Nuestros lectores hablan: ¿estáis dispuestos a pagar más por un smartphone de gama media?

El precio medio de un smartphone de gama media ha subido bastante en los últimos dos años. Incluso empresas como Xiaomi, que antes destacaba entre la competencia por ofrecer modelos como la serie Lite a precios realmente ajustados y con un buen nivel de prestaciones, siguió ese camino y como consecuencia de ello dicha serie ya no tiene nada de pequeña si hablamos de precios.

Sigamos con Xiaomi como ejemplo para ilustrar esta tendencia, ya que durante años ha sido una de mis compañías favoritas por el valor precio-prestaciones de sus smartphones. El Xiaomi Mi 9 Lite llegó al mercado español con un precio de 319 euros, una cifra que no llegaba a ser del todo económica puesto que superaba la barrera de los 300 euros, pero que ofrecía un valor interesante tanto por su acertada configuración de hardware (montaba un Snapdragon 710) como por sus cámaras (tenía tres cámaras y una de ellas era una gran angular) y por su calidad de construcción (estaba terminado en aluminio y cristal).

El Xiaomi 12 Lite, lanzado en julio del año pasado, ha experimentado importantes mejoras a nivel de hardware, algo normal teniendo en cuenta que hay tres años de diferencia entre este y el Xiaomi Mi 9 Lite, pero su precio subió hasta los 449 euros, y por el camino se dejó el chasis de aluminio para implementar uno de plástico. Tenemos un terminal más potente y capaz, cosa normal por el paso del tiempo, que es 130 euros más caro y que tiene una calidad de construcción inferior. Creo que el problema es evidente, ¿verdad?

Esa tendencia de precios al alza en el mercado smartphone la hemos visto también en terminales de gama media de otras marcas, sobre todo en aquellas que enfocaban su estrategia de una manera similar a la de Xiaomi. En este sentido, Realme sería otro buen ejemplo, ya que recuerdo perfectamente que compré en 2019 un Realme 5 Pro con SoC Snapdragon 712, 4 GB de RAM y 128 GB de capacidad de almacenamiento por solo 200 euros, y el modelo actual equivalente, el Realme 10 Pro con SoC Snapdragon 695, superó los 300 euros.

Los grandes fabricantes justifican este aumento de precio partiendo de dos grandes claves, el incremento de los costes y la mayor calidad y prestaciones de la gama media. A priori podríamos pensar que tiene sentido, pero la verdad es que ese aumento de prestaciones no es más que una consecuencia natural del paso del tiempo y de la evolución del hardware, y que el aumento de los costes al final tampoco sirve para justificar una diferencia de precio que oscila entre los 100 y los 200 euros.

Personalmente, creo que los precios de algunos terminales que eran iconos de la gama media por valor precio prestaciones han llegado a un nivel ridículo, y que han perdido buena parte de su sentido, sobre todo porque en muchos casos ese encarecimiento es muy difícil de justificar. Yo no pagaría más por un smartphone de gama media, si quisiera gastar más dinero me iría directamente a por la gama alta. Y vosotros, ¿qué pensáis? Nos leemos en los comentarios.