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Análisis

Volkswagen ID.5 GTX, promesa

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«No estoy en peligro, Skyler, yo soy el peligro.» Bryan Cranston (Breaking Bad Capítulo 6 Temporada 4, 2011)

Mi cabra me mira mientras mastica julio. Es el único mes del calendario que le gusta. El resto de meses descansan en el suelo de la cocina despreciados y desperdigados. Tenía cosas anotadas en julio, pero no pienso pelear por ello así que sigo observando a mi cabra mientras sigue masticando. Ella se cansa y sale por la puerta. El sonido del cencerro se aleja detrás de la colina. El calendario no es lo único que ha tirado. En el suelo hay ollas, cucharones, una ristra de ajos y el reloj de medir la cocción de los espaguetis. La contribución a la entropía de la cocina por parte de mi cabra no conoce límites. Por lo menos en lo que respecta a los objetos que contiene. Me dispongo a poner orden en el campo de batalla cuando alguien aporrea la puerta de la entrada principal. Nadie que yo conozca tocaría la puerta. Está siempre abierta. Así que antes de acercarme al salón se que se trata de un desconocido o de una desconocida. O de un animal con una educación exquisita. Los osos que merodean de vez en cuando no entran en esa categoría. Así que todo apunta a un humano, educado también, pero desconocido.

Hay una persona en la puerta que tiene a mi cabra en brazos. Unos brazos muy largos. Unas piernas muy largas y flexionadas. Ella, la cabra, no la persona, sigue masticando julio con parsimonia. Parece tranquila, a pesar de que no le gusta que la toquen. La persona que tiene a la cabra en brazos no tiene cabeza. O por lo menos no puedo verla a través del hueco de la puerta. Y eso que la puerta es grande. Así que asomo la cabeza sin pensármelo dos veces. «¿Hola?» Digo con prevención mirando hacia arriba y pensando que igual sí tenía que habérmelo pensado por lo menos dos veces. «Esto se te acaba de escapar» dice una una voz en lo alto. «¿Juliette?» pregunto intentando distinguir los rasgos del que sigue plantado frente a mi puerta. «Supongo que me podría llamar así. Juliette.» «En realidad» replico «me refería a la cabra. Es su nombre. Hace lo que quiere así que no, no se ha escapado.» Mientras tanto la cabra ha terminado de masticar julio y se escabulle de los brazos del desconocido, que igual es una desconocida. «Tenemos que hablar» dice él… o ella y se mete en mi casa.

El calendario de electrificación de Volkswagen ha ido avanzando con paso firme durante los últimos años. Con un cambio de estrategia valiente la empresa alemana ha lanzado toda una línea de modelos bajo el paraguas del nombre ID que han ido cubriendo distintas franjas de mercado llegando incluso a la de las furgonetas con el reciente ID.Buzz. Dentro de este abanico de propuestas el ID.5, que hemos tenido la ocasión de probar, busca ocupar un lugar entre los SUV de línea deportiva con buena habitabilidad y maletero, una categoría que podría denominarse coupé SUV eléctrico.

Modelo analizado Volkswagen ID.5
Motor y acabado GTX 299 CV
Potencia 299 CV
Velocidad máxima 180 Kmh
Aceleración o-100 6,3 s
Largo/ancho/alto 4599/1852/1613 mm
Potencia máxima RPM 299 CV
Par máximo Nm/RPM 460 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 61.575 euros

En nuestro caso hemos tenido entre manos la versión GTX de este modelo de eléctrico de la casa alemana que en el nuevo catálogo de modelos eléctricos de Volkswagen representan la versión más potente de cada modelo. Con los datos en la mano las diferencias de dimensiones con el ID.4 son pocas ya que mide 4,60 metros de longitud y 1,6 metros de altura que son respectivamente algo más que centímetro y medio más largo y 3 centímetros más bajo que un ID.4. Con el ID.3 las diferencias son más notables: casi cuatro centímetros más de longitud y casi igual de alto que el pequeño (por ahora) de la gama ID de la marca alemana.

Para hacernos una idea en términos de tamaño un Tiguan de la propia Volkswagen tiene una longitud de 4,5 metros, 10 centímetros menos que el ID.5, y el Touareg (el SUV más grande del fabricante) 20 centímetros más. En cuanto a altura esta sí que es más parecida a la de un Tiguan, que mide 1,67 aunque como veremos la línea de la carrocería del ID.5 no obedece al diseño que se podría esperar de un SUV de formato tradicional como el mencionado Tiguan.

Aire de familia

El diseño de la carrocería del ID.5 tiene el aire de familia de la gama con una parte delantera prácticamente idéntica al ID.4. Los faros alargados y de forma de pentágonos redondeados se unen por una moldura de plástico que en el centro luce el logotipo de la marca, las únicas tomas de aire como es habitual en los eléctricos se encuentran en la parte inferior del morro con el objetivo de canalizar el aire que refrigera las baterías en la parte inferior del coche. Como en el ID.4 estas rejillas de ventilación compuestas por varios elementos con forma de nido de abeja y de color negro ocupan la parte inferior rematadas por un spoiler.

La línea del lateral del ID.5 se distingue del ID.4 por ser algo más bajo y alargado, dándole ese ligero aspecto deportivo y de coupé que ha buscado dar la marca a este modelo. No se trata de un toque de deportividad radical pero sí se nota algo más de dinamismo en sus líneas. Sobre todo lo que llama la atención es la caída de la línea de la carrocería en la parte trasera a partir del pilar B para terminar sobre el portón del maletero con un spoiler que es el sello de distinción más evidente con respecto a sus hermanos de gama.

Además de una estética algo más deportiva que la del resto de la gama, lo que sí ha logrado Volkswagen con el ID.5 es un rendimiento aerodinámico superior gracias a esa silueta más estilizada. El coeficiente Cx es de 0,27 frente a los 0,28 del ID.4 mientras que los SUV más populares de la marca con mecánica de motor de explosión como el Tiguan tienen un rendimiento peor, superior a los 0,32. De hecho estos coeficientes son más parecidos a los que encontramos en un turismo, y esto es muy importante a la hora de la eficiencia energética y por lo tanto la autonomía en vías rápidas como carreteras o autopistas.

Trasera distinta

Como hemos anticipado la parte trasera es la que más diferencia al ID.5 del ID.4 ya que la caída del parabrisas trasero es mucho más pronunciada y dispone de un alerón en la parte superior del maletero. Más abajo sin embargo este ID.4 adopta los mismos grupos ópticos que equipa el ID.4, unidos por el centro con una moldura de plástico que luce el logotipo de la marca. Debajo del escudo se muestra el nombre del modelo (en este caso se muestra el nombre de la variante GTX). También en la parte de abajo de la trasera encontramos la misma moldura negra que remata esta parte del coche.

En lo que respecta al interior el ID.5 muestra las mismas características de gran habitabilidad y luminosidad que sus compañeros de gama. En la parte delantera el salpicadero minimalista ya clásico de los modelos ID, el gran hueco bajo el túnel central, la consola central colocada en una posición muy baja y el gran espacio que se ha reservado para las piernas vuelve a otorgar esa sensación (real) de amplitud que hemos percibido en otros modelos. Los asientos, de diseño deportivo con los reposacabezas incorporados son los mismos que vimos en la versión GTX del ID.4.

Son asientos que envuelven muy bien y con un tacto agradable, pero que no podemos poner en la misma categoría de los que nos encontramos en las versiones GTI de los modelos de Volkswagen. Aquí el diseño moderno no se ha puesto al servicio de la deportividad y se ha buscado un compromiso que es bueno pero que no responde en prestaciones ni en estética a una categoría más «racing». Es cierto que en lo que respecta a los eléctricos parece que la deportividad recorre caminos distintos que la que encontrábamos en los coches de explosión, pero echamos de menos un guiño al pasado en este caso.

Detalles a cuidar

Como ocurrió cuando analizamos el ID.4, hemos encontrado algo más cuidados ciertos materiales y acabados, aunque la impresión sigue siendo que andan algo por debajo de los mejores modelos de combustión de la marca. La pequeña pantalla sobre el volante sigue haciendo las veces de panel de indicadores y echamos en falta algo más de información e incorpora en su lateral el cambio, un diseño que sigue levantando mucho debate (y que parece que nos va a abandonar con el nuevo ID.7 por cierto). La pantalla del sistema de información y entretenimiento, por su lado, es completa y visible, con alguna complicación para acceder a ciertas funciones que es fácilmente salvable.

En la parte trasera el diseño más afilado del coche hace que el acceso sea un póco menos cómodo y las plazas algo más bajas, ya que la inclinación del techo es mayor. Sin embargo partíamos de una altura notable con el ID.4, por lo que en realidad seguimos estando ante un coche con buen acceso y con plazas compatibles con personas de cierta estatura, aunque no tanto como con el ID.4. El espacio para las piernas es grande y la ausencia de obstáculos hace que tres personas se puedan acomodar sin problemas, aunque por anchura no haya espacio de sobra sí que bastante más que otros coches similares.

El techo solar que equipaba esta versión recorre una gran superficie en la parte superior del coche y da más amplitud y luminosidad a todo el habitáculo sin restar apenas espacio. Los ocupantes de las plazas traseras disponen de dos salidas de ventilación y dos conectores USB para cargar dispositivos además de un panel donde controlar la temperatura del aire de la ventilación. El reposabrazos central de estas plazas, que podemos colocar renunciando a la plaza central, dispone de dos huecos para colocar botellas o latas de bebida.

Maletero más grande

En lo que respecta al maletero el aumento marginal de la longitud del coche sí que parece redundar en una mayor capacidad. En el caso de este ID.5 nos encontramos con unos más que respetables 549 litros que podemos aumentar hasta los 1.561 si abatimos la segunda fila de asientos. Como ocurre en el resto de coches eléctricos que disponen las baterías en la parte inferior del vehículo, la ausencia de depósito de combustible hace que la forma del maletero sea muy regular y por tanto pueda aprovecharse mejor.

Para afrontar las puebas al volante del ID.5 GTX lo primero que hacemos es comprobar los datos técnicos del motor, que en este caso son idénticos a la versión análoga del ID.4. La potencia del motor es de 299 caballos y una cifra de par de 460 Newton metro que se reparten entre el motor delantero, que rinde 109 caballos y 162 Nm de par máximo y otro trasero con 204 caballos y una cifra de par de 310 Nm. La batería es de 82 kWh con una capacidad útil de 77 kWh. Como decimos unas cifras idénticas al ID.4 GTX que lleva la misma motorización pero hay diferencias.

Menos aceleración

La primera curiosamente es la aceleración. El ID.4 GTX acelera de 0 a 100 (según cifras oficiales) en 6,2 segundos mientras que el ID.5 GTX tarda una décima más. Nada significativo, por supuesto, pero curioso, sobre todo si se tiene en cuenta que la diferencia de peso es de apenas 20 kilogramos entre uno y otro. La diferencia más notable se ve en los consumos, gracias al coeficiente aerodinámico mejorado del ID.5. En este caso y también según cifras oficiales el ID.5 y el ID4 tienen el mismo consumo en velocidades bajas y medias, pero en velocidades altas y muy altas el ID.5 GTX consume respectivamente 15,2 y 21 kWh mientras que el ID.4 GTX consume 15,6 y 21,8.

Con estos datos es evidente que en lo que respecta a consumos el ID.5 es mucho más eficiente que su compañero a la hora de realizar viajes por autopista. Algo muy a tener en cuenta si queremos el coche para viajar, sobre todo en estos momentos en los que la red de cargadores en las carreteras y autopistas está aún por desarrollar. Al respecto las cifras de velocidad de carga en cargadores de corriente contínua o cargadores rápidos e ultrarrápidos es de 135 kWh y por lo tanto con este tipo de carga se podría llegar de 0 al 80% de la carga de la batería en 36 minutos.

Al volante del ID.5 GTX en recorridos urbanos las sensaciones son muy parecidas a las que experimentamos con el resto de la familia. Es un coche ágil con potencia más que de sobra para moverse por el tráfico con una suavidad muy alta y con un confort también sobresaliente. Se podría decir que en ciudad el ID.5 se mueve como pez en el agua con todos los sistemas de ayuda necesarios y con unos consumos bastante contenidos para ser un coche de un tamaño y un peso considerables.

Fuera de las ciudades hemos querido buscar ese espíritu deportivo a este ID.5 GTX. La verdad es que la potencia y la respuesta al acelerador no le faltan, es un coche que responde con mucha inmediatez, como la mayoría de los eléctricos, y que acelera de forma sostenida sin problemas, pero el tacto de la dirección y las reacciones del coche lo hacen un coche más confortable que dinámico, sobre todo en carreteras viradas. Mantiene muy bien la compostura y es posible viajar muy rápido, pero sin el tacto que pueden tener otros eléctricos con una orientación más deportiva. En esto sí que hemos notado un tacto muy similar al del ID.4 GTX que probamos.

Conclusiones

Aunque pueda parecer que el ID.5 se parece demasiado al ID.4 para justificar la diferencia de precio, lo cierto es que hay pequeños detalles que merecen la pena, sobre todo desde el punto de vista estético, pero también en el rendimiento en carretera para viajes más largos gracias a su mejor coeficiente aerodinámico. Sigue siendo un coche que tiene un excelente rendimiento y una respuesta en conducción urbana sobresaliente que sigue estando más escorado hacia el aspecto del confort que al de la deportividad.

Es verdad que un coche eléctrico como el ID.5 GTX acelera de forma muy contundente, pero quizás esperamos que el concepto de deportividad evolucione algo más para regalar sensaciones más divertidas a los que aprecian esas mismas características a las versiones deportivas de los coches térmicos del fabricante alemán que tantas alegrías han dado a sus compradores y aficionados. En cualquier caso es un coche efectivo que nos ha encantado por su rendimiento aunque haya cosas aún que mejorar en los acabados y estética de los interiores (aunque por lo que hemos podido espiar del nuevo ID.7 vamos por buen camino…).

Valoración final
8.7 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Habitabilidad
Maletero
A MEJORAR
Algunos acabados
RESUMEN
Una versión con un aspecto más deportivo y un maletero algo mayor que el ID.4. La diferencia importante es la mayor eficiencia aerodinámica que le permite consumir menos en carretera. Un excelente eléctrico para hacer muchos kilómetros.
Prestaciones9
Diseño9
Consumo8
Confort9
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

 

 

 

 

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