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Ford elige Valencia para dos de sus nuevos eléctricos
Aunque todavía no sabemos si el futuro del motor está en la electricidad, el hidrógeno o alguna otra tecnología que aún esté por llegar, los fabricantes, como Ford, de momento apuestan por el modelo eléctrico, pues a día de hoy es el único, por infraestructuras, capaz de competir con los combustibles fósiles. Las electrolineras ya permiten desplazarse con tranquilidad por gran parte del territorio nacional, y los planes para los próximos años pasan por la proliferación de bastantes más estaciones de carga.
Las empresas del sector son muy conscientes de ello y, lo que es más importante, de la importancia de incrementar la oferta y de reducir el umbral de entrada para este modelo de movilidad. Y es que, guste o no, a día de hoy comprar un coche eléctrico es bastante más costoso que hacerse con un modelo con motor de gasolina o gasoil. La rentabilidad es un factor clave y parece que Ford ha decidido poner el foco en la misma para su próxima generación de eléctricos.
Así, este ha sido uno de los factores clave para la elección de su planta de Almussafes, Valencia, para la producción de esta nueva generación de eléctricos, frente a la otra opción europea, que era la planta que el fabricante tiene en Saarlorius, Alemania. La de Almussafes es una instalación histórica, abierta en 1973, y que desde entonces ha supuesto un importante motor tanto para la propia localidad como para la comarca.
Aunque todavía no se ha hecho público cuáles, se sabe que la planta de Almussafes producirá dos nuevos modelos eléctricos de Ford basados en la arquitectura G2. Según las estimaciones, este movimiento por parte de la compañía asegura la continuidad de esta instalación por un mínimo de 15 años, si bien es cierto que será necesario un proceso de adaptación, que también incidirá en los trabajadores de la misma, para adaptarla a la producción de eléctricos.
Los planes de Ford pasan por lanzar tres nuevos vehículos eléctricos de pasajeros y cuatro nuevos vehículos comerciales, también eléctricos, en Europa de aquí a 2026, en un intento alcanzar un ambicioso objetivo de ventas: 600,000 vehículos. Esta meta se relaciona, de manera muy directa, con los planes de la Unión Europea, de prohibir la venta de vehículos nuevos con motor de combustión a partir de 2035.
Sea como fuere, sin duda esta es una excelente noticia para Almussafes y su comarca, que además de confirmar de este modo la permanencia de la planta durante más de una década, también trae a nuestro país un pedacito de la innovación en lo referido al desarrollo de vehículos eléctricos, que a día de hoy son la principal baza de futuro frente a los de combustibles fósiles, que ya han iniciado una lenta pero inexorable decadencia.
“Llevar nuestra nueva producción de vehículos eléctricos a Valencia nos ayudará a construir un negocio rentable en Europa, asegurar empleos de alto valor y aumentar la oferta de Ford de vehículos eléctricos premium, de alto rendimiento y totalmente conectados que satisfagan la demanda de nuestros clientes europeos”, ha afirmado Stuart Rowley, presidente de Ford Europa y director de transformación y calidad de la compañía, en un comunicado.