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Siete alternativas a WhatsApp para usuarios preocupados por la privacidad
Las alternativas a WhatsApp existen y deberían ser exploradas muy seriamente por un usuario preocupado por la privacidad. Más aún una vez conocidas las nuevas políticas que Facebook pretende implementar para el servicio de mensajería instantánea con cesión de datos obligatoria que va a dejar aún más «vendidos» a sus usuarios.
Y de venta va este asunto. De venta de datos. Facebook es el mayor «traficante de datos» mundial y ha incumplido todas las normas legales y morales, violando sistemáticamente por acción u omisión el derecho a la privacidad de sus usuarios. El escándalo de Cambridge Analytica fue la culminación de unas prácticas indeseables. Esta compañía de análisis trabajó para el equipo de Donald Trump en la preparación de su llegada a la Casa Blanca y también para la campaña a favor del Brexit, recolectando y utilizando para sus fines decenas de millones de perfiles de Facebook.
Y no faltaron las extorsiones al más puro estilo mafioso con sobornos, espías y prostitutas. Fue la gota que colmó el vaso, pero antes y después las prácticas de la empresa de Zuckerberg en privacidad (y también en seguridad) han sido terribles: Facebook recopila, utiliza y vende datos de sus usuarios a terceros sin conocimiento ni consentimiento de estos. No es la única tecnológica que lo hace, pero Facebook es lo peor de lo peor.
Después de perder casi 100.000 millones de dólares en bolsa, una imagen de marca incalculable y muchos millones de clientes que hemos dejado de usar sus servicios, Zuckerberg pidió disculpas, reconoció que «no hicieron bien el trabajo de proteger los datos de usuario» y anunció una revolución prometiendo -nada menos- la creación de una red social que fuera líder en privacidad.
La realidad es que volvemos a las andadas. Las declaraciones de Zuckerberg fueron eso, palabras para suavizar el escándalo de Cambridge Analytica y frenar en lo posible las multas. 5.000 millones de dólares de la FCC que han terminado siendo calderilla. En mi opinión personal se impone una división de la compañía (y no solo Facebook). Y si no se produce, búsqueda de alternativas.
Alternativas a WhatsApp
La obligación de registro a los usuarios de Oculus o las noticias conocidas la semana pasada para WhatsApp (incluyendo otro fallo de seguridad por el que los enlaces de invitación y perfiles han aparecido indexados en el motor de búsqueda de Google) confirman que Facebook pretende seguir monetizando la compra de grandes servicios mediante el uso de los datos de usuarios. Es lógico en una compañía cotizada, pero en este punto convendría preguntarse por la responsabilidad de los reguladores para alimentar el ‘monstruo’, permitiendo las adquisiciones de WhatsApp, de Instagram, de Oculus y otras.
En el caso de WhatsApp, quiera o no el usuario, tendrá que compartir con Facebook una cantidad de datos gigantesca: su ID de usuario, ID de dispositivo, modelo de hardware, sistema operativo, nivel de batería, intensidad de la señal, versión de la aplicación, información del navegador, red móvil, idioma, zona horaria, dirección IP, número de teléfono, dirección de correo electrónico, contactos, datos publicitarios, e información de pago… Se sospecha que ya lleva haciéndolo desde 2016. Ahora se hace oficial.
Vaya por delante que en mundo tan conectado conseguir el 100% de privacidad solo es posible volviendo a la cuevas y a la forma de vida de nuestros ancestros Homo sapiens… Nuestros datos están ya por todas partes y ni siquiera derechos de la era digital como el «derecho al olvido» son capaces de revertir la situación. La exigencia, de los reguladores y de los usuarios, debería ser (al menos) que el control de los datos volviera a los usuarios en un ejercicio de transparencia máxima para conocer qué, cuáles, cómo y cuándo se usan sus datos.
Dicho lo anterior, hay servicios de mensajería instantánea más respetuosos con la privacidad y fuera de las garras de Facebook. Sabemos que no es sencillo mover a centenares de millones de usuarios de una red a otra, pero las alternativas a WhatsApp existen y torres más altas cayeron antes… Te dejamos con las mejores por si quieres explorarlas.
Signal
Signal es un servicio de mensajería gratuito que ofrece chat de video, voz y texto, llamadas de voz y vídeo con cifrado de extremo a extremo, así como transferencias seguras de archivos y fotos. Con funciones similares a WhatsApp y una interfaz muy sencilla de usar típica en este tipo de aplicaciones, funciona bajo el protocolo Signal Messaging Protocol, ampliamente reconocido como el protocolo de mensajería más seguro disponible.
