Conecta con nosotros
VR VR

Guías

Realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta: todo lo que debes saber

Publicado

el

Durante los últimos años hemos visto como el concepto tradicional de realidad virtual acababa siendo acompañado por otros dos términos importantes: realidad aumentada y realidad mixta. En general todos tenemos una idea bastante clara de lo que es la realidad virtual ya que no es una tecnología nueva, ¿pero sabes cómo posiciona frente a la realidad aumentada y a la realidad mixta? ¿Conoces sus diferencias más importantes?

En este artículo vamos a profundizar sobre esos tres tipos de «realidades», os contaremos qué es exactamente cada una y como trabajan, y veremos todas sus particularidades y diferencias para que tengáis una visión más completa de todas sus claves.

Una mirada previa

Como anticipamos la realidad virtual no es algo nuevo, lleva entre nosotros varias décadas y ha llegado a tener presencia en el mercado de consumo general. Uno de los mejores ejemplos (y también de los más conocidos) ha sido Virtual Boy, una consola que Nintendo lanzó en los años noventa y que apostaba por un enfoque muy original ya que contaba con una pantalla integrada en un visor similar a los cascos de realidad virtual actuales.

Aunque la idea era innovadora su ejecución fue muy pobre y no tuvo el éxito esperado. En este sentido debemos ser comprensivos, ya que las limitaciones a nivel de hardware de aquella época impedían la creación de un auténtico kit de realidad virtual para el mercado de consumo general, algo que sin embargo sí se ha cumplido con la llegada de soluciones como el Oculus Rift, el HTC Vive y el PSVR.

Con esta pequeña introducción podemos poner en perspectiva el largo camino que ha recorrido el concepto de realidad virtual desde sus primeros movimientos en el mercado de consumo general hasta su maduración hace cosa de un par de años. Virtual Boy mostraba escenas fijas junto con elementos móviles e intentaba crear un efecto 3D, pero sólo trabajaba con tonos de rojo sobre un fondo negro y como anticipamos el resultado en general era muy pobre, tanto que parece un producto años luz de lo que puede conseguir un PC de gama media unido a un Oculus Rift.

Entre ambos productos hay una diferencia temporal de 21 años, un lapso de tiempo bastante grande si tenemos en cuenta lo rápido que avanza el sector tecnológico y el peso que tienen los años en dicho mundillo.

Realidad virtual: un mundo aparte

La realidad virtual parte de una base muy simple: crear un mundo virtual en el que el usuario puede sumergirse para aislarse por completo del mundo real. Kits como los citados Oculus Rift, el HTC Vive y PSVR son un claro ejemplo, ya que vienen con una pantalla integrada y cuando se utilizan nos aíslan del exterior a nivel audiovisual.

Ese aislamiento es la gran diferencia que presenta la realidad virtual frente a la realidad aumentada y a la realidad mixta. Esta tecnología crea mundos, entornos y realidades totalmente independientes del exterior con las que podemos interactuar y nos ayuda a evadirnos de la realidad.

Por ejemplo un juego de realidad virtual nos permite vivir una experiencia única en primera persona y sumergirnos de lleno en la acción sin ninguna injerencia del mundo exterior, cosa que sí ocurre con bastante frecuencia cuando utilizamos una pantalla estándar. Esa inmersión hace que vivamos el juego de una forma única: todo es más intenso y real, tanto que podemos llegar a tener sensaciones cercanas a las que nos transmitirían esas escenas en el mundo real.

En los juegos de terror los sustos se intensifican y lo mismo ocurre en aquellos que ofrecen experiencias extremas. En este sentido recuerdo una demostración de un juego sencillo de cruzar de un rascacielos a otro por una tabla de madera, un objetivo que algunos jugadores no podían cumplir utilizando un kit de realidad virtual porque sufrían un golpe de vértigo a pesar de que eran conscientes de que aquello no era real.

El futuro de la realidad virtual pinta brillante. Gracias al avance de la tecnología y al desarrollo de diferentes mejoras será posible potenciar la calidad de los juegos y crear experiencias más realistas y profundas, y también eliminar los efectos adversos que produce el uso de los kits actuales (mareos y dolores de cabeza principalmente).

