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Análisis

Renault Captur e-Tech, narrativa

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«She moves like she don’t care» Blondie (No Exit, 1999)

«Esta conversación no lleva a ningún lado» lo confieso, es mi frase favorita. La uso cuando detecto que mi interlocutor está en el ápice de su argumentación, cuando cargado de razones piensa que me va a aplastar con sus reflexiones y referencias a supuestos expertos. Pero esta vez me temo que me he pasado. Veo a mi cuñado, mi víctima preferida para estas maniobras de tortura psicológica interactiva, contener la respiración y cómo su cara se enrojece con los tonos de sus supuestos bronceados en el caribe cuando se que mi hermana y él no tienen dinero para ir más allá de Matalascañas. «¿Cómo?» Me da una oportunidad para redimirme y recular, pero soy un inconsciente, no soy de soltar la presa «Que sí Carlos, que te entiendo pero no me has convencido. Eso que me cuentas no tiene ningún sentido». Entendedme, mi cuñado me cae mal. No le deseo ningún mal, es el padre de mis sobrinos, pero mi vida es un poco mejor cuando le hago sufrir. Veo a mi hermana asustarse e intentar agarrarle. Entonces me doy cuenta de que quizás la idea no ha sido tan brillante como pensaba en un principio. Y hay otra idea de la que me arrepiento en el segundo siguiente: insistir en que pasáramos el puente en una casa rural.

Porque junto a la chimenea hay un hacha. En principio decorativa pero cuando mi cuñado la agarra con las dos manos y se gira hacia mi ya no parece tan decorativa. Mi hermana empieza a gritar y a llorar. Mi cuñado se acerca. Mi amígdala inyecta sus mierdas en la sangre, se ha dado cuenta antes que yo de que igual esto que está pasando no es bueno y mi corazón se acelera. Así que yo también acelero. Corro. Escucho cómo la mesa sufre el primer hachazo vengativo. Tengo un cuñado justito de luces, pero ampliamente dotado para la actividad física. Y me saca una cabeza. Y son cosas que mi mente me informa que igual era mejor haber pensado antes. Subo las escaleras corriendo. La barandilla encaja el segundo hachazo a milímetros de mi mano izquierda. Va en serio. Pues qué bien. Entro en mi cuarto pero no me da tiempo a cerrar la puerta. Así que vuelco la cama y me refugio en el espacio entre la cama volcada y la pared. ¿Cuál es el plan genio? No tengo respuesta para eso que me pregunto a mi mismo. Entra mi cuñado. Como demostración parte en dos la mesita de noche con mi cargador bueno. Lástima. Le oigo respirar afanosamente. Y entonces lo hago. No puedo estar callado. Ni amígdala ni leches. «Carlos» «QUE» grita mi cuñado casi sin respiración «esta violencia no lleva a ningún lado».

El panorama del parque de automóviles urbanos ha ido cambiando con el tiempo con algunas sorprendentes adopciones de los conductores de las ciudades y la llegada de la tecnología para actualizar los motores que movilizan a la población de cuatro ruedas de las urbes. Por un lado no hay más que mirar por las calles para ver cómo los SUV han llegado para quedarse. Primero reinaban los utilitarios y monovolúmenes, según el tamaño de la familia y el uso. Luego los SUV heredaron la planta de los todoterrenos y seguidamente se fueron encogiendo hasta ofrecer vehículos con todas las credenciales para ir por ciudad: compactos, versátiles y prácticos.

Renault Captur e-Tech

Modelo analizado Renault Captur
Motor y acabado Zen  E-TECH Híbrido enchufable 160 CV
Potencia 160 CV (91 motor de gasolina, 67 eléctrico)
Velocidad máxima 173 Kmh
Aceleración o-100 10,1 s
Largo/ancho/alto 4227/1797/1576 mm
Potencia máxima RPM 160 CV 5.000 rpm
Par máximo Nm/RPM 144 Nm
Caja de cambios Automático
Web https://www.renault.es/
Precio 31.472  euros

Y si hay una marca especializada, entre otras cosas, en vehículos urbanos esa es Renault. Ya en 2013 y a la estela de su aliada Nissan que ya entraba en la categoría con sus propios modelos, Renault presentaba su Captur, un coche práctico y capaz de dar buen resultado en carretera a pesar de su enfoque urbano. Pero la evolución de las normativas y de las necesidades de los conductores llevó a Renault a proponer motorizaciones cada vez más ecológicas como la versión con GLP que ya tuvimos ocasión de probar.

