Conecta con nosotros

Análisis

Megane e-Tech eléctrico, procesos

Publicado

el

No puedo vivir sin ti no hay manera Coque Malla (Cuatro Canciones, 2007)

Doña Isabel ha recogido la ropa del tendedero y le duele la espalda, pero no se queja porque no hay nadie que la escuche. No habrá nadie hasta primavera que venga a verla su nieta un par de días, a la que dirá que está bien, aunque se siente espantosamente sola. Y le hará torrijas en pleno mes de mayo. Pero ahora todo eso da igual y hay melones en marzo. Isabel no sabe que este año su nieta no podrá venir porque tendrá un viaje que hacer para buscar trabajo. Y lo encontrará pero lejos de donde ella quisiera. Y tampoco será el trabajo que ella buscaba. Pero los tiempos no están para otra cosa, lo que sea lo que signifique eso. Habrá más primaveras sin nieta. Caen un par de pinzas de la ropa en el patio y doña Isabel suspira, mientras por la calle ve pasar a Raúl y Celia que corren despreocupados, cruzando sin mirar y dejando escapar carcajadas rozándose las manos sin tocarse. Cómo le embriaga la juventud, la siente intensa y radiante desde la pequeña terraza de su tercer piso. Y esa juventud se le atraganta al pensar cómo había salido de ella hace ya mucho. Y piensa: dónde vais con esas camisas tan blancas, a dónde correis. Y es que una camisa limpia hay que respetarla, piensa doña Isabel doblando sus blusas gastadas de tanto uso, tanto sol y tanta lejía. María Dolores López, que ella siempre quiere que la llamen con nombre completo y apellidos, observa desde detrás de la cortina a Isabel mientras escucha la radio. Ya ni se molesta en subirla pero apenas la oye. Y en secreto envidia las visitas de la nieta de Isabel mientras encuentra consuelo apurando su vaso de anís. Esta mañana lleva ya cuatro y aún no es mediodía.

Liang Wei, en la puerta de su tienda fuma sin ganas y observa revolotear las camisas blancas de Raúl y Celia como palomas que se escabulleran calle arriba. Las risas le dejan un vacío de amargura al pasar sin detenerse por delante de la puerta. Liang Wei dudó por un instante, igual se paraban a comprar y su cuerpo se tensó por un instante y su mano se extendió hacia el interior de la tienda. Pero ellos pasan de largo y Liang Wei suspira una nube de humo. Está cansado pero le espera aún mucha jornada hasta que cierre bien entrada la noche. Suspira pensando en la libertad de los dos jóvenes que nunca ha tenido el valor de saborear. Y sus pensamientos se le escapan a los precios de los refrescos y a la hora a la que viene el repartidor y el cigarrillo se consume y consume sus pulmones. No sabe que tendrá que volver a Zhujiajiao para atender a su padre. Justo en primavera. Raúl y Celia rien y corretean por la calle hacia el descampado. No hace falta decirlo, ambos saben que se dirigen hacia allí. Se han puesto elegantes para su graduación, pero no porque quieran aparentar o quedar bien con nadie, se han puesto elegantes para ellos mismos y el uno para el otro. Por eso mientras corren miran la camisa del otro y se les escapa una carcajada tras otra. No saben lo que son ellos dos, solamente que no son novios. Eso no. El sol hace brillar la tela que ya ha abandonado la presa del pantalón para agitarse sobre la cintura dejando ver la piel cobriza de Celia y la piel blancuzca de Raúl. Se acercan casi sin aliento a la cima de la colina donde pueden observar el barrio. «¡Mira!, una caja de metal» señala cantarina Celia. Raúl la coge y la limpia con la mano. Y yo espero dentro…

La gama de eléctricos de Renault está transformándose poco a poco desde la apuesta por utilitarios como el Zoe y ya empieza a poblar su catálogo de modelos con motorizaciones eléctricas de mayor tamaño que cubren un espectro más amplio de necesidades de movilidad. Dentro de esta nueva y completa propuesta el fabricante francés ha utilizado el emblemático nombre Megane despojándole de la tilde y cambiando el color de la letra e del final para distinguirlo de las versiones de combustión del Mégane (este sí con tilde) para ofrecer un eléctrico interesante con un tamaño intermedio que compite con modelos como el ID3 de Volkswagen o el Peugeot 308.

