Nueva (vieja) disposición de las cámaras en los iPhone 16
La recién inaugurada primavera y buena parte del verano nos separan, todavía, de la presentación y el lanzamiento de los iPhone 16 que, salvo sorpresa, verán la luz con la vuelta al cole de septiembre de 2024. Una generación que, como ya nos indica su número, es la… decimo octava. Sí, efectivamente, quizá los más jóvenes no lo recuerden, pero hasta la llegada de la generación de los iPhone X la nomenclatura de cada generación no era un valor numérico autoincremental, pues tras el de primera generación llegó el 3G, después el 3GS, después el 4, después el 4S y así hasta el 6S, 7 y 8 no tuvieron revisión S, y del 8 saltamos al 10 (X).
Sea como fuere, finalmente nos hemos podido acostumbrar a que el número de cada generación sea fácilmente deducible, pues tan solo tendremos que sumar un 1 al de la anterior. Gracias, sistema decimal, gracias Simon Stevin, gracias Gabriel Mouton, gracias Napoleón (aunque luego perdió méritos por razones de sobra conocidas). Ahora bien, que un número y su correspondiente generación hayan quedado en el pasado no significa que hayan desaparecido para siempre.
Y no, no temas, no voy a ponerme en plan «vivirán siempre que los recordemos etcétera», no, me refiero a que, como bien sabes, Apple se ha especializado en recuperar diseños antiguos (es decir, de generaciones pasadas) para volver a emplearlos en generaciones posteriores. En ocasiones esto se aplica al diseño del teléfono en sí, mientras que en otras ocasiones, como la que nos ocupa ahora, se circunscribe a un elemento concreto del mismo.