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Análisis

Ford Galaxy FHEV, resuelto

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Ford Galaxy FHEV

Parole, parole, parole Mina (Cinquemilaquarantatre, 1972)

«Buenas tardes, cuénteme» la oficina de Sara tiene un cactus encima de la mesa, una ventana pequeña porque el edificio es antiguo y el aire acondicionado hace un ruido siniestro como si un gato estuviera intentando escapar arañando las tuberías metálicas. Las paredes lucen desnudas un blanco indeciso y en una de ellas hay un corcho con una mezcla de calendarios y post it con números. Únicamente números. Sara tiene solamente una foto encima de la mesa y en ella Kurt Russel luce camiseta de tirantes en la Pequeña China con una firma que no parece muy auténtica (sobre todo porque alguien ha escrito «Kurt Rassel» con rotulador). Sara viste traje de chaqueta pero calza unas zapatillas de deporte de color naranja que no maridan demasiado bien con el color gris marengo del resto de su atuendo. La camisa blanca y una pajarita negra completan su outfit. Después de preguntar Sara golpea con impaciencia la mesa con su portaminas mientras apoya los codos sobre el escritorio sentada sobre el borde de la silla como es su costumbre. «Vengo a por lo del examen» dice con voz poco convencida un tipo de pie enfrente de ella. Clavo, bajito, con unas gafas nubladas por la suciedad y una gorra en la mano que luce el logotipo de la NASA. No se parece demasiado a Kurt Russel.

«La ceremonia» repite Sara sacando un archivador. Pasa unos minutos pasando páginas y examinándolas atentamente. De cuando en cuando alza la mirada para que el señor bajito le sonría. Ella no sonríe. Faltaría más. «No tengo huecos hasta julio» sentencia Sara cerrando de golpe el archivador dando como resultado un cómico respingo del señor bajito que ha dejado caer la gorra. «Pero eso no puede ser, yo no puedo morir en julio. Es el cumpleaños de mi hijo.» Sara le mira fijamente, suspira y de contesta «no puedo hacer nada» con el tono de alguien que sí podría hacer algo pero no va a hacerlo porque sencillamente no le da la gana. «Tengo una recomendación» añade el señor bajito sacando un sobre de su bolsillo. Está lleno de manchas de grasa. «¿Es del cocinero?» Pregunta Sara con repentino interés. El señor bajito asiente con una sonrisa ahora forzada. Sara abre el sobre y asiente, saca el papel, asiente, lo lee, vuelve a asentir, le da la vuelta, asiente otra vez y finalmente coloca cuidadosamente el papel otra vez en el sobre. «Tenga, le hará falta. ¿Febrero le viene mejor?» El señor bajito asiente con fuerza. Una gota de sudor ha llegado a la punta de la nariz. El aire acondicionado bufa y deja escapar un tenue aroma de azufre.

El Ford Galaxy forma parte de esa generación de monovolúmenes de siete plazas de los que ya van quedando menos exponentes en los que la principal obsesión es el espacio y habitabilidad en un vehículo con características de funcionamiento de un turismo, aunque luzca unas dimensiones más propias de una furgoneta. Esta propuesta de Ford supone pocas variaciones con respecto a la versión anterior que ya cuenta más de siete años, pero con algunas novedades interesantes sobre todo en el apartado de la motorización.

Ford Galaxy FHEV

Modelo analizado Ford Galaxy
Motor y acabado 2.5 FHEV 190 CV Titanium
Potencia 190 CV (152 CV Gasolina, 125 CV Eléctric0)
Velocidad máxima 185 Kmh
Aceleración o-100 10 s
Largo/ancho/alto 4853/1916/1770 mm
Potencia máxima RPM  190 CV 4.500 rpm
Par máximo Nm/RPM 250 Nm
Caja de cambios Automático variador contínuo
Web https://www.ford.es/
Precio 35.740  euros

Se trata de un modelo que cubre una necesidad específica, la de transportar siete personas, pero no lo hace como en algunos SUV de la marca o de la competencia con dos asientos adicionales «de emergencia» sino con unas plazas reales, aunque tengan como veremos algo menos de espacio para las piernas. Es de los pocos monovolúmenes de gran tamaño que aún sobreviven en el mercado que como veremos ofrece algunos puntos muy interesantes en su propuesta.

