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Cinco mentiras sobre el Wi-Fi que debemos olvidar de una vez

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El Wi-Fi lleva con nosotros muchos años. Se ha convertido en el gran abanderado de las conexiones inalámbricas a Internet, y no hay duda de que juega un papel clave en la vida de miles de millones de personas a lo largo y ancho del globo.

Es una tecnología «vieja» que se ha ido renovando de forma constante para cumplir con las nuevas necesidades del sector. Su evolución ha sido clara, en 1997 el primer estándar nos permitía descargar a velocidades 1 Mbps, y hoy, con el estándar Wi-Fi 6 hemos dado el salto a los 10 Gbps.

A pesar de la veteranía que atesora esta tecnología, sigue rodeada de una gran cantidad de mitos que, por desgracia, no hemos terminado de superar. Algunos son inofensivos y resultan hasta divertidos, pero otros pueden resultar bastante problemáticos. Por ello, hemos decidido hacer este artículo y repasar cinco mentiras importantes sobre el Wi-Fi que todavía están de plena actualidad, y que muchas personas dan aún por ciertos.

1.-Las conexiones Wi-Fi no son seguras

Wi-Fi

Todavía hay gente que cree que una conexión Wi-Fi no es segura, y que es posible vulnerarla en cuestión de segundos, pero obviamente esto no es cierto.

El hecho de que este tipo de conexiones sean inalámbricas y de que se puedan mostrar de forma pública a todos los usuarios cercanos hace que, en parte, resulten menos seguras que una conexión cableada, pero esto no quiere decir que se puedan vulnerar al instante, o que no puedan ofrecer un buen nivel de seguridad.

La mayoría de los casos de conexiones Wi-Fi no seguras se deben al uso de una contraseña débil y a otros errores asociados al usuario de la misma. Utiliza contraseñas fuertes, y si das acceso a tu Wi-Fi a personas que vienen de visita no olvides cambiar la contraseña cuando se marchen.

2.-El Wi-Fi puede producir daños graves en la salud del usuario

Se convirtió en una idea bastante popular hace unos años, y a pesar de todas las veces que ha sido desmentida todavía goza de una enorme popularidad en muchos países.

No, el Wi-Fi no es peligroso para la salud, y la razón es muy sencilla: las ondas que utiliza este tipo de conexión inalámbrica son de baja frecuencia y la radiación que emiten los routers es de tipo «no-ionizante», así que no produce efectos adversos sobre ningún tipo de ser vivo.

Durante los últimos treinta años se han realizado, además, numerosos estudios que confirman que no hay ningún tipo de vinculación entre las conexiones Wi-Fi y el desarrollo de diversas patologías, incluido el cáncer, así que podéis estar tranquilos.

3.-No pasa nada por utilizar estándares Wi-Fi obsoletos

Esto no solo no es verdad, sino que además es uno de los problemas más graves que podemos crear en una red inalámbrica actual, ya que los estándares muy antiguos tienen un impacto enorme en la velocidad de nuestra red.

Si utilizamos dispositivos basados en el estándar Wi-Fi 4 (banda de 2,4 GHz), no tendremos ningún tipo de problema, ya que se trata de un protocolo que no podemos considerar realmente como «obsoleto». Sin embargo, si recurrimos a dispositivos basados en protocolos anteriores, como Wi-Fi 3, el rendimiento de toda nuestra red se reducirá de forma drástica.

Sé que no es normal encontrar dispositivos tan antiguos en hogares, ya que hablamos de un estándar que llegó en 2003, pero debemos tener en cuenta el daño que pueden causar a cualquier red inalámbrica actual.

4.-El Wi-Fi tiene un alcance muy reducido

Es cierto que su alcance es limitado, pero no es tan reducido como creen algunas personas. Hay gente que todavía cree que en cuanto de alejes un poco del router ya no vas a tener conexión a Internet, y obviamente no es cierto.

Tengo claro que, en este caso, el problema que ha dado pie a esta mentira, y que la ha mantenido con el paso de los años, es el desconocimiento de muchos usuarios de los efectos que tienen sobre la conexión los obstáculos y las interferencias. Ambos pueden reducir en gran medida el alcance y la calidad de la señal, así que debemos evitarlos.

Una conexión Wi-Fi que parte de un router bien colocado y sin grandes obstáculos a su alrededor debería poder cubrir casi sin problemas una vivienda estándar de tres habitaciones.

5.-Solo merece la pena utilizar el Wi-Fi 5

Mucha gente todavía cree que el estándar Wi-Fi 4 no tiene sentido, y que solo vale la pena utilizar el estándar Wi-Fi 5, que trabaja en la banda de 5 GHz. Es cierto que este último ofrece mejoras importantes, pero esto no quiere decir que debamos olvidarnos por completo del Wi-Fi 4.

Al utilizar Wi-Fi 5 disfrutaremos de un mayor rendimiento, la conexión será menos propensa a sufrir interferencias y la calidad de la señal será mucho mayor, pero este estándar es más sensible a la distancia y tiene, por tanto, un alcance inferior.

Si tenemos problemas para recibir la señal de nuestra conexión a Internet en los rincones más alejados de nuestro hogar deberíamos probar a conectarnos por Wi-Fi 4, ya que este estándar tiene un alcance mayor y puede ofrecer una conexión más estable en aquellos lugares en los que el otro estándar no es capaz de llegar.

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