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Guía: ¿Cuánta memoria VRAM necesito realmente?
La llegada de tarjetas gráficas con cantidades enormes de memoria ha llevado a muchos usuarios a lanzarse una pregunta que, ciertamente, se ha ido repitiendo durante los últimos años, y es [pajarito]cuánta memoria VRAM necesitan para cubrir sus necesidades.[/pajarito]
Obviamente no podemos dar una respuesta única y exclusiva que sirva para todos los usuarios, sino que debemos matizarla y concretarla en función de las necesidades específicas de cada persona.
Dado que actualmente existen variantes de 1 GB o 2 GB dentro del sector de gama media-baja, de 2 GB a 4 GB dentro de la gama media-alta y 4 GB a 8 GB dentro de la gama alta hemos querido hacer esta guía para ayudaros a elegir, ya que la diferencia de precio entre unas y otras variantes normalmente es abultado y no siempre nos beneficia optar por las versiones con mayor VRAM.
Dicho esto nos ponemos manos a la obra y como siempre os animamos a dejar vuestras opiniones o dudas en los comentarios.
Empecemos por la base, ¿qué es la VRAM?
La VRAM es un tipo de memoria específicamente diseñada para su uso en soluciones gráficas, y juega un papel muy similar al de la RAM principal, aunque obviamente dentro de su propio campo.
Así, y dicho de forma simple, la RAM tiene por objeto el almacenamiento de datos y la «alimentación» con los mismos a la CPU la VRAM hace lo propio pero con la GPU.
Esto supone que la VRAM almacena, por ejemplo, las texturas, actúa como frame buffer y también guarda otros elementos importantes, como por ejemplo los mapas de sombras e iluminación.
Las exigencias de una GPU son muy elevadas, y por ello es conveniente utilizar este tipo de memoria específica, que normalmente resulta ser mucho más rápida que la memoria RAM convencional, sobre todo en el caso de las GDDR5, que actualmente llegan hasta los 7 GHz.
Ello garantiza una mayor fluidez en el trabajo de la GPU, que nunca se quedará «desabastecida» ni tampoco se producirán «atascos» si la VRAM es lo bastante rápida.
Debemos tener en cuenta que la potencia de la GPU es un elemento importante y del mismo depende el aprovechamiento de la memoria de vídeo. Así, una GPU de gama baja no sacará partido ni siquiera a 2 GB de VRAM, aunque la misma sea de tipo GDDR5, mientras que una GPU de gama alta con 1 GB de GDDR5 estará limitada y no podrá funcionar a plena capacidad.
¿Qué elementos influyen en el uso de memoria VRAM?
La respuesta es más sencilla de lo que puede parecer en un primer momento, y para no caer en complicaciones innecesarias vamos a realizar un resumen con los dos más importantes:
- La resolución que vayamos a utilizar: Actualmente los juegos se renderizan con una profundidad de color de 32 bits por píxel, lo que se traduce si jugamos a 1080p un sólo fotograma ocupa 8,3 MB, resultado de multiplicar 32 x 1.920 x 1.080. Si subimos la resolución a 4K la cifra aumenta a 33,2 MB for fotograma.
- Antialiasing: El suavizado de bordes también influye en la cantidad de memoria de vídeo utilizada, ya que se necesita una mayor cantidad de píxeles para cubrir y disimular los dientes de sierra y ello aumenta, por tanto, el consumo de VRAM.
Esto quiere decir, en esencia, que debemos considerar una mayor cantidad de memoria de vídeo si vamos a jugar en altas resoluciones y a utilizar suavizado de bordes.
Debemos tener en cuenta que actualmente el desarrollo de los juegos tiende a un mayor uso de memoria de vídeo y que, por tanto, la misma juega un papel muy importante actualmente.
¿Entonces cuánta memoria de vídeo necesito?
Lo primer que debemos tener claro tras las bases que hemos expuesto es que depende del juego, evidentemente. No es lo mismo correr juegos como Minecraft a 4K que Skyrim con el pack de texturas a la misma resolución, así que es una necesidad que siempre dependerá del juego en concreto.