Modelo analizado Megane E-Tech
Motor y acabado E-TECH 100% eléctrico
Potencia 218 CV
Velocidad máxima 160 Kmh
Aceleración o-100 7,4 s
Largo/ancho/alto 4199/1768/1505 mm
Potencia máxima RPM 218 caballos
Par máximo Nm/RPM 300 Nm
Caja de cambios Automático
Web https://www.renault.es/
Precio 43.200 euros (antes de ayudas)

A diferencia de otros fabricantes, como los del grupo Stellantis, y a pesar de la similitud con el nombre de la gama Mégane, este modelo no compartirá plataforma con los modelos híbridos o de combustión sino que se trata de un diseño realizado desde cero para adaptarse a la motorización 100% eléctrica.  Este modelo ofrece dos niveles de potencia (131 y 208 caballos) que se pueden combinar con dos tamaños de batería (40 y 60 kWh)  y distintos acabados para proponer cuatro versiones distintas que se adaptan para su uso en ciudad pero también para realizar viajes gracias a una autonomía que puede alcanzar los 470 kilómetros.

Según lo que hemos podido leer en declaraciones realizadas por parte de los representantes de Renault sobre la creación de este modelo, el concepto del diseño del Megane e-Tech eléctrico se basa en la filosofía «Sensual-Tech» que recoge influencias del diseño de dispositivos de alta tecnología y de la alta fidelidad pero respetando las líneas aerodinámicas de un coche moderno y deportivo para no abandonar el lenguaje visual y las señas de identidad de los modelos de la marca. Lo que parece claro es que este modelo está pensado para distinguirse de forma clara del resto de la familia de vehículos Renault.

Crossover eléctrico

El exterior revela una carrocería de tipo Crossover, algo más baja que la de un SUV convencional, en la que destaca la combinación de colores en la que el color de la carrocería y el color negro de las distintas molduras combina con el color dorado de ciertos elementos en la toma de aire de la parte delantera con una vistosa pieza colocada a los lados del mismo, o la parte inferior de la trasera del coche. Ya hemos visto estos detalles estéticos en otros modelos de Renault pero en este son especialmente vistosos. Estos elementos dan un aspecto original al coche, que por lo demás luce un diseño moderno y deportivo con grupos ópticos muy finos y alargados en la parte delantera que quedan unidos por un elemento de plástico transparente con fondo negro que luce el emblema de la marca en el centro.

Como en otros eléctricos el que no sea necesaria una parrilla de refrigeración grande para hacer llegar aire al motor permite un diseño más limpio y moderno del frontal de este modelo. En la parte inferior sí que aparece una parrilla dividida en dos por la citada moldura en color dorado que se encarga que la refrigeración de las baterías haciendo llegar aire al adiador del sistema de cuatro inyectores de líquido que se ocupan de mantener la temperatura de funcionamiento de las mismas y también del motor. Las ópticas alargadas y finas de los faros full led tienen continuidad en las luces de posición e intermitentes con forma de bumerang que se alargan hasta la parte de abajo.

El perfil lateral luce una «cintura alta» que muestra una línea correspondiente a las lunas laterales y trasera que se estrecha mucho hacia la zaga y que a primera vista parece dejar una visibilidad muy escasa en la parte de atrás para maniobrar (problema que como veremos Renault ha solucionado de forma original). A partir del pilar B los cristales son oscurecidos lo que hace que se mimeticen con los mencionados pilares de color negro y que parezca todo una misma pieza. Las llantas de 20 pulgadas de diseño especial para deducir al máximo la resistencia aerodinámica añaden un toque estético moderno al conjunto.

Maletero alto

En la parte trasera destaca el gran spoiler y un portón que ocupa casi todo el espacio dejando muy poco terreno para la parte acristalada. La puerta del maletero se encuentra muy arriba dejando bastante lugar para un paragolpes de gran tamaño rematado en la parte inferior por una gran moldura negra con la pieza de color dorado que mencionábamos insertada en la mitad de la misma. También en la parte de atrás se ha optado por unos grupos ópticos alargados, aunque en esta ocasión se ensanchen para lograr una mejor visibilidad de las luces de posición, marcha atrás y freno.