Más importante aún es la mínima información que el servicio recopila, solo el número de teléfono, la fecha que se unió al servicio y en la que se inició la sesión por última vez. Cualquier otro dato, como la lista de contactos, los grupos a los que perteneces o cualquier otro tipo de contenido se cifra y almacena en dispositivo. Como resultado, nadie, incluido el personal de Signal, puede ver ninguno de estos datos sin acceso físico a tu dispositivo.
Por si esas ventajas fueran pocas, Signal es un desarrollo Open Source, lo que significa que su código está disponible en línea para escrutinio público y cualquier cuestión de privacidad o fallo de seguridad puede ser verificado por los expertos. De hecho, el sistema de cifrado interno de WhatsApp está construido con el código de Signal.
Promocionado por Edward Snowden, Jack Dorsey o el tecnólogo Bruce Schneier, Signal es un proyecto que depende de una organización independiente sin ánimo de lucro, que no depende de ninguna gran tecnológica y que se mantiene con donaciones voluntarias. Está disponible gratuitamente para dispositivos móviles Android y los de Apple, así como PCs Windows, Mac y Linux. Desde el anuncio del cambio de política de Whatsapp sobre la cesión de los datos a Facebook las descargas de Signal se han disparado un 4.200%. Actualmente es el gran nombre en mensajería instantánea aunque está alejada del número de usuarios de WhatsApp o Telegram.
Telegram
La mayor alternativa a WhatsApp llega de una aplicación que acaba de superar los 500 millones de usuarios gracias al éxodo de la app de Facebook (25 millones de nuevos usuarios en 72 horas). Lo que en un principio era poco más que un clon de WhatsApp más seguro, ha terminado por convertirse en un software completísimo. De hecho, siempre ha ido por delante de WhatsApp en características, en tecnología y por supuesto en seguridad y privacidad.
La llevamos años recomendando y de hecho la usamos por sus funciones avanzadas como plataforma de comunicación para ofrecerte canales de seis de nuestros portales, desde MC a MCPRO pasando cómo no por muylinux donde lo iniciamos. En resumen: lo mejor de nuestra casa también lo tienes en Telegram.
Telegram recopila menos datos que WhatsApp (aunque no tan pocos como Signal) y no entrega nada a Facebook. La aplicación tiene chats cifrados de extremo a extremo, pero los chats predeterminados también se almacenan en los servidores de Telegram. Si deseas un chat real con cifrado de dispositivo a dispositivo se puede usar el Modo secreto. Una vez habilitado, los mensajes solo se almacenan en tu dispositivo aumentando la privacidad. En ese modo, si una persona elimina un mensaje, se elimina de ambos dispositivos.
Como Signal, el código fuente de Telegram es abierto liberado bajo licencia GPL v3 y cualquier puede revisarlo en GitHub. Está disponible gratuitamente para dispositivos móviles (Android, iPhone, iPad y hasta para Windows Phone), así como para ordenadores personales con aplicación para PCs Windows, macOS y Linux que bate por goleada desde hace años a la versión equivalente de WhatsApp. También tiene versión web.
Discord
Seguramente conocerás Discord como una plataforma de chat para juegos porque ahí comenzó su andadura, pero con el tiempo se ha convertido en algo más y sus responsables lo promocionan como una alternativa a WhatsApp, a Skype e incluso a la más profesional Slack según sean las necesidades del usuario. Esa combinación de características bajo una interfaz sencilla es una de sus ventajas, pero aquí señalamos las de mensajería instantánea.
Está basada en servidor, pero también tiene una función de mensajes privados que es muy similar a WhatsApp. Desde su pestaña «Amigos», puedes agregar componentes usando su nombre de usuario o etiquetas de jugador para mensajería privada, chats grupales, llamadas grupales, uso compartido de medios y más. También puedes crear un chat grupal con hasta 10 amigos. Si necesitas más, se puede crear un servidor propio Discord.
A diferencia de Signal y Telegram, ni siquiera necesitas compartir tu número de teléfono, ni cualquier nombre real que te identifique. Es gratuito y está disponible para Android, iOS, Mac, Windows y Linux y versión web para cualquier navegador.
Threema
Si la mayoría de apps son «gratuitas» y algunas como WhatsApp el pago viene camuflado con tus datos, Threema no se corta y es de pago, eso sí a un precio insignificante como tarifa única de 2,99 dólares que muchos usuarios pagaríamos gustosos si funciona como promete.
