Amazon elimina competencia en streaming de vídeo, por las bravas

Amazon ha programado la eliminación de su catálogo de venta de los Apple TV y Google Chromecast, rivales directos en la guerra que se libra por los reproductores y servicios de streaming de vídeo.

Amazon utilizará su derecho de vender o no un determinado producto. Hasta aquí bien. El problema es que la plataforma de venta de Amazon no es solo Amazon y la incluyen miles de distribuidores externos que la utilizan y a los que también se prohibirá la venta de estos productos a partir del 29 de octubre con el consiguiente perjuicio para ellos y sus clientes.

El argumento de Amazon para tomar esta decisión es como poco muy débil. Apple TV y Google Chromecast “no son compatibles con el servicio Prime Video” y ello “puede causar confusión a sus clientes”. Por ello Amazon aconseja la compra de reproductores de Roku, las consolas Xbox o PlayStation y por supuesto la propia oferta de Amazon, Fire TV.

Como hablamos en nuestro sitio de canal si Amazon verdaderamente hubiera querido reducir la confusión del cliente habría bastado con un anuncio en la página del producto y no una prohibición de venta. Y en todo caso ¿por qué Amazon no ha creado una aplicación para que esos streamer funcionen en su plataforma de vídeo?

Los medios internacionales le están dando duro a Amazon. Su argumento no se sostiene y es un «peligroso precedente» como titula The Next Web. Bloomberg va más lejos asegurando que, “Amazon utiliza su músculo en el comercio electrónico para tomar ventaja en el mercado del streaming de vídeo“. Techcrunch no se queda atrás y lo describe como “un movimiento anti-competitivo que choca contra uno de los principios básicos de Amazon: la ‘obsesión por el cliente’”.

Cierto es que el Apple TV y el Google Chromecast pueden comprarse en otros sitios pero que el gran portal del comercio electrónico mundial prohíba su venta a terceros, es una decisión que rompe la neutralidad debida por su posición de dominio del mercado, máximo en comercio electrónico. Apple y Google no han respondido pero el caso huele muy mal y no sería extraño que actuaran los reguladores. ¿Qué te parece?