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Análisis

Intel Core i5 10600K, análisis: el rey en juegos

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Intel Core i5 10600K

La presentación de la arquitectura Comet Lake-S marcó la llegada de la nueva generación de procesadores de alto rendimiento del gigante del chip, y el Intel Core i5 10600K ha sido, sin duda, una de las grandes estrellas de dicha generación, no solo por sus especificaciones, sino también por la franja de precio en la que se ubica.

El Intel Core i5 10600K se puede encontrar actualmente por un precio variable en función del minorista en el que busquemos, pero ronda entre los 280 y los 305 euros. Ese rango es el más concurrido por los amantes del gaming, y también por aquellos que quieren montar un PC todoterreno sin tener que gastar una gran cantidad de dinero.

Si miramos a la competencia, vemos que AMD tiene el Ryzen 5 3600, que cuesta 190 euros; el Ryzen 5 3600X, que tiene un precio de 220 euros; y el Ryzen 5 3600XT, que se sitúa en los 270 euros. Los tres cuentan con seis núcleos y doce hilos, pero tienen unas frecuencias de trabajo distintas, lo que «justifica» la diferencia de precio que existe entre ellos. Hemos entrecomillado porque, en el fondo, podemos comprar un Ryzen 5 3600 y hacerle overclock, lo que hace que los otros dos modelos carezcan prácticamente de sentido.

Volviendo al Intel Core i5 10600K nos encontramos con un planteamiento similar, ya que cuenta con seis núcleos y doce hilos, pero gracias a la arquitectura de núcleo monolítico que utiliza Intel es capaz de funcionar a unas frecuencias de trabajo muy superiores, y alcanza unos niveles máximos con overclock que son, literalmente, imposibles para cualquier Ryzen actual.

Intel Core i5 10600K, una mirada técnica

Para entender mejor el contexto en el que nos movemos es necesario recordar que el rendimiento bruto de un procesador no se determina únicamente por las frecuencias de trabajo y el número de núcleos. Cada arquitectura tiene un IPC concreto, utiliza un proceso de fabricación determinado y tiene un conjunto de tecnologías que pueden afectar de forma sustancial a su desempeño. Intel y AMD utilizan arquitecturas distintas, y estas tienen sus ventajas y sus desventajas.

El Intel Core i5 10600K utiliza la arquitectura Comet Lake-S, está fabricado en proceso de 14 nm++, el mismo que utilizó la serie Coffee Lake Refresh, pero presenta pequeñas modificaciones a nivel de silicio que y de encapsulado que representan una mejora importante frente a generaciones anteriores. En este caso en concreto, Intel ha reducido el grosor del silicio para que el calor generado tenga un recorrido más corto y un encapsulado más delgado, y ha mejorado de forma notable el IHS al utilizar soldadura en lugar de pasta térmica. Al contar con matrices de silicio más delgadas y con soldadura en el IHS deberíamos contar, en teoría, con unas temperaturas de trabajo mucho más razonables.

Intel Core i5 10600K

En la imagen adjunta podemos ver el interior del Intel Core i5 10600K, la pastilla de silicio que da vida a este procesador. En la parte central tenemos un total de seis núcleos, divididos en dos filas de tres núcleos en cada una junto a su correspondiente bloque de memoria caché L3. En la parte de la derecha nos encontramos con la GPU integrada, y el «northbridge» a la izquierda. En la parte superior tenemos la controladora de memoria de 128 bits. Un sistema de interconexión Ringbus se ocupa de establecer la comunicación de todos los elementos del silicio.

A diferencia de lo que ocurre con los procesadores Zen 2 de AMD, que utilizan un diseño MCM en el que cada bloque de núcleos solo puede acceder a la caché L3 que tiene asignada, en el Intel Core i5 10600K tenemos un diseño de núcleo monolítico que permite que toda la caché disponible sea accesible por cada uno de esos seis núcleos. Este procesador suma 12 MB de L3 en total.

En el «northbridge» nos encontramos con una gran cantidad de elementos, como por ejemplo el complejo PCIE Gen3, la interfaz DMI y la controladora de memoria de doble canal (128 bits). La GPU integrada es, como dijimos, una solución basada en la arquitectura Gen9.5, lo que significa que está muy lejos de las versiones más actuales que hemos visto en los procesadores Intel Ice Lake, que utilizan GPUs basadas en la arquitectura Gen11.

El Intel Core i5 10600K no monta una GPU integrada de alto rendimiento, pero tampoco lo necesita. Es un procesador pensado, principalmente, para juegos, y es evidente que para sacarles el máximo partido necesitaremos una tarjeta gráfica dedicada. A nivel de especificaciones la GPU que monta este procesador dispone de 24 unidades de ejecución, suficiente para mover juegos de la generación anterior y títulos actuales poco exigentes, puede trabajar con contenidos multimedia en 4K y funciona sin problemas con conectores DisplayPort 1.4 y HDMI 2.0. Es compatible con HDR10 y Dolby Vision.

Intel Core i5 10600K

Como hemos indicado el Core i5 10600K tiene seis núcleos y doce hilos, gracias a la tecnología HyperThreading de Intel. Cada núcleo se ocupa de un proceso, y puede trabajar además con un subproceso (hilo), lo que nos deja dos hilos por núcleo. Esta tecnología permite mejorar en gran medida el rendimiento en entornos multihilo, siempre que las aplicaciones, y el sistema operativo, sean capaces de distribuir de forma correcta la carga de trabajo. Las tareas más importantes deben asignarse como proceso, y las menos exigentes como subproceso.

El rendimiento real no es el mismo que obtendríamos con un procesador de 12 núcleos, pero representa una mejora considerable, y supera de largo al que conseguiríamos con un procesador limitado a seis núcleos y seis hilos.

Pasamos ahora a ver las frecuencias de trabajo del Core i5 10600K. Este chip viene con un valor base de 4,1 GHz, un nivel bastante elevado ya que, como sabrán muchos de nuestros lectores, lo habitual es encontrarnos valores de entre 3,6 y 3,8 GHz dentro de esta gama. Gracias al modo turbo este procesador alcanza los 4,8 GHz con un único núcleo activo. Intel utiliza un modo turbo que escala las frecuencias de forma dinámica en función de la carga de trabajo, del número de núcleos activos, de la alimentación y de las temperaturas. Sin embargo, no está al nivel del Core i9 10900K, que utiliza Turbo Boost Max 3.0 y Thermal Velocity Boost para afinar al máximo el escalado de frecuencias.

Aunque Intel lista un TDP de 125 vatios (es lo que se conoce como PL1) el Core i5 10600K tiene un PL2 de 182 vatios. Este segundo valor es el que representa el consumo máximo del procesador a corto plazo cuando el modo turbo entra en juego, y