Mucho volumen

Como en todo monovolumen de más de 4,8 metros de longitud la obsesión es el espacio por lo que la línea de la carrocería se adapta a estas necesidades con un dibujo más propio de una furgoneta con techo alto con un guiño a la aerodinámica en la parte delantera con un perfil más bajo pero una renuncia a la misma en la parte trasera donde desciende bruscamente hasta definir el portón posterior para maximizar el espacio.

Con respecto a versiones anteriores la parte delantera ha retocado su aspecto para darle sobre todo un aire familiar compatible con el estilo de sus compañeros de la gama Ford. Los cambios se limitan a un diseño diferente para el parachoques y para los grupos ópticos delanteros. En realidad es fácil confundirlo con la versión anterior ya que son solamente unas leves pinceladas estéticas las que le distinguen de la versión anterior.

Como hemos apuntado el lateral sigue las directrices de un monovolumen tradicional, con una buena altura de la carrocería y amplias superficies acristaladas divididas en cuatro elementos separados por los pilares. El relieve de los pasos de rueda de tamaño generoso y los dos nervios marcados en los laterales le dan un toque algo más dinámico a un conjunto que da una imagen de un coche robusto y grande además de eminentemente familiar.

Gran portón

En la parte trasera domina el gran portón del maletero con un cristal tintado en negro en el que la superficie acristalada cubre también parte del mismo y separa los grupos ópticos que tienen un diseño idéntico al de la versión anterior. Una gran manilla central da el toque práctico para la apertura del maletero mientras que más abajo el parachoques queda dividido entre el portón y la parte inferior del mismo que queda fijo.

Acceder al interior del Galaxy es muy cómodo tanto por la altura del coche como por el gran espacio que dejan las puertas al quedar abiertas. En la parte delantera el puesto de conducción se encuentra más elevado y vertical que el de un turismo lo que facilita el que haya una excelente visibilidad para las maniobras y la conducción, aunque el morro afilado y largo es la parte más compleja de controlar, inconveniente que se soluciona del todo con los radares y cámaras de los sistemas de ayuda a la conducción.

Los asientos delanteros son grandes y envuelven bien, son cómodos y disponen de abundantes regulaciones que les permiten adaptarse prácticamente a cualquier tipo de conductor y acompañante. Nos ha gustado mucho el tacto de la tapicería que también se utiliza en otros elementos como en el reposabrazos central, los reposacabezas y parte del recubrimiento de las puertas con detalles estéticos como las costuras en color blanco. También el acolchado es cómodo y parece resistente.

Conducción cómoda

El puesto de conducción es bueno, con un volante algo voluminoso y un túnel central también de gran tamaño pero que resulta cómodo para apoyar el brazo y controlar mandos como el cambio automático o los botones del freno de mano o los sistemas de aparcamiento automático. Sobre el fondo encontramos los conectores USB. No nos convence demasiado el material brillante de algunas zonas que tiene aspecto de soportar mal las huellas.

La pantalla del sistema de información y entretenimiento se encuentra en buena posición, bastante elevado para no tener que apartar la mirada de la carretera y separa dos amplias rejillas de ventilación. La instrumentación que se muestra tras el volante es un mixto entre un dial tradicional y pantallas digitales insertadas dentro que además de marcar la velocidad y las revoluciones indican información complementaria, como en el caso que nos ocupa detalles sobre el sistema de propulsión híbrida.

La sensación de los acabados del interior del Ford Galaxy es buena ya que aunque hay zonas con plásticos duros éstos se alternan con las mencionadas zonas acolchadas y otros plásticos más blandos que cubren las partes que alcanzamos con las manos. En general el puesto de conducción es del tipo «envolvente» entre el túnel central alto, el salpicadero y el volante ya que quedaremos encajados entre los elementos.

En la parte trasera el espacio es otra vez protagonista. Nuevamente una puerta de generoso tamaño y una buena altura (1,77 metros) facilitan mucho el acceso sin necesidad de agacharse demasiado. También facilitan la colocación de sillas para niños o la colocación de objetos. Los asientos de esta segunda fila son individuales y pueden desplazarse longitudinalmente para modular el espacio disponible en el habitáculo y en el maletero. También disponen de la posibilidad de distintos grados de inclinación.

La tercera fila

En la tercera fila el acceso es algo más complicado ya que hay que abatir los asientos de los laterales. Además y aunque los asientos también son individuales, hay menos espacio para las piernas así que no son tan cómodos como los de la segunda fila. Uno de los puntos a destacar es la facilidad para desplegar y abatir esta fila de asientos así como los de la segunda fila dejando en el caso de abatirlos una gran superficie de carga con un piso regular.

