Spider-Man: Miles Morales tiene un bug, y es maravilloso
Con la llegada de las consolas de nueva generación, sus felices usuarios están ávidos de títulos que les permitan sacarle todo el partido al hardware de estos nuevos dispositivos. Spider-Man: Miles Morales es uno de los pocos títulos disponibles ya en el mercado que promete hacerlo. Y aunque todavía no he podido probarlo, las imágenes y los vídeos que he podido ver en Internet son muy, muy prometedores, hasta el punto de hacer que me piense seriamente si darle una oportunidad a la nueva generación de PlayStation.
Es común, no obstante, que a su lanzamiento, los juegos tengan algún fallo, algún bug, que se haya colado y sea descubierto por los jugadores que, en tal caso, ejercen una función tardía de control de calidad. Por norma general los desarrolladores toman nota y, poco tiempo después, publican una actualización que corrige el error (o errores) y el problema se da por solucionado. Lo que no es tan común es que se reproduzca el principio de este modelo, pero que los usuarios pidan que el error no sea solucionado, y eso es lo que está pasando con Spider-Man: Miles Morales.
No hay que ser un lince para dar por sentado que en este juego te pones en la piel de Spider-Man. Lo que igual no es tan fácil de imaginar es que, de repente, y por razones desconocidas, puedes abandonar ese rol e, incluso, la forma antropomórfica para convertirte en una estufa de exterior. Sí, esas que podemos ver en terrazas y jardines cuando empieza a llegar el frío y que tanto se agradecen cuando te estás quedando helado. Spider-Man: Miles Morales se convierte, por arte de magia, en un simulador de estufa caminante y voladora.