Threema ofrece cifrado de extremo a extremo para todos los datos que se mueven a través de su servicio. Ello incluye mensajes, videollamadas, archivos e incluso actualizaciones de estado. La aplicación no escatima en funciones y cuenta con los mensajes de texto habituales, llamadas de voz, videollamadas, intercambio de archivos, grupos, listas y acceso a un cliente web de escritorio. Threema no recopila ningún dato de usuario y no muestra ningún anuncio publicitario.
Una aplicación creada en Suiza y con uso de servidores exclusivos alojados allí, que permite chatear de forma totalmente anónima ya que ni siquiera es necesario vincular un número de teléfono o correo electrónico a su cuenta (son opcionales). El servicio genera una ID aleatoria cuando comienzas a usar la aplicación que otros usuarios pueden usar para comunicarse contigo. Está disponible para Android (si quieres con una APK sin pasar por Google Play Store), iOS y navegadores web.
Threema completó recientemente una transición al software de código abierto, y el código se audita regularmente para que el usuario pueda estar seguro de que no hay nada bajo el capó que pueda comprometer el anonimato.
Keybase
No es para todos los usuarios, pero los más preocupados por la privacidad quizá no vayan a encontrar otra como esta. Keybase comenzó como un directorio para claves de identificación públicas y privadas, pero también tiene un componente de mensajería instantánea que se puede usar para mensajería privada y grupales.
Keybase es una aplicación de código abierto y utiliza criptografía de clave pública para proteger los mensajes. Los mensajes, los medios y las transferencias de archivos están protegidos de tal manera que incluso Keybase no puede leer los mensajes. Debido a que está basada en identificadores de clave pública, también se puede usar de forma anónima. Está disponible de forma gratuita para Android, iOS, Windows, Linux y Mac.
Wire
Es una suite de colaboración empresarial con mensajería segura, capacidades de chat grupal, intercambio de archivos y otras funciones, que ofrece una versión gratuita llamada Wire Personal de uso gratuito.
Para crear una cuenta debe proporcionarse una dirección de correo electrónico o un número de teléfono. Este desarrollo registra algunos datos, pero no en la medida en que lo hace WhatsApp. Cuenta con cifrado de extremo a extremo y está desarrollado bajo un modelo de código abierto.
Wire Personal está disponible para las plataformas principales, Android, iOS, Windows, Mac y Linux, además de contar con versión Web.
Wickr Me
Como el anterior, no es un desarrollo demasiado conocido (aunque está disponible desde hace unos cuantos años) ni está destinado a un consumo masivo porque pone la privacidad y seguridad por delante de cualquier otra función al igual que hace Keybase, pero un paso más allá, ya que promete seguridad «grado militar» en las comunicaciones y de hecho ha sido recomendado para uso por cuerpos militares tras ser verificado por prestigiosos equipos de investigación de seguridad.
Wickr Me usa cuentas anónimas, sin información de cualquiera identificación personal en el registro, sin almacenamiento de metadatos y sin que el desarrollador tenga acceso a cualquier información o contactos. Todos los datos que se envían, sean mensajes de texto o voz, vídeos o imágenes, están protegidos por un cifrado fuerte de extremo a extremo. Una de las características distintivas de este desarrollo es que todos los mensajes y archivos adjuntos se autodestruyen después de un periodo de tiempo que pueden fijar los usuarios.
El desarrollo es de código abierto y éste se encuentra disponible en GitHub para auditoria comunitaria. Está disponible gratuitamente para Android, iOS, Windows, Linux y Mac, aunque tiene algunas limitaciones en el número de participantes en grupos (hasta 10) o en llamadas de audio o vídeo (solo 1). La versión Wickr Pro es de pago y permite desplegar todo el potencial de este aplicación «ultra privada».
Como habrás visto hay una buena cantidad de alternativas a WhatsApp. El gran público es cómodo por naturaleza y le cuesta probar otra cosa a la que lleva usando años. Y que, justo es reconocer, funciona. Cambiar centenares de millones de usuarios es una tarea titánica y la mayoría seguirá con su ‘guasap’ simplemente porque en sus grupos están la mayoría de familiares, amigos o conocidos.
Sin embargo, la privacidad es un derecho amenazado en la era digital, Facebook no transmite ninguna confianza y los ciudadanos preocupados deberíamos explorar otras opciones. Cuéntanos tu experiencia o si usas otras alternativas.
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