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Análisis: Monster Hunter World

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Monster Hunter World

No ha habido que esperar mucho tiempo para que 2018 comience a darnos juegos de alta categoría o “Triple A”. No lo decimos nosotros, lo dice la cantidad de éxitos que ha dejado la saga de Monster Hunter con cada una de sus entregas, si bien son los últimos lanzamientos los que están dejando huella en los jugadores en los últimos años, por su forma de llevar el género de rol a otro nivel. El juego se lanzó para las consolas de la actual generación, Xbox One y PS4, y llegará para PC a finales de 2018.

El auténtico nicho de Monster Hunter es Japón, donde cuenta con una extensa base de fans desde su primera entrega, allá por 2004. Pero no llegó el auténtico “boom” de la saga hasta que Capcom logró conectar a los cazadores entre ellos,  bien a través de entregas para consolas portátiles (Playstation Portable, Nintendo 3DS) o bien con multijugador online (Monster Hunter Frontier, así como sus últimas entregas). Pese al éxito en el país nipón, su popularidad ha ido creciendo constantemente en Occidente, donde se han creado comunidades de jugadores que aumentan con cada entrega, y con Monster Hunter World no va a ser una excepción.

 

En esta nueva entrega viajamos al Nuevo Mundo, donde tras una aparatosa llegada, y conociendo de primera mano la fauna de este continente, llegaremos a la base de operaciones. Nos presentarán a nuestra compañera de cacería, que será conocida como la encargada, quien gestionará nuestras misiones, contratos, etc. También conoceremos al resto de cazadores de la Quinta Flota, a la que pertenecemos y que desembarcamos en el nuevo mundo en busca de nuevos retos.

Realmente tenemos que estar ligeramente familiarizados con la forma que tienen los Monster Hunter de iniciarnos en la cacería, ya que será de una forma un poco abrupta y que podría darnos vértigo. No hablamos únicamente del control del jugador y de su kit de herramientas, sino de todos los elementos relacionados con la interfaz gráfica, los puntos de interés de la base de operaciones, cómo unirnos a las misiones de otros cazadores, etc.

Superada esa fase inicial de familiarización, el juego se vuelve más rodado e intuitivo, pero no deja de ser un primer obstáculo que podría volverse en nuestra contra y darnos una impresión diferente de lo que el juego puede llegar a darnos. En otras palabras, si el juego se tercia complicado de controlar al principio, dadle una oportunidad, porque mejorará considerablemente una vez le cojáis el truco y lo tengáis dominado.

El sistema de misiones es un acierto, y logra lo que hace años era un imposible: juntar al jugador casual con el más exigente. Gracias a su sistema de contratos, podemos elegir qué tipo de reto queremos asumir, con cuántos compañeros, y cuánto queremos profundizar en éstos. Además, cada misión tendrá un tiempo límite, que nos servirá como medidor de dificultad. Los jugadores más casuales podrán jugar el número de contratos que deseen, mientras que aquellos cazadores que quieran exprimir el juego podrán bien elegir las misiones más desafiantes, o bien elegir cualquier misión y explotar cada porción del mapa hasta que se agote el tiempo.

Nada más empezar el juego tenemos que hacer un gran ejercicio de creatividad como sólo en los juegos de rol nos han enseñado. Estamos hablando por supuesto de la creación del personaje. Tenemos un extenso kit de herramientas para poder dar a nuestro cazador el aspecto que deseemos. Si nos salimos de los modelos predeterminados por el juego, las combinaciones son infinitas, no siendo así a la hora de personalizar a nuestro compañero de armas, pero ya solo con el personaje principal acabaremos exhaustos tras su creación.

Al igual que hemos comentado anteriormente al hablar de la jugabilidad, ésta va de la mano con las mecánicas de Monster Hunter World. Para el movimiento básico por el mapa y la base de exploraciones tendremos un tutorial muy guiado que nos dejará todo claro, no siendo así a la hora de combatir, para lo que nos hará falta sufrir un poco contra un grupo de pequeños dinosaurios. Recolectar ingredientes, afilar las armas, comer antes de una misión, recolectar el botín de las presas que cacemos,… No nos caben en este párrafo todas las opciones que disponemos. Poco a poco el juego nos irá enseñando la utilidad de cada una, pero su disponibilidad desde el primer minuto del juego puede llegar a darnos vértigo.

Desde la capacidad de personalización del jugador y su equipo hasta la variedad de enemigos y territorio por descubrir. Monster Hunter nos trae rol y acción por igual en estado puro

Más allá del personaje, el estilo de juego también dispone de suficiente variedad como para que Monster Hunter World se adapte al estilo de cada jugador, y esto se refleja claramente en la variedad de tipos de armas que disponemos. Desde dagas y lanzas hasta ballestas de disparo automático que recuerdan a ametralladoras pesadas, cualquier forma de combate es posible en el Nuevo Mundo. Tendremos para cada tipo de arma un set de movimientos y habilidades diferentes, un número no muy extenso, pero lo suficiente como para dar caza a los objetivos que nos marquen las misiones. Será importante mejorar nuestras armas, afilarlas, o incluso contar con diferentes sets de armas, dependiendo de las características de los “monstruos”.

Las consolas de la actual generación cumplen suficientemente con los requisitos técnicos de Monster Hunter World. En nuestra prueba PlayStation 4 Pro nos introdujo en el Nuevo Mundo de una forma que nunca antes habíamos visto en la saga. El juego incluye en su configuración, para más comodidad, un calibrador de las opciones HDR para aquellos jugadores que quieran sacar el máximo partido a la resolución 4K. Los colores serán muchos más vivos, y la diferencia entre el día y la noche en el propio juego harán que la misma zona parezca dos mapas diferentes. No hace falta entrar en el detalle del número exacto de imágenes por segundo, tasa de refresco, resolución… El juego es, visualmente, lo veas como lo veas, un espectáculo.

Conclusiones

Monster Hunter World es un juego pensado para el jugador de la saga de siempre, pero no deja atrás a los nuevos, que verán una oportunidad muy buena para adentrarse en el mundo. Con un elevado número de seguidores en todo el mundo, no faltará comunidad para realizar cacerías y superar los retos más complicados que nos puede ofrecer el Nuevo Mundo. Por la parte negativa hay que destacar que, aunque el juego disponga de un formato que es amigable para el jugador casual, el salto que vamos a encontrar entre este perfil y el jugador “hardcore” es muy grande, ya que el juego puede llegar a requerir mucho tiempo para dejarse exprimir. No será un tiempo en vano, ya que la nueva entrega de Monster Hunter no dejará de sorprender al jugador en cualquiera de sus apartados, desde el apartado gráfico hasta el modo multijugador en línea.

Así, Capcom deja el listón muy alto con su última entrega de esta exitosa saga, siendo el título más redondo de la franquicia y que está pensado para ser el más abierto, con mucho contenido que ofrecer y muchas horas para quien acepte el reto. Sólo nos queda esperar a ver qué tiene preparada la desarrolladora para el juego y su universo, bien a través de contenidos descargables “DLC” o bien a través de eventos online, como ya tiene acostumbrados a los cazadores de todo el mundo.

Por Jose Miguel Gomez-Casero Marichal

Notas finales

9Nota

Gráficos y Sonido9

Jugabilidad8

Duración9

Calidad/Precio9

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