mal hasta que llegamos a un punto clave, la GPU. La diferencia entre el núcleo gráfico de PS5 y el de Xbox Series X es abrumadora, tanto que podríamos decir que la diferencia equivaldría a comparar una tarjeta gráfica de gama media (PS5) con una de gama alta (Xbox Series X). No exagero, pensad que la consola de Sony tendrá 36 CUs y 2.304 shaders, mientras que la consola de Microsoft sumará 52 CUs y 3.328 shaders.

Cuando vimos que la GPU de PS5 iba a ser capaz de llegar a los 2,23 GHz en modo turbo todos nos hicimos la misma pregunta, ¿por qué un pico tan alto de frecuencia en un núcleo gráfico con tan pocos shaders? Está claro que Sony no esperaba que Xbox Series X fuese a montar una GPU tan potente, y que tras ver la presentación oficial de Microsoft no tuvo más remedio que intentar maquillar la diferencia de potencia existente entre aquella y PS5 forzando un aumento de frecuencias más que cuestionable.

Sí, he dicho cuestionable porque llevar una GPU por encima de los 2,2 GHz es algo que solo hemos visto en pruebas de overclock extremas, y porque el escalado de rendimiento, temperatura y consumo con dicha frecuencia no tiene que ser nada bueno, por mucho que nos encontremos ante una nueva arquitectura (RDNA 2 de AMD). Hablamos, además, de una APU, y no de una configuración con una tarjeta gráfica dedicada y una CPU independiente.

Está por ver si, efectivamente, PS5 es capaz de mantener esos 2,23 GHz de frecuencia en la GPU sin tener que reducir la velocidad de la CPU y sin afrontar problemas de temperatura. Mark Cerny dijo en una reciente entrevista que la consola tendrá margen para mantener ambos valores sin problemas, y que los desarrolladores no tendrán que elegir, pero el sentimiento global que impera en la industria apunta en dirección contraria.

Sony ha errado el tiro con PS5 y tendrá que revisar sus componentes

A pesar del llamamiento a la calma de Mark Cerny su explicación no fue convincente. Desde el momento en el que dijo que optaron por menos CUs a más frecuencia porque es la mejor opción para desarrollar juegos me llevé las manos a la cabeza. Es como si Microsoft hubiese dicho que los 768 shaders de Xbox One son mejor opción que los 1.152 shaders de PS4 porque funcionan a mayor frecuencia, un sinsentido total.

Me reitero, tengo la sensación de que Sony se durmió en los laureles y que Microsoft la ha pillado con la guardia baja, algo que encaja con las últimas informaciones que hemos ido viendo y que un reciente rumor explica de forma detallada y muy acertada. Os pongo en situación, la fuente de esta información es un profesional del mundo de los videojuegos que tiene contactos en la industria, y que asegura que Sony ha quedado desconcertada por el buen trabajo del gigante de Redmond con Xbox Series X.

Según indica la industria tiene la sensación, en general, de que Sony se ha equivocado con PS5, y piensan que dicha consola es, en su configuración actual, una enorme metedura de pata por el desequilibrio de componentes y, sobre todo, por las altas temperaturas de trabajo. Por ejemplo, el SSD ofrece un rendimiento impresionante, pero genera mucho calor, y  lo mismo ocurre con la APU, no en vano hablamos de un chip con una CPU de ocho núcleos a 3,5 GHz y una GPU a 2,23 GHz que comparten encapsulado.

Para mantener las temperaturas de trabajo bajo control la compañía japonesa necesita encontrar un chasis apropiado, buscar un nuevo factor de forma que le permita disipar el calor que generan todos esos componentes, algo que, en teoría, no ha conseguido, y que podría obligar a retrasar el lanzamiento de la consola entre seis y doce meses.

Pero esto no es todo, la misma fuente indica que también hay un fuerte descontento porque es más complicado optimizar juegos bajo el hardware de PS5 que hacerlo bajo el hardware de Xbox Series X, algo que estaría directamente relacionado con la fuerte dependencia de la consola de los picos de frecuencia (modos turbo) que utiliza la CPU y la GPU.

Veremos cómo acaba todo esto y qué camino acaba tomando Sony. Esta información no proviene de una fuente oficial, pero como he dicho tiene mucho sentido y encaja con la realidad que reflejan las especificaciones que dio Mark Cerny en su momento. Puedes poner una RTX 2070, que tiene 2.304 shaders, a 2,23 GHz, pero esto no la pondrá al nivel de una RTX 2080 Super, que tiene 3.072 shaders. Reitero la idea con tarjetas gráficas de NVIDIA para destacar, de nuevo, que el argumento de Mark Cerny no tiene fundamento alguno.

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