No debemos olvidar que gracias a esa inmersión y a ese aislamiento se crea el escenario perfecto para desarrollar periféricos y accesorios que complementen la experiencia de realidad virtual. Las posibilidades son casi infinitas, pero se nos ocurren algunas ideas como asientos especiales que generen vibraciones o sacudidas acordes a lo que vemos en pantalla o sensores para el cuerpo con electrodos capaces de generar estímulos «realistas» (pequeña descarga al recibir un disparo virtual, por ejemplo).

Realidad aumentada: construyendo sobre el mundo real

La realidad aumentada es algo bastante curioso. Su idea base es totalmente opuesta a la de la realidad virtual, ya que no busca ese aislamiento del mundo exterior ni crea una realidad totalmente ajena a aquél, pero se basa también en el uso de kits montados sobre la cabeza del usuario para que pueda visualizar de forma directa los contenidos que va creando y requiere igualmente de una gran potencia a nivel de hardware para ofrecer una buena experiencia de uso.

En la realidad aumentada se crean contenidos virtuales que son aplicados (o superpuestos) sobre el mundo real. El mejor exponente de esta tecnología son las gafas HoloLens de Microsoft, que llevan un tiempo entre nosotros pero de momento siguen limitadas al mercado profesional.

Con HoloLens podemos mirar por ejemplo el motor de un coche y visualizar indicadores que nos digan los nombres de cada pieza y sus particularidades. También podríamos unir elementos de un juego sobre el mundo real (por ejemplo un combate de lucha con personajes virtuales sobre una calle de nuestra ciudad). Sus posibilidades son claras y como vemos su base también: unir el mundo real y el mundo virtual.

Sus posibilidades son enormes y no es imprescindible contar con un kit de realidad aumentada, ya que esta tecnología ha llegado también a los smartphones y está ofreciendo experiencias muy interesantes, pero es cierto que todavía se encuentra en una etapa algo «temprana» y que todavía queda mucho camino por delante antes de que podamos explotar todo su potencial.

Realidad mixta: lo mejor de ambos mundos

El concepto de realidad mixta es el que más dudas genera actualmente. Para que nos entendamos a la primera podemos definirlo como la unión de la realidad virtual y de la realidad aumentada para crear una experiencia única combinando lo mejor de ambas tecnologías.

En la realidad mixta tenemos todo un mundo virtual que ha sido recreado sobre el mundo real, lo que significa que podemos interactuar con el primero de forma plena sin evadirnos totalmente del segundo, cosa que sí ocurre con la realidad virtual.

Por si alguien tiene dudas matizamos que sí, que la realidad mixta es considerada como una evolución de la realidad aumentada, puesto que no se limita a crear contenidos virtuales en el mundo real, sino que es capaz de reconstruir espacios completos y personas en un mundo virtual que puede interactuar con el mundo real.

Firmas como Microsoft están convencidas de que ésta vertiente es la más interesante y la que tiene una mayor proyección de futuro. Sus HoloLens son capaces de ofrecer una buena experiencia en realidad mixta, pero se espera que la segunda generación de dichas gafas venga con mejoras importantes que le permitan llevarla a un nivel superior.

En resumen, la realidad mixta es la fusión de lo mejor de la realidad virtual y de la realidad aumentada, una tecnología que en el futuro será capaz de difuminar la línea que separa al mundo real del mundo virtual haciendo que ambos coexistan en el plano único del visor de un kit de realidad mixta.

Una opinión personal

La realidad virtual y la realidad aumentada llevan ya un tiempo presentes en el mercado de consumo general. Su éxito ha sido relativo, pero es evidente que el principal problema que presentan es la falta de contenidos capaces de aprovechar sus posibilidades y de llamar la atención del usuario.

Es sólo cuestión de tiempo hasta que el ecosistema de software dedicado a ambas tecnologías mejore, y cuando eso ocurra creo que veremos un despegue importante en la tasa de adopción de ambas en el sector de consumo general, y lo mismo debería ocurrir con la realidad mixta.

Por lo que respecta al dominio de una u otra tecnología no creo que debamos enfocarlo desde esa perspectiva. Pienso que las tres modalidades están llamadas a coexistir porque ofrecen una experiencia distinta que puede ser atractiva para diferentes usuarios y para cubrir necesidades muy distintas, aunque esto no quita que una pueda acabar teniendo más éxito que otra.

Os invito a que nos contéis en los comentarios cuál de estas tecnologías os parece más interesante y qué esperáis de ellas a largo plazo.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído