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Análisis

Ford Puma ST, existencia

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… y canciones chiquitas a la punta de la nariz de mi madre Manuel (Capitanes intrépidos, 1937)

Me he sentado en la plataforma del andamio para ver pasar a la gente. El termo de café descansa a mi lado pero no me apetece. Y me limito a observar el tráfico. Estoy solo aquí arriba. Los demás se han ido a buscar material y se lo que eso significa. «Yo me quedo aquí» les he dicho cubriendo con un gesto vago la fachada del ministerio en la que estamos encaramados. No me han prestado demasiada atención. Han cogido la furgoneta y se han ido. Por un momento observo mis pies colgando. Más de veinte metros de caída. Me sonrío. No tengo vértigo. Mi padre decía que eso lo había heredado de su familia, todos marineros. Que su tatarabuelo se presentaba siempre voluntario para encaramarse al mástil, su abuelo siempre le decía que solamente sonreía cuando estaba ahí arriba, azotado por el viento y el agua lejos sobre los demás. No se si será eso pero aquí arriba siento que este es mi sitio. Suspiro y me apoyo sobra las palmas inclinando la espalda y estirando los brazos. Miro hacia arriba. El cielo está prácticamente despejado.

La sirena de una ambulancia rompe el caldo de sonidos que empapa las calles de la ciudad, Pronto se aleja para dejar que se pose de nuevo sobre el asfalto el murmullo de las entrañas de esta compleja y maravillosa obra de cemento, piedra, asfalto… Entonces oigo un portazo detrás de mi. Pocas veces me doy cuenta de que a mis espaldas hay otro universo que se abre en las ventanas de la fachada. Están abiertas porque por lo visto el aire acondicionado no funciona. Lo se porque el capataz ha tenido una discusión con uno de los ordenanzas y le ha convencido que no es culpa nuestra. Sí que lo es. Intento volver al cielo y a las nubes pero no puedo evitar escuchar una conversación de alguien azorado. No es normal que haya gente a esas horas de «almuerzo extendido» en el ministerio. «Te digo que lo ha hecho. ¡Lo ha hecho! El muy loco, el imbécil ha apretado el botón…» Entonces el tipo se pone a llorar. Vuelvo la cabeza. Hay alguien derrumbado sobre la mesa de su despacho sollozando que aún sujeta el móvil sobre su oreja. Contesta a una pregunta imperceptible «No se, minutos, menos quizás». Vuelvo de nuevo la cabeza. Hay cientos de estelas de vapor que cubren el cielo.

Hay muchas formas de diseñar y fabricar un pequeño deportivo, pero en mi opinión el secreto del éxito de este tipo de vehículos no es que ofrezcan unas prestaciones extremas sino que sean coches con prestaciones deportivas pero que puedan ser perfectamente utilizables en el día a día. Hay toda una dinastía de pequeños deportivos que provienen de utilitarios o de vehículos convencionales y Ford desde luego tiene una larga tradición en este campo, especialmente con sus versiones denominadas ST.

Modelo analizado Ford Puma
Motor y acabado ST 1.5 EcoBoost 200 CV
Potencia 200 CV
Velocidad máxima 220 Kmh
Aceleración o-100 6,7 s
Largo/ancho/alto 4226/1805/1533 mm
Potencia máxima RPM  200 CV 6.000 rpm
Par máximo Nm/RPM 320 Nm
Caja de cambios Manual 6 velocidades
Web https://www.ford.es/
Precio 31.212  euros

Hay que tener en cuenta que Ford tiene un ilustre pedigrí en el campo de los coches deportivos con una notable etapa en la que se conjuró para ganar las 24 horas de Le Mans diseñando desde cero un coche deportivo para batir a los bólidos de Ferrari. Más de cincuenta años después Ford no ha abandonado esta benéfica obsesión y uno de sus frutos son las mencionadas versiones de sus turismos y SUV. Hoy nos ha tocado probar una muy interesante, se trata del Ford Puma ST.

A medio camino

El Ford Puma es un SUV que se coloca a medio camino en cuanto a tamaño dentro de la gama del fabricante americano. Se encuentra entre el Ecosport y el Kuga y compite cada vez con más modelos de la competencia como el Peugeot 2008 en un mercado que sigue manteniendo el interés de los compradores que quieren la versatilidad de un SUV sin el engorro de una carrocería grande y torpe por ejemplo como solución mixta para moverse en ciudad y por las carreteras.

En lo que respecta al diseño exterior el Ford Puma ST es totalmente honesto, es decir, ofrece muchos detalles para hacer ver que no se trata de un Puma del montón. Dentro de la parte frontal la rejilla de ventilación superior en color negro ha cambiado el diseño de los elementos y luce en rojo el logo ST y más abajo se ha modificado la rejilla inferior que se encuentra totalmente en color negro así como las piezas laterales que se encuentran a los dos lados y que acogen las luces de posición y antinieblas.

El spoiler remata esta parte inferior con un protector en plástico negro que sobresale del mismo y le da un aspecto más agresivo a esta parte delantera. Además sobre este protector de plástico se han grabado las palabras Ford Performance para alcarar que se trata de una versión preparada por el departamento del fabricante americano dedicado a diseñar y poner en práctica las modificaciones necesarias para obtener mayores prestaciones de los modelos de calle.

