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Análisis

Audi Q4 Sportback 40 e-tron, rastreo

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Master of puppets I’m pulling your strings Metallica (Master of Puppets, 1986)

Eran las siete de la mañana de un febrero sueco especialmente frío, la nieve había tapado con una capa fantasmal las cabañas, los coches, las furgonetas y todo el material que se encontraba en el patio del taller. Alguien abrió con dificultad la puerta metálica para dejar paso a una docena de figuras sombrías que acudieron lentamente luchando con el frío y avanzando por la nieve con paso lento y vacilante. Ya dentro una luz mortecina iluminó sus rostros mientras se tomaban su tiempo para calentarse las manos con las tazas de café que solícito había repartido Sebastian, el aprendiz. Sobre una mesa salpicada por manchas de grasa lucía la placa «Audi Sport» y detrás, en las paredes, dos coloridos poster del Audi 80 Quattro. El mismo coche que debajo de una gruesa tela que apenas tapaba las formas de su carrocería esperaba a que se templaran esas manos con las tazas de café mientras parte de sus piezas yacían en el suelo. Aunque las entrañas de ese coche abrigado y expectante ya poco tenían que ver con las del que lucía en esas fotografías. Estos hombres habían estado trabajando día y noche para convertir un vehículo mecánicamente avanzado pero destinado a ser un coche familiar en una bestia de competición.

Un coche capaz de devorar sin titubeos las traicioneras y resbaladizas curvas de las 25 etapas a manos de Stig. Un tipo que cuando le conocías no tenías ninguna duda que no iba a exigir ni una pizca menos que lo máximo, tanto de las máquinas como de los hombres. «Tenemos dos horas» suspiró Peter dejando la taza metálica sobre la mesa de trabajo junto a los enrevesados planos de la transmisión llenos de anotaciones. Rápidamente los mecánicos se deshicieron de sus abrigos para mostrar sus monos de trabajo. Sin decir ni una palabra retiraron entre todos la tela que tapaba el coche y se dividieron en dos equipos. Mientras aflojaba las tuercas del soporte del motor, Gunther no podía evitar pensar en lo que había soñado la noche anterior. Una pesadilla en la trabajaba en un taller limpio, impoluto, deslumbrante. Abría el capó de un Audi, con sus cuatro inconfundibles aros entrelazados, y no encontraba el motor. Miraba sus manos y no estaban manchadas de aceite. Luego unos mecánicos desmontaban una monstruosa batería de la parte de debajo del coche. Tragó saliva con angustia y siguió con su trabajo…

La historia de Audi en el mundo de la automoción estará siempre relacionada con sus éxitos deportivos, pero también con su apuesta por el desarrollo tecnológico y mecánico, como la de la tracción total y otros avances en seguridad. Con esta importante tradición como marca a la vanguardia de las innovaciones no es de extrañar que el fabricante de Ingostadt haya abrazado sin titubeos la evolución de sus modelos para incorporar motorizaciones elécticas, es cierto que dentro de la estrategia que ha marcado el grupo Volkswagen para el presente y el futuro de sus modelos.

Modelo analizado Audi Q4 Sportback
Motor y acabado Black line edition 40 e-tron
Potencia 204 CV
Velocidad máxima 160 Kmh
Aceleración o-100 8,5 s
Largo/ancho/alto 4588/1865/1614 mm
Potencia máxima RPM 204 CV
Par máximo Nm/RPM 310 Nm
Caja de cambios Automático
Web https://www.audi.es/
Precio 61.590 euros (antes de ayudas)

Ya pudimos ver un guiño de este compromiso con la evolución eléctrica con su prototipo Audi A3 e-tron, emparentado estrechamente con el que llegaría a ser el Volkswagen e-Golf, y que ya en 2011 mostraba el compromiso de la marca con los motores eléctricos. Bastante más tarde y con la llegada de la apuesta total del grupo Volkswagen por la plataforma MEB, llegó la oportunidad de Audi para basarse en la misma y poner en el mercado sus propias propuestas en paralelo con las otras marcas del grupo, manteniendo el apellido e-tron para estos modelos.

