Tres años de cárcel para el responsable del hackeo de Twitter
Con permiso del culebrón protagonizado por TikTok y Donald Trump, el hackeo de Twitter del pasado mes de julio fue, sin duda, uno de los principales frentes informativos del verano de 2020. En unas pocas horas, todo el mundo estaba hablando de la red social, primero dudando si lo que se podía leer en las cuentas afectadas era cierto, y posteriormente preguntándose cómo había podido ocurrir, qué consecuencias había tenido y qué medidas pensaba tomar Twitter al respecto.
En caso de que no lo recuerdes, o si no lo supiste en su momento, el hackeo de Twitter de julio del año pasado consistió en que, por sorpresa, algunas de las cuentas de usuario más reconocidas de la red social, todas ellas verificadas, empezaron a publicar mensajes en los que se invitaba a los seguidores a realizar un ingreso, en bitcoins, en un monedero determinado. Si lo hacían, obtendrían de vuelta el doble del dinero enviado.
Suena a estafa, y lo hace a kilómetros, pero el problema es que los mensajes fueron publicados en cuentas que estaban fuera de toda sospecha: Joe Biden, Barack Obama, Elon Musk, Kanye West, Bill Gates, Jeff Bezos, Mike Bloomberg, Warren Buffet, Floyd Mayweather, Kim Kardashian, Apple, Uber… cuentas con el suficiente prestigio como para que algunas personas cayeran en el engaño del hackeo de Twitter e ingresaran dinero en el monedero de los ciberdelincuentes que lo organizaron.
Y es que, obviamente, ni las personalidades ni las empresas cuyas cuentas fueron empleadas por los responsables del hackeo de Twitter tuvieron nada que ver. Tal y como reveló Twitter, la ingeniería social fue un elemento clave en este ataque, y una política un tanto laxa en lo referido al control de la seguridad interna propició que llegara tan lejos, comprometiendo hasta 130 cuentas verificadas de la red social, y proporcionando a sus responsables alrededor de 100.000 euros.