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El DualSense de PS5 tiene severas deficiencias a nivel de hardware y los problemas solo irán a peor, según iFixit

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DualSense de PS5

La semana pasada os contamos que el DualSense de PS5 estaba dando problemas de «drifting», un fallo que genera movimientos fantasma aunque no estemos utilizando los sticks analógicos, y que estaba afectando, incluso, a unidades que apenas se habían comprado hace un par de meses.

No hay duda de que el hecho de que un mando de control empiece a dar fallos graves en apenas dos meses es un síntoma claro de que algo va mal, pero no teníamos nada claro qué era exactamente lo que estaba ocurriendo con el DualSense de PS5, hasta hoy.

Gracias a un extenso artículo que ha publicado iFixit, y que os animo encarecidamente a leer, ya que no se han limitado a explicar qué está ocurriendo, sino que además han compartido un despiece completo que muestra todos los componentes clave del DualSense de PS5, y han dejado claro que no existe una solución sencilla, y que la cosa solo puede ir a peor.

¿Por qué falla el DualSense de PS5?

DualSense de PS5

Según iFixit, el problema se produce a nivel de hardware, lo que significa que no se puede solucionar mediante un simple parche, y tampoco recalibrando el mando. La clave está en los potenciómetros que incorpora cada stick analógico, fabricados por la firma Alps, cuya vida estimada es de 2.000.000 de ciclos.

Cada potenciómetro convierte el movimiento en unos valores de voltaje concretos, que el mando de control puede interpretar para reconocer la posición y el movimiento. Como hemos dicho, cada unidad tiene una vida útil de hasta 2.000.000 de ciclos, lo que significa que, en el mejor de los casos, superará dicha cifra, pero que también puede quedar por debajo de ella.

Sé que parece elevada, pero solo con jugar a Call of Duty: Modern Warfare 2019 durante dos horas al día podemos completar ese ciclo de vida en tan solo 209 días, es decir, en menos de siete meses. Un usuario que juegue cuatro horas al día reduciría esa cifra a 3,5 meses, y si  jugamos ocho horas diarias podríamos alcanzar los 2.000.000 de ciclos en menos de un mes.

Tenemos, por tanto, una vida útil bastante corta de los potenciómetros, pero esto no es todo, según iFixit estos sufren un desgaste muy marcado que puede afectar al sistema de lectura de los voltajes, lo que produce errores a la hora de reconocer la posición y el movimiento.

Pero eso no es todo, también se puede desgastar el mecanismo de centrado neutral, que se encarga de que el stick vuelva a su posición de origen cuando lo soltamos, creando una nueva posición neutral totalmente errónea y descentrada. Al mismo tiempo, el desgaste de los materiales de los sticks puede contribuir a que aparezca el «drifting», y la entrada de suciedad hará lo propio. Desmontar el mando y limpiar los potenciómetros puede ayudar, pero a costa de perder la garantía.

¿Qué solución hay? Simple, utilizar mejores diseños, y mejores componentes

Así de claros han sido en iFixit. Personalmente, creo que utilizar potenciómetros con tan solo dos millones de ciclos de vida útil en el mando de control de una consola es una mala elección, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los que utilizan este tipo de dispositivos pueden llegar a pasar más de 6 horas al día jugando.

Dreamcast y Nintendo 64, sin ir más lejos, utilizaban sensores de mayor calidad que resultaban mucho más fiables. Concretamente, la primera optó por sensores Hall Effect, y la segunda por sensores ópticos que no fallaban en sus lecturas de posición y de movimiento.

Reducir costes y utilizar componentes de una calidad inferior a la que sería deseable tiene estas cosas. Reducir unos centavos de dólar en un periférico que venderá millones de unidades representa un ahorro importante para una gran empresa, y es una realidad que se aplica en numerosos sectores, incluido el de la automoción. En el caso del DualSense de PS5, hablamos de tener que comprar, o sustituir, un mando de 70 euros porque ha fallado un componente que cuesta 88 centavos de dólar, algo bastante ridículo.

Sony afronta un futuro complicado con este problema, ya que los usuarios se han unido para lanzar una demanda colectiva por el fallo del DualSense de PS5. Veremos cómo acaba todo esto, pero esperamos que, al menos, le haya dado una lección a Sony sobre la importancia de gastar unos pocos centavos más en los componentes clave del mando de control.

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