Pero aunque el aspecto exterior del Megane E-Tech es uno de sus factores diferenciales, es en el diseño interior donde Renault ha puesto realmente el acento. Tanto que podríamos decir que ha arrebatado nada menos que a Tesla uno de sus puntos factores más llamativos: el de las pantallas. En este modelo del fabricante francés no solamente podemos ver una gran pantalla vertical de 12 pulgadas en la parte central del salpicadero y otra de 12,3 pulgadas tras el volante con funciones de instrumentación, sino que además el retrovisor dispone de una pantalla en la que podemos ver la imagen que devuelve la cámara trasera. Una forma inteligente de compensar la poca visibilidad a través de la luna de atrás.

La calidad de todas las pantallas es muy buena y tienen una excelente visibilidad en cualquier circunstancia. La instrumentación tiene distintas posibilidades de configuración para mostrar información completa de los datos del coche y la posibilidad de mostrar el mapa del navegador ocupando incluso la pantalla por completo. En lo que respecta a la pantalla central nos ha gustado la combinación entre botones físicos, en la parte inferior de la pantalla (principalmente para las funciones de climatización), y una zona de botones táctiles en la parte superior que permite acceder directamente a ciertas funciones sin necesidad de navegar por los menús. La respuesta del sistema es rápida y los menús legibles.

Sistema Android

Parte de las bondades del sistema de información y entretenimiento se basan en que Renault ha adoptado para este sistema OpenR Link Android Automotive de Google. Esto además de proporcionar una buena experiencia gracias al know how de la empresa americana en lo que respecta a la interfaz de usuario, permite integrar funciones como Google Maps o Google Assistant (asistente de voz) además de optimizar la compatibilidad y conectividad con teléfonos móviles. Por cierto este modelo lleva incorporada una bandeja en la parte inferior del salpicadero que permite depositar el teléfono y dispone de carga inalámbrica.

En lo que respecta a los asientos los delanteros son cómodos y sujetan bien en las curvas, sin llegar a ser deportivos. En la versión que probamos disponían de ajustes eléctricos, están calefactados y disponen de función de masaje con cuatro programas distintos. El espacio es bueno aunque la postura de conducción es algo más erguida que lo normal en un turismo. La visibilidad trasera efectiva utilizando la pantalla es buena y el retrovisor electrónico permite varias funciones de configuración para configurar la cámara. El piso del interior del coche está algo elevado por la presencia de las baterías bajo el mismo. Esto hace que haya poca distancia entre el borde inferior del acceso al interior del coche y el piso.

En la parte trasera la habitabilidad es algo justa para tres personas, como es habitual y además la altura del suelo que hemos mencionado hace que tengamos que sentarnos con las rodillas algo elevadas en el caso de superar los 1,70 metros. Esto es algo habitual en algunos modelos eléctricos por la mencionada presencia de las baterías. Sin embargo y a pesar del diseño aerodinámico de la carrocería, la altura disponible no es demasiado reducida y se viaja bastante cómodos en ese sentido. En esta parte trasera está disponible tanto una doble salida del sistema de ventilación y dos conectores para dispositivos móviles tipo USB-C.

Buen maletero

El maletero de este modelo de Renault es de 389 litros, que es una muy buena cifra, y dispone además de un espacio bajo el suelo del mismo que está especialmente pensado para colocar los cables de carga del vehículo, pero que también puede utilizarse para otras finalidades. El espacio total disponible si abatimos la segunda fila de asientos es de 1.245 litros, lo que permite utilizar a este coche para transportar un considerable volumen de carga. El único inconveniente es que por el diseño de la parte trasera el borde de la superficie de carga que hay que superar para colocar objetos en el maletero es alto, lo cual puede ser problemático cuando tengan un peso considerable.

En lo que respecta a la prueba de conducción hay que tener en cuenta que hemos analizado la versión que dispone de un motor de 220 CV (aunque la cifra real sea de 218 si tenemos en cuenta la conversión de los 160 KW declarados como potencia del motor) y un conjunto de baterías de 60 kWh. Esto hace que según la ficha técnica del fabricante este modelo sea capaz de acelerar de cero a 100 kilómetros por hora en 7,4 segundos y que la autonomía homologada por el ciclo WLTP sea de 461 kilómetros. La cifra de par también es alta en este caso y como es habitual en modelos eléctricos y alcanza los 300 Nm. La otra motorización alcanza los 130 caballos.