Compañeros

Uno de los modelos que ha lanzado este fabricante dentro de su gama de eléctricos ha sido el modelo Q4 e-tron, compañero de plataforma del Volkswagen ID.4 y del Skoda Enyaq aunque en este caso con una longitud de carrocería algo mayor. Para nuestra prueba el fabricante nos ha facilitado la variante Sportback de este modelo. Es la denominación que usa Audi para sus modelos «sportwagon», con más espacio de carga y una línea deportiva con respecto al modelo estándar.

El aspecto exterior del Audi Q4 Sportback 40 e-tron recuerda las líneas del resto de SUV de la marca y en este sentido se trata de un acercamiento menos radical que otras marcas del grupo en las que el diseño de las versiones eléctricas se desmarcan estéticamente de forma radical de las versiones con motor térmico. El frontal de este Q4 destaca por lucir en el centro de la parrilla, que no tiene utilidad para tareas de refrigeración, el emblema de la marca de los cuatro aros. La calandra tiene una decoración de aluminio facetado muy vistosa.

Esta parrilla, con un acabado en tono negro que es propia de la versión Black line que hemos probado, queda arropada en los laterales por dos grandes grupos ópticos desarrollados con tecnología Matrix Led que disponen de lavafaros. El frontal queda rematado por un spoiler que oculta otra parrilla en la parte más baja del coche que, esta sí, se encarga de llevar el aire al sistema de refrigeración líquida de las baterías que ocupan la parte inferior del chasis de este modelo.

Perfil deportivo

El perfil de la carrocería de este modelo es peculiar porque la caída del perfil en la parte trasera es muy pronunciada, más que en otros modelos con pretensiones similares. Se tratra de un recurso que se ha utilizado mucho precisamente en los Sportwagon, coches con carrocería familiar con aspiraciones deportivas, en los que las líneas del tradicional maletero tipo «ranchera» bajaban bruscamente para mejorar el rendimiento aerodinámico y ofrecer un look más deportivo.

Las llantas doradas de 20 pulgadas diseñadas por Audi Sport, el departamento de preparación para competición de la casa alemana, son impresionantes y dan otro importante toque deportivo al conjunto. La parte trasera tiene, como es inevitable, un diseño muy distinto al Q4 con carrocería estándar ya que el spoiler no se coloca en la parte superior del portón trasero sino debajo del parabrisas y por encima del logotipo de la marca.

A partir de ahí el diseño de la trasera es el mismo para las dos versiones, con unos grupos ópticos que recorren toda la parte trasera unidos por una moldura de plástico. En la parte inferior sobresale un generoso parachoques y más abajo molduras en plástico negro para dar un remate deportivo a esta parte de atrás. En esta pieza de plástico queda grabado el distintivo e-tron para indicar que se trata de un modelo con motor eléctico dentro de la gama de Audi.

Interior cuidado

Pero es en el interior del Audi Q4 Sportback 40 e-tron donde creemos que se encuentran las mayores diferencias con respecto a sus compañeros de plataforma y grupo de automoción. Como es habitual en otros modelos de la marca y de otras marcas como Alfa Romeo, se ha enfocado la distribución de controles y pantallas para que sean lo más accesibles y visibles posible para el conductor. También nos han parecido especialmente reseñables los asientos delanteros con un diseño realmente anatómico y adaptado a un coche de altas presaciones por su gran sujección en curva, sin ser asientos específicamente deportivos.