Pero como uno de los pioneros de la electrificación con su modelo Zoe, Renault no se podía quedar mirando mientras su competencia, sobre todo desde Corea, lanzaba modelos urbanos híbridos e híbridos enchufables. Por ello Renault recientemente ha lanzado versiones híbridas enchufables llamadas e-Tech de algunos de sus modelos y el Captur, como buen SUV urbano que es, ha sido uno de los que recibe esta motorización con uso fundamentalmente urbano. Ese es el Renault Captur e-Tech.

Un Captur Híbrido enchufable

Hemos tenido la ocasión de probar el Captur e-Tech y lo cierto es que exteriormente nada cambia con respecto a los Captur con otro tipo de motores. Simplemente se integra en la gama de motorizaciones sin más aspavientos que la tapa para el conector de carga y el nombre del modelo que encontraremos tanto en el portón trasero como en los pilares B del coche. El diseño como ya apuntamos es moderno y con aires deportivos, con un frontal con una parrilla delantera grande y faros alargados.

También encontramos nuevos relieves en el capó y una nueva forma de los grupos ópticos auxiliares que son más toques agresivos que agradece un coche que se llena de personalidad. El perfil es el de un SUV urbano con alguna concesión a la aerodinámica como la caída del techo hasta el portón posterior que es más pronunciada. La combinación del color negro de los elementos de la parte superior del coche y de otros elementos como los pasos de rueda y defensas inferiores con el blanco de la carrocería resalta las líneas del SUV francés.

El interior del Captur e-Tech hay algunos cambios con respecto a los modelos con motorizaciones más «tradicionales». Por ejemplo el panel de instrumentos tras el volante es distinto. Se trata de una pantalla de 10,2 pulgadas que muestra información propia del sistema de propulsión como el estado de la batería, qué motor está funcionando, si la batería se está recargando por el motor de explosión o por la regeneración del coche y otros datos como el tiempo de recarga necesario. La pantalla tiene forma y diseño distinto al Captur GLP que probamos.

Interior Captur

Bajo pantalla de 9,3 pulgadas de buena calidad, dispuesta verticalmente como es habitual en Renault y que encontramos en el anterior Captur que probamos, podremos ver el botón EV. Mediante este botón podremos acceder en pantalla a las modalidades de funcionamiento eléctrico del coche: híbrido, e-save (que carga la batería con el motor de explosión de modo que no baje del 50% de la capacidad) y eléctrico puro o «Pure» como lo define Renault.

En el sistema de información y entretenimiento, recientemente renovado por la casa francesa, podremos acceder a un menú de información del funcionamiento del sistema híbrido y eléctrico y a las funciones de configuración de carga. Las gráficas del funcionamiento del sistema y de la carga de la batería son muy precisas e informativas. A pesar de disponer de una batería relativamente pequeña, por ejemplo, se muestra la carga de la misma con mucha precisión.

Uno de los cambios importantes es el del cambio que se distingue del cambio automático que suele montar Renault en que dispone de una posición B, habitual en coches híbridos, que permite la máxima regeneración de energía. Así el coche retendrá más con lo que podremos disminuir la velocidad más rápidamente que simplemente levantando el pie del acelerador a la vez que el sistema de propulsión entra en modo de regeneración de energía para recargar la batería.

Maletero con sacrificio

Además de estos detalles y a una tapicería de diseño especial, los interiores del Captur siguen siendo los mismos que los de otras versiones con un enfoque práctico tanto en los acabados, que aún sin ser de lujo tienen un tacto excelente, como en el diseño de los huecos para almacenar objetos y otros detalles. En la parte posterior la habitabilidad sigue siendo buena con  la posibilidad de mover la banqueta unos centímetros (hasta 16) para lograr más espacio para los ocupantes o para el maletero.

Precisamente el maletero es el gran sacrificado por el cambio de motorización. Algo habitual por otro lado en los modelos híbridos enchufables en los que la batería del motor eléctrico se coloca en el maletero. Así el E-Tech dispone de unos razonables 265 litros de capacidad, que pueden aumentar hasta los 379 desplazando hacia adelante la segunda fila de asientos, perdiendo de esta forma 157 litros con respecto al maletero de los Captur Diesel o de gasolina.

Por otro lado también el depósito de carburante se reduce de los 48 a los 39 litros por lo que perdemos también algo de autonomía. En cualquier caso el maletero es práctico y de formas muy regulares por lo que su espacio, aunque reducido frente a otros modelos, es plenamente aprovechable. Si abatimos la segunda fila de asientos podemos alcanzar una capacidad de hasta 1.118 litros y podremos transportar bultos más grandes.

Al volante

En lo que respecta a la prueba de conducción como es habitual antes de ponernos en marcha echamos un vistazo a las especificaciones de los propulsores. En este modelo hacen equipo un motor de gasolina de 91 caballos y un motor eléctrico de 67 caballos para un total de 160 caballos. El coche también dispone de un segundo motor eléctrico de 20 caballos que interviene para arrancar el motor de combustión y para generar energía eléctrica utilizando el propulsor de gasolina.