Hecha esta matización quiero hacer algunas aclaraciones y desmentir mitos que circulan sobre la VRAM, de forma que así tengamos todos las ideas un poco más claras:
- Un SLI o CrossFire no duplica la RAM, al menos hasta la llegada de DirectX 12, lo que supone que el hecho de tener por ejemplo dos GTX 680 con 2 GB de GDDR5 cada una no nos da un total de 4 GB, ya que no se acumulan. Lo mismo se aplica a configuraciones con tres o cuatro GPUs.
- No podemos hacer SLI con dos gráficas idénticas pero con diferente cantidad o tipo de VRAM. Esto quiere decir que si compramos una GTX 770 con 2 GB no podremos hacer SLI con una de 4 GB. El CrossFire de AMD es más flexible en este caso, pero no es recomendable emparejar dos GPUs con diferente cantidad de RAM, ya que la diferencia no se aprovechará.
- Más memoria de vídeo no implica necesariamente un mayor rendimiento: Esto es una verdad como un templo de grande, ya que si la misma no se utiliza no marca una diferencia, y de hecho en algunos casos puede suponer incluso menos rendimiento. Así, es mejor por ejemplo tener 2 GB de GDDR5 que 4 GB de DDR3. Sin embargo debemos tener cuidado, ya que disponer de menos RAM de la necesaria puede suponer una importante pérdida de rendimiento.
Llegados a este punto podemos lanzarnos a concretar, de forma aproximada ya que como dijimos depende en muchos casos de cada juego en concreto, qué cantidad de VRAM es realmente necesaria.
En tarjetas gráficas de gama alta, como las GTX 980-970 y Radeon R9 290X-290, contar con 4 GB de VRAM es un requisito indispensable, ya que con estas soluciones gráficas utilizaremos altas resoluciones y niveles de calidad ultra que consumirán una gran cantidad de memoria de vídeo.
No es recomendable la compra de estas tarjetas gráficas si vamos a jugar a resoluciones inferiores a los 2K o 1080p en algunos títulos concretos.
Por contra las soluciones con más de 4 GB de RAM no marcan realmente una diferencia de rendimiento, así que no son recomendables ni necesarias, incluso si vamos a jugar en resoluciones 4K.
Puede que a medio o largo plazo marquen una diferencia más visible, pero para entonces habrá soluciones mejores en el mercado y es posible, además, que nuestra GPU no sea capaz de sostener esa resolución con los nuevos juegos que vayan saliendo.
En el caso de tarjetas gráficas de gama media, como las GTX 960 y las R9 280, lo normal es contar con 2 GB o 3 GB de memoria de vídeo. Dicha cantidad es más que suficiente para la finalidad de estas tarjetas gráficas, jugar en 1080p con calidades altas o máximas y no, no tiene sentido comprar las versiones con 4 GB o 6 GB de memoria de vídeo, ya que la misma no se aprovechará en la mayoría de los casos, puesto que la GPU de estas soluciones gráficas no tiene la potencia necesaria para mover juegos en resoluciones 4K y calidades aceptables.
Finalmente dentro de lo que podemos considerar gama baja no vale la pena pasar de 1 GB de VRAM, ya que vamos a jugar en resoluciones inferiores a los 1080p.
Conclusiones
Como anticipamos es casi imposible dar una respuesta única y universal, pero con esta exposición podemos sacar una base sólida y útil, algo que no está nada mal dado lo cambiante y variado que resulta actualmente el mundo del videojuego.
A modo de resumen podemos decir que para jugar en resoluciones inferiores a 1080p contar con 1 GB de memoria de vídeo es más que suficiente. Si vamos a jugar a 1080p necesitamos una gráfica de gama media con 2 GB de VRAM, y finalmente si vamos a comprar una GPU de gama alta para jugar a más de 1080p es recomendable contar con 4 GB de VRAM.
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