La Intel DG1 es más potente que PS4 y cuenta con 3 GB de memoria gráfica

Una nueva filtración aparecida en la base de datos de SiSoftSandra nos ha dejado ver las especificaciones de la Intel DG1, una tarjeta gráfica basada en la arquitectura Gen12 con la que Intel intentará volver a un sector que se le resiste desde hace más de 20 años.

En las primeras pruebas de rendimiento que habíamos tenido la oportunidad de ver nos encontramos con una potencia muy dispar, ya que en FP32 se situaba un poco por encima de una GTX 650 Ti, mientras que en FP16 rondaba un nivel cercano al de la GTX 970. Esta nueva filtración la coloca en un nivel mucho más interesante: 2,3 TFLOPs de potencia, prácticamente la misma que tiene una GTX 960 de NVIDIA.

La Intel DG1 tendrá un total de 768 shaders (96 unidades de ejecución, 8 shaders por cada unidad de ejecución), funcionará a 1,5 GHz y contará con un total de 3 GB de memoria gráfica. Si estas especificaciones se mantienen en la versión final de dicha tarjeta gráfica tendríamos una configuración bastante interesante, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de un modelo que costará menos de 100 dólares y que tendrá un TDP inferior a los 75 vatios.

Intel DG1: el principio de un proyecto muy grande

No es un secreto, Intel quiere convertirse en uno de los grandes del sector GPU, una meta muy complicada y muy ambiciosa que requerirá de un gran esfuerzo por su parte. La arquitectura Gen12, utilizada en la Intel DG1, es un paso en la dirección correcta, de hecho la arquitectura Gen11, utilizada en las GPUs integradas en los procesadores Ice Lake (10 nm+), ya ha demostrado un salto importante en términos de rendimiento frente a la arquitectura Gen9.5, utilizada en las GPUs integradas de los procesadores Coffee Lake Refresh y Comet Lake-S.

Habrá que esperar a ver qué es capaz de ofrecer la arquitectura Gen12 en entornos reales, y sobre todo qué grado de escalabilidad presenta. En este sentido los modelos de gama media y gama alta jugarán un papel fundamental, pero no debemos olvidarnos de la importancia que tendrá el soporte a nivel de drivers y de software, una realidad que ha llevado a Intel a plantearse este proyecto con coherencia y sentido común.

La Intel DG1 es la primera piedra en una casa que tiene que construirse desde los cimientos. Por ello, el gigante del chip ha empezado con un modelo de gama baja que sirva a los desarrolladores como punto de partida con el que trabajar, analizar el potencial real de esta arquitectura y ver posibles puntos de mejora. Si todo va bien Intel seguirá ampliando su catálogo de tarjetas gráficas y volverá, poco a poco, a un mercado que es clave tanto para el sector de consumo como para el sector profesional.