Por lo demás, si revisas las respuestas, encontrarás otros muchos casos de brecha digital, de procesos en los que las soluciones tecnológicas no han sido diseñadas teniendo en cuenta las necesidades de todos. Y que los procedimientos para ofrecer alternativas a quienes las necesitan tampoco parecen definidos. También podemos encontrar a algún negacionista de la brecha digital, personas que piensan que cualquier persona puede hacer cualquier cosa en cualquier momento con la motivación adecuada. Me ahorraré comentar lo que pienso de la cosmovisión de esas personas.
La cosmovisión que me preocupa, la que me preocupa realmente, es la de los responsables de la puesta en marcha de este tipo de plataformas. La transformación digital está impulsando grandes mejoras en muchos aspectos de nuestras vidas, pero la accesibilidad debe formar parte fundamental de la misma.
Brecha digital, administración pública y servicios esenciales
Aunque en el mismo texto se afirma que no cuenta con una definición estandarizada, me gusta bastante el modo en el que la define Cruz Roja Española:
El concepto de brecha digital no tiene una definición única y aceptada universalmente. La brecha digital hace referencia a la desigualdad en el acceso, uso o impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre grupos sociales. Estos grupos se suelen determinar en base a criterios económicos, geográficos, de género, de edad o culturales.
De esta definición podríamos colegir que no existe una brecha digital, sino una cantidad indeterminada de ellas. Y esto es cierto parcialmente, puesto que los problemas para los grupos afectados varían según la naturaleza de los mismos. Sin embargo, la resultante de esa circunstancias es siempre la misma: la imposibilidad de acceder a servicios que, en no pocos casos, no ofrecen una alternativa adaptada y accesible. Dicho de otra manera, se está excluyendo a estas personas de dichos servicios.
Personalmente, puedo entender que un comercio digital o el proveedor de algún servicio de ocio a través de Internet no hayan dado los pasos necesarios para adaptarse y mejorar sus niveles de accesibilidad. Me parece un error, eso desde luego, pero al final es comparable a los establecimientos públicos, pongamos por ejemplo los bares, que han decidido adaptarse para que las personas con discapacidad puedan acceder a ellos, con respecto a los que no lo consideran necesario y optan por no hacerlo.
El problema es cuando la brecha digital se produce en servicios esenciales, públicos o privados. Cuando una persona como la madre de María se encuentra con el sarcasmo cuando pide un certificado impreso, o cuando la madre de Ronronia se supone que tiene que ir a mendigar ayuda a una farmacia para pedir cita para la tercera dosis, o cuando la mía tiene que pasar más de un mes, mareada, para intentar conseguir (de momento todavía sin éxito) gestionar su alta como cliente en una eléctrica… es que tenemos un problema muy serio.
Administraciones públicas a todos los niveles tienen la obligación de ofrecer accesibilidad universal de sus servicios a la ciudadanía. Y en este sentido, en el de la brecha digital que afecta a nuestros mayores, deben combatirla con todos los medios a su alcance:
- Ofrecer formación y capacitación.
- Optar siempre por diseños adaptados y accesibles.
- Proporcionar medios alternativos.
Sería cínico negar la complejidad de solucionar el problema de la brecha digital, pero eso no puede ser excusa. Y del mismo modo que dichas administraciones públicas deben dar solución a este problema, también se debe establecer un marco regulatorio para que los usuarios de los servicios esenciales, sean ofrecidos por entidades públicas o empresas privadas, garanticen también un acceso pleno a los mismo. Ya sea por vía digital, siempre que resulte posible, pero también por otros medios cuando el digital no resulte accesible.
No podemos ni debemos dejar atrás a nuestros mayores, pues nada de lo que somos habría sido posible sin ellos. Y sí, realizar las gestiones por ellos es la respuesta a corto plazo que podemos dar. Sin embargo, mientras que a Nati la tenga que acompañar Paloma al banco para hacer gestiones en el cajero, mientras que las madres de María y de Ronronia no obtengan las respuestas que deberían, mientras que mi madre necesite ayuda para imprimir, escanear y reenviar documentos para enviarlos mil veces por email, y así miles y miles de casos… mientras que esto siga ocurriendo, algo seguirá estando mal.