Al abrir el portón posterior accederemos al espacio de carga por la parte trasera con una gran abertura que facilita la colocación de objetos. Un detalle interesante es el protector de plástico que se ha colocado sobre la parte superior del parachoques y que queda al descubierto al abrir el maletero que puede evitar que arañemos la superficie si estamos cargando materiales voluminosos o pesados. El espacio del maletero va desde los 200 litros con las tres filas de asientos utilizables hasta los 2.239 litros si abatimos las dos filas posteriores.

Al volante del Galaxy

Curiosamente Ford ha decidido comercializar el Galaxy con una única motorización híbrida (no enchufable) que ya probamos en su modelo Kuga. Es un grupo de propulsión moderno que suma 190 caballos resultado de acoplar un motor de gasolina de 2.5 litros y 152 caballos con inyección directa y un motor eléctrico de 125 caballos que es capaz de mover el coche sin ayuda del motor de explosión. Todo gestionado por una caja de cambios de variador contínuo.

En ciudad el Galaxy sorprende por su agilidad de respuesta y resulta silencioso a bajas velocidades, como es de esperar de un vehículo híbrido con un motor eléctrico con una potencia considerable como en este modelo. La buena visibilidad y los eficaces sistemas de ayuda a la conducción que incluyen el tradicional set de cámaras para el aparcamiento hacen que las maniobras sean más sencillas, aunque el tamaño del coche no ayude a desenvolvernos con soltura.

En carretera los 190 caballos están bastante bien aprovechados, aunque como nos suele pasar con los cambios de variador contínuo, la impresión es que cuando aceleramos pisando con decisión el acelerador el coche se revoluciona demasiado (aunque en este caso no tanto como en otros modelos de la competencia). Con este tipo de cambios siempre se tiene la impresión de que parte de la potencia se nos escapa entre los dedos… A pesar de ello nos ha gustado mucho la respuesta del coche que a pesar de su masa y de la mencionada subida de revoluciones responde con bastante inmediatez cuando necesitamos acelerar.

Agilidad en curva

Por si fuera poco el Galaxy nos ha soprendido muy gratamente con su comportamiento en curva con un aplomo que no solemos encontrar con vehículos de esta masa y altura. Quizás el reparto de pesos está conseguido, la amortiguación, los sistemas de control de tracción… pero el caso es que podemos viajar por carreteras con curvas con bastante rapidez olvidándonos pronto que tenemos entre manos un vehículo de más de 1,7 metros y que roza las dos toneladas.

En autopista se nota que la insonorización no es de las más eficaces y se deja notar el ruido aerodinámico y el motor cuando éste se revoluciona. No llega a ser molesto y queda compensado por la comodidad de los asientos, las amplias superficies acristaladas, los numerosos huecos porta objetos… en definitiva que la vida de abordo es muy placentera y este Ford Galaxy invita a hacer muchos kilómetros, por cierto que con un consumo bastante razonable para tratarse de un coche de este tamaño.

Conclusiones Ford Galaxy FHEV

El Ford Galaxy mantiene alto el estandarte de los monovolúmenes clásicos en lo que respecta a habitabilidad y confort, a pesar de competir incluso con modelos de la propia casa como el S Max o C Max, bastante más pequeño. El caso es que encontramos todas las fórmulas del éxito de estos vehículos con mucho espacio interior y siete plazas «reales» con unos buenos acabados y una nueva motorización que nos ha parecido muy equilibrada.

Los puntos que creemos que pueden mejorar es la caja de cambios  y una renovación más profunda del diseño que se mantiene casi inalterado desde hace siete años, y eso pesa incluso comparándolo con los modelos de la propia marca que han hecho un viaje mucho más audaz sobre la mesa de los carroceros. En cualquier caso se trata de un coche eminentemente práctico que es confortable y eficaz y muy adecuado para familias numerosas o para grandes necesidades de carga sin necesidad de recurrir a una furgoneta.

Valoración Final
7.8 NOTA
NOS GUSTA
Versatilidad
Consumo bajo
Espacio de carga
A MEJORAR
Se revoluciona mucho cuando se requiere aceleración
Diseño algo antiguo
RESUMEN
Este Ford Galaxy es un monovolumen clásico con un diseño algo antiguo pero con un moderno propulsor híbrido y mucho espacio muy modulable.
Prestaciones8
Diseño7
Consumo8.5
Confort8
Sistema de infoentretenimiento7.5

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