Como en otros sistemas similares el Renault Captur E-Tech dispone de varios modos de funcionamiento: el de eléctrico puro, el de híbrido, el de Sport (en el que los dos motores funcionan al máximo de rendimiento) y el modo e-save que ya mencionamos en el que el motor de combustión carga la batería de forma que nunca baje del 50% de la capacidad. Estos modos de funcionamiento nos darán una mayor versatilidad de uso del coche.

En recorridos urbanos lo ideal será siempre utilizar el modo eléctrico puro. El coche dispone de una batería con una capacidad de 9,8 KWh (7,5 útiles) que según la marca nos pueden permitir recorrer unos 50 kilómetros en modo eléctrico. Esa cifra puede acercarse si el recorrido es puramente por calles sin salir a carretera o autopista y con una conducción austera, pero la cifra más realista ronda los 40 kilómetros. Si nuestro recorrido de ida y vuelta diario se acerca a esa cifra y cargamos el coche cada noche podremos ahorrar mucho dinero en combustible y contaminar menos.

Eléctrico puro

En nuestras pruebas en modo eléctrico puro el Captur se comportó muy bien, con un funcionamiento casi totalmente silencioso y una buena respuesta al acelerador a pesar de tener un peso de más de 1.600 kilos (más de 200 kilos más que un Captur con otras motorizaciones). La suavidad de uso también es muy apreciable y la caja de cambios contribuye a que la conducción sea especialmente plácida. Eso sí, cuando exijamos aceleración al coche éste automáticamente detectará que necesitamos esa potencia adicional y arrancará el motor de explosión.

En el modo híbrido el coche pondrá en marcha el motor de gasolina con mayor frecuencia pero siempre priorizará el funcionamiento eléctrico. En esta modalidad de uso el Captur también se mostró suave y silencioso, aunque obviamente menos que cuando funciona solamente con electricidad. Si necesitamos potencia el motor eléctrico intervendrá conjuntamente con el de explosión pero si mantenemos una conducción tranquila podemos alcanzar cifras de consumo muy bajas.

Hay que tener en cuenta que en modo híbrido y a pesar de la regeneración de energía y al generador mediante el funcionamiento del motor de explosión, la batería acabará por agotarse, aunque no por completo ya que el sistema siempre mantiene una reserva de un 5% de batería. Esto quiere decir que si aceleramos a fondo varias veces o durante períodos largos al final podemos quedarnos sin el empuje extra que nos da el motor eléctrico.

Pizcas de deportividad

Esto, naturalmente, es mucho más habitual si seleccionamos el modo Sport en el que ambos motores funcionarán de forma simultánea de forma constante. Para evitar que se agote la batería y tener siempre a disposición los 160 caballos Renault ha dispuesto el modo e-save, en el que el motor de explosión carga la batería para que se mantenga siempre al 50% de su capacidad. Hay que tener en cuenta que tanto el modo Sport como el e-save perjudican bastante las medias de consumo.

Eso sí, a cambio en modo Sport tendremos un Captur que responde con mucho más brío al acelerador y tiene un comportamiento más deportivo. En general el Captur se comporta muy bien en curva, mejor incluso que sus compañeros con motorizaciones distintas gracias al aumento de peso en la parte baja que desplaza hacia el suelo el centro de gravedad. Por ello quizás es el Captur que hemos probado con un comportamiento más divertido en carreteras viradas.

Conclusiones

Este Renault Captur e-Tech es una versión muy interesante del popular SUV francés que con la motorización híbrida enchufable consigue una versatilidad muy grande que le permite ser un eléctrico en ciudad y un híbrido con potencia suficiente para algo de diversión fuera de ella. El sistema de propulsión conjuntamente con una caja de cambios muy bien estudiada permiten mantener un buen equilibrio también entre prestaciones y consumo.

Como con todos los híbridos enchufables hay que conocer bien sus bondades y configuraciones para sacarle el máximo partido y disponer de un cargador en casa para poder hacer el máximo número de recorridos urbanos utilizando el modo eléctrico puro. De esta forma con un pequeño esfuerzo no solamente contaminaremos mucho menos sino que el ahorro que conseguiremos es muy grande sacrificando algo en capacidad de maletero y autonomía.

Valoración final
8.2 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Consumos contenidos
Gran versatilidad
A MEJORAR
Maletero reducido
RESUMEN
Esta versión del Captur saca todo el partido a un SUV urbano que gana en deportividad, en consumos, en reducir emisiones y en general solamente pierde en autonomía y maletero.
Prestaciones8
Diseño8
Consumo8.5
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

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