Los acabados y materiales del interior son muy buenos con una muy buena atención a los detalles incluso en lugares que no están a la vista. El tacto del salpicadero en general y de la parte superior del mismo en particulare nos ha parecido especialmente agradable. La pantalla del sistema de información y entretenimiento es de 11,6 pulgadas con una calidad de imagen muy alta además de buena visibilidad en toda circunstancia de iluminación y respuesta muy rápida de los controles táctiles. El único pero es que se encuentra encajada en la parte superior del salpicadero y por lo tanto algo baja con respecto a otros modelos.

Otra pantalla que destaca es la del panel de instrumentos «virtual» tras el volante, que en esta ocasión no monta la pantalla que encontramos en el ID.4 o en el Enyaq, sino que se trata de una pantalla de 10,25 pulgadas que permite visualizar mucha más información que la que permiten sus compañeros de plataforma. Dispone de distintas posibilidades de configuración para poder distintos datos bajo nuestra mirada, incluso la posibilidad de visualizar el mapa del navegador o los detalles del contenido que estamos reproduciendo, incluso la imagen del álbum si escuchamos música.

Pantallas de calidad

Esta pantalla es uno de los más importantes puntos a favor a la hora de comparar el Audi Q4 Sportback 40 e-tron con el resto de eléctricos de categoría similar dentro del grupo Volkswagen. Otro detalle interesante es el sistema de sonido, que en este modelo está a cargo de un viejo conocido de los aficionados de la tecnología: la empresa californiana Sonos. Se trata de una alianza reciente para optimizar la calidad de la reproducción de audio, que en un coche eléctrico gracias a las características de poco nivel de ruido es especialmente importante.

También nos han gustado algunas soluciones prácticas que se han adoptado como por ejemplo una pinza de plástico que sujeta el teléfono móvil en su sitio cuando lo apoyamos en el hueco correspondiente, que en este caso disponía de carga inalámbrica además de dos conectores USB-C. Encontramos otro hueco adicional tras los mencionados conectores. También buenos los acolchados del reposabrazos central y de los laterales que se encuentran en cada puerta.

La parte de atrás de este modelo de Audi dispone de menos altura por el mencionado diseño de la carrocería, pero lo cierto es que no hemos notado demasiada dificultad para acceder al interior ni hemos notado mucha limitación en altura. Es algo más bajo que otros SUV eléctricos de tamaño parecido y por lo tanto admite personas de talla algo menor, pero suficiente para adultos de hasta 1,80 metros. El espacio en anchura es más que de sobra para dos adultos y algo más justo para tres. El espacio para las piernas es bueno y la distancia al suelo permite que las rodillas no vayan elevadas incluso para personas altas.

Plazas traseras cómodas

Las plazas traseras disponen de conectores USB-C y salidas de ventilación.  El maletero es una baza importante de este modelo ya que es bastante amplio y cómodo de utilizar. Dispone de hasta 535 litros de capacidad con la fila trasera de asientos disponible y es posible alcanzar hasta los 1.460 litros de capacidad. El portón del maletero es de apertura motorizada y el piso del maletero puede colocarse a dos alturas. Hay dos huecos adicionales detrás de los pasos de rueda para colocar objetos. En nuestro modelo encontramos una útil red para sujetar la carga.

En lo que respecta a las prestaciones la mecánica es idéntica a la de otros modelos del grupo con 204 caballos y 310 Nm, en este caso con tracción trasera pero hay modelos con tracción a las cuatro ruedas y hasta 299 caballos. Con esta motorización el Audi Q4 Sportback 40 e-tron según las cifras del fabricante es capaz de acelerar de cero a cien kilómetros por hora en 8,5 segundos, exactamente lo mismo que los modelos de Volkswagen o Skoda con las mismas características.

Batería de 77 kWh

La batería en este modelo tiene una capacidad de 77 kWh que le otorga una autonomía homologada por el ciclo WLP de 512 kilómetros, algo menos que los 524 del ID.4 y bastante menos que los 544 del Skoda Enyaq por causa de su mejor aerodinámica (el peso es prácticamente el mismo para los tres). Al igual que los otros dos modelos mencionados este Q4 de Audi es capaz de cargar a 135 KW en corriente contínua y hasta 11 KW si cargamos con corriente alterna.