La suavidad habitual de funcionamiento de los eléctricos es especialmente destacable en este Megane E-Tech. Tanto el tacto del acelerador como las sensaciones de conducción y la respuesta del sistema de suspensión contribuyen a que los primeros kilómetros sean muy agradables en cuanto a conducción, tanto en la conducción urbana como al salir a la carretera o autopista. También el confort acústico es muy destacable en cualquier circunstancia, en la mayoría de los casos solamente escucharemos el sonido de la bomba de calor del sistema de climatización que quedará cubierto si ponemos en marcha el notable equipo de música que incorpora la versión que hemos probado.

Buena respuesta

En carretera los 218 caballos son más que suficientes para manejarse con soltura en cualquier situación. Aunque no se puede decir que tenga una respuesta comparable a otros eléctricos (con muchos más caballos) pero la sensación es que tenemos entre manos casi un deportivo. Es más, en el modo de conducción Sport las reacciones al acelerador son incluso bruscas, pero una vez dominadas regalan sensaciones por encima de lo que suele proporcionar un turismo con orientación familiar incluso con ínfulas deportivas. Nos ha gustado mucho también la suspensión que permite afrontar curvas a buen ritmo sin descomponerse.

Desde los mandos tras el volante podemos graduar la retención del motor eléctrico, lo cual permite personalizar la experiencia y llegar a conducir con poca intervención del pedal del freno en trayectos urbanos. Eso sí, en modo de retención máxima no permite detener el coche del todo. Sin embargo nos ha parecido uno de los sistemas de selección de retención más naturales que hemos probado y nos ha hecho pensar en que ya es hora de que los fabricantes sean más sofisticados y se apliquen con más fuerza con estos detalles que en el fondo mejoran mucho la experiencia de conducción de un coche eléctrico.

En lo que respecta a los consumos este modelo de Renault ha resultado ser muy comedido, sin necesidad de estar demasiado atentos a cómo administramos la potencia con el pedal del acelerador. En ciudad, un terreno más fácil para conseguir buenos consumos, hemos podido mantenernos en el entorno de los 15 Kwh sin salir a carretera o autopista y con un ritmo normal. En carretera y autopista los consumos también son bastante razonables manteniéndose en el entorno de los 20 Kwh, que suben mucho si seleccionamos el modo Sport y empezamos a divertirnos o si tenemos que subir cuestas empinadas.

Conclusiones

La impresión que nos queda después de probar el Megane E-Tech es que Renault ha dado unos pequeños pero decisivos pasos para mejorar la conducción y uso de este tipo de vehículos. El coche eléctrico está madurando pasos agigantados y los fabricantes se están empleando a fondo para limar ciertos aspectos mejorables. Es fácil quedar deslumbrados por la potencia disponible en cada momento, el ahorro a la hora de cargar y aparcar en las grandes capitales o incluso la parte de las emisiones nulas, pero un coche es mucho más. Es importante que sepa responder a las necesidades de movilidad pero también ofrecer nuevas características que hagan de la experiencia de conducción algo placentero y seguro.

El ajuste del sistema de propulsión, la incorporación del sistema operativo Android, las pantallas de buena calidad, el sistema de retención, la pantalla que sustituye al retrovisor… son factores bien estudiados por parte de la marca francesa que muestran en muchos casos el camino a seguir. Además este modelo ofrece un diseño moderno y agradable si caer en un aspecto demasiado rompedor y en el interior ha conseguido una mezcla de soluciones más tradicionales y cómodas con otras de alta tecnología. Algunas lagunas como la habitablidad trasera o el acceso al maletero son pequeños detalles que se convierten en peculiaridades para un coche interesante que por si fuera poco ahora tiene un precio más interesante.

Valoración final
8.7 NOTA
NOS GUSTA
Buenos consumos
Comportamiento en carretera
A MEJORAR
Habitabilidad trasera
RESUMEN
Un buen coche eléctrico con muchos aspectos positivos y en conjunto cómodo, con buenas prestaciones y consumo razonable.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo9
Confort8
Sistema de infoentretenimiento9

Lo más leído