Llantas vistosas

En el lateral enseguida destacan las llantas elegidas para esta versión que pasan de 17 a 19 pulgadas y lucen un diseño deportivo que deja además a la vista las pinzas de freno en color rojo. Aunque la altura está rebajada por causa de los amortiguadores deportivos esos tres milímetros es imposible distinguirlos a primera vista por lo que el perfil del coche se asemeja bastante al de una versión más domesticada del Ford Puma.

Si cambia el alerón trasero en color negro que sobresale sobre el portón más que en un Puma de otras versiones. En la parte trasera, además del mencionado spoiler, destacan la parte inferior del parachoques que también se ha rematado en plástico negro y el tubo de escape doble que se encuentra en la parte derecha del coche. Remata los detalles deportivos una vez más el logo ST que indica que estamos ante una versión deportiva de este SUV.

En el interior esa sinceridad sobre la orientación del coche se mantiene ya que hay muchos detalles para subrayar el caracter deportivo de esta versión. El primero el de los asientos que son del fabricante Recaro y están fabricados en dos piezas con unos bordes pronunciados tanto en el respaldo como en el asiento para una mejor sujección en curvas.

Asientos deportivos

El diseño hace que sea algo más complicado el acceso a las plazas delanteras, pero es un peaje habitual en este tipo de vehículos con orientación deportiva. Otros detalles de diseño racing que encontramos en el interior son el pomo del cambio, el diseño del volante y el diseño de las molduras de las puertas que también muestran las palabras Ford Performance.

La instrumentación que se encuentra tras el volante es de tipo digital y es la misma que encontramos en otros modelos de Ford. En este caso sin embargo proporciona información adicional como la temperatura del aceite, la presión y la selección de los modos adicionales de conducción. Estos se pueden activar con un selector y podemos elegir entre modo normal, eco, Sport y Launch Control para mejorar la tracción en la salida desde parado.

En cambio la pantalla del sistema de información y entretenimiento es la misma que en el resto de la gama Puma y se encuentra bien colocada en la parte superior del salpicadero para no tener que apartar la mirada de la carretera. Dispon de una serie de botones físicos en el saplicadero que permite acceder a ciertas funciones directamente sin necesidad de accionarlos desde los menús de la pantalla táctil, lo cual siempre es de agradecer…

Espacio atrás

En la parte trasera el acceso es más parecido al de un Puma de versíon normal. No es demasiado espacioso en general aunque básicamente esté en línea con otros SUV de tamaño parecido algo estrecho en espacio para las piernas y en altura. El acolchado es cómodo y suficiente para viajar cómodamente durante bastantes horas.

El maletero de este Ford Puma es bastante grande y alcanza los 456 litros, lo que le coloca casi compitiendo con SUV de un tamaño superior. El espacio disponible es bastante regular y los asientos traseros se pueden abatir de forma bastante sencilla alcanzando una capacidad total de carga que puede llegar hasta los 1.216 litros.

Pero el momento de la verdad para este Fort Puma ST es sin duda cuando encendemos el motor para ponerlo en marcha. Se trata de un propulsor de la serie Ecoboost de Ford con 200 caballos para una cilindrada de 1.500 centímetros públicos. El motor dispone de inyección directa y Turbo con sistema Intercooler.

Encendemos el motor

Al accionar el botón lo primero que nos llega es el sonido de un escape con personalidad, que también habla de la preparación del coche para correr. Es un modelo dispuesto siempre a saltar a la mínima sugerencia del acelerador, sobre todo si seleccionamos los modos más deportivos disponibles sacrificando algo de confort y consumo.

Nos ha parecido un coche extremadamente ágil, con una dirección muy directa y rápida y con un cambio igualmente veloz y preciso por lo que las credenciales para correr existen de sobra. En curva es un coche extremadamente bien plantado que casi recuerda más a un Mustang deportivo que a un SUV de tamaño mediano. Poco se hace notar la diferencia de altura, aunque algo más que en un turismo deportivo naturalmente.

Disparado

La aceleración es muy buena, según el fabricante logra acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,7 segundos  y el motor sube de revoluciones sin problemas. Los frenos también están adaptados al uso deportivo y son muy eficaces y logran decelerar al coche en espacios muy reducidos aunque los hayamos puesto a prueba a conciencia.

En curva notamos que se trata de una preparación seria pues el coche se pega al asfalto con firmeza y nos permite encadenar giros en carreteras viradas sin ningún titubeo. El excelente comportamiento del cambio y la buena respuesta del acelerador que ya hemos mencionado hace que maniobras como los adelantamientos sean, por su facilidad pero también por las sensaciones que regala, un verdadero juego de niños.

Conclusiones

Nos encontramos una vez más con un verdadero juguete entre manos que en cambio no pierde demasiado en versatilidad por lo que su uso es perfectamente compatible con el día a día a costa de muy pocos sacrificios. Un motor excelente, una personalidad en curva irreprochable y una estética racing que sugiere pero no satura son buenos ingredientes.

Además el maletero es grande y cuando activamos los modos más tranquilos de conducción y elegimos conducir con mayor parsimonia los consumos no son demasiado altos. Desde luego este Ford Puma ST es un perfecto exponente de lo que apuntábamos al principio: un pequeño deportivo en el que la diversión no oscurece su practicidad.

Valoración Final
7.9 NOTA
NOS GUSTA
Excelente prestaciones
Comportamiento deportivo
Buen maletero
A MEJORAR
Espacio escaso fila de atrás
RESUMEN
Hemos podido probar todo un juguete práctico. El Ford Puma ST arrancará seguro más de una sonrisa sin renunciar a un buen desempeño como vehículo en ciudad y carretera con un consumo razonable.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo7.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento7.5

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