Al volante de este modelo eléctrico lo primero que notamos es la peculiar geometría del volante, achatado no solamente en la parte inferior sino también en la superior. El tacto del acelerador y el freno es muy parecido a otros modelos eléctricos que hemos probado de la marca, suave cuando conducimos a baja velocidad por ejemplo en recorridos urbanos y con un buen tirón cuando pisamos el acelerador, aunque no transmite una sensación de potencia similar a otros modelos de la competencia con motorizaciones superiores.

Viajes confortables

Cuando aumentamos la velocidad enseguida percibimos el excelente trabajo en lo que respecta a la insonorización y al ensamblado de los elementos del coche ya que por un lado el ruido aerodinámico es mínimo y no se notan ruidos propios de piezas mal acopladas. Otro elemento de confort que también hemos notado es el buen trabajo de las suspensiones a la hora de amortiguar las irregularidades de la carretera. El resultado de estas dos características es el elevado confort de marcha que se percibe al viajar en este Audi Q4 Sportback 40 e-tron. Si a esto le unimos el excelente equipo de música la vida abordo es muy agradable.

Es un coche más pensado para autopista que para carreteras viradas más exigentes. Al tratarse de un coche pesado se nota sensiblemente en los apoyos, aunque por su bajo centro de gravedad y la calidad de las suspensiones el efecto final es que podemos tomar curvas a buena velocidad sin que se descomponga. En definitiva no tiene la agilidad de un deportivo y las sensaciones al volante de un coche de estas características pero se puede conducir rápido en carreteras con curvas sin problemas, también teniendo en cuenta que la reserva de potencia siempre está dispuesta. Nuestra sensación es que en este sentido es más ágil que sus modelos hermanos.

Tras el volante disponemos de un sistema de levas que permite configurar los distintos niveles de retención del motor eléctrico de forma más cómoda que con otros modelos. Es una ventaja para poder conducir de modo más eficiente y conservando energía. Al respecto el Audi Q4 Sportback 40 e-tron ha consumido entre 19 y 21 KWh en recorridos de autopista y en ciudad es posible mantenerlo en 17. Como siempre estas cifras varian mucho según tengamos puesta la calefacción o no, la carga del coche y el estilo de conducción. En cualquier caso no hay diferencias significativas con los modelos de Volkswagen y Skoda.

Conclusiones

El Audi Q4 Sportback 40 e-tron es un coche eléctrico con una personalidad propia, a pesar de derivar de la plataforma común de Volkswagen para coche eléctricos. El primer elemento es el de la carrocería, que en este caso está inspirada en los SUV de la marca en vez de buscar diferenciarse con un diseño particular. El segundo y quizás el más importante es el interior, en el que aunque no se alcanzan las cotas de exclusividad de los modelos más altos de gama de Audi se nota un buen empleo de materiales y acabados.

Destaca el panel de indicadores con una pantalla de mucha mejor calidad y mucho mayor tamaño que el de otros modelos del grupo, algo que pude parecer poco importante pero que permite proporcionar más información y más ordenada para el conductor. El rodar del este modelo es muy bueno con altas cotas de confort y bien preparado para carreteras viradas y terrenos irregulares. La guinda del pastel es el sistema de sonido desarrollado conjuntamente con el fabricante de dispositivos de audio Sonos.

Valoración final
8.6 NOTA
NOS GUSTA
Excelente confort de marcha
Equipo de sonido
Maletero
A MEJORAR
Consumos algo altos
RESUMEN
Un coche eléctrico con una carrocería SUV tradicional y con un nivel de confort y acabados muy alto.
Prestaciones8.5
Diseño8.5
Consumo7.5
Confort9.5
Sistema de infoentretenimiento9

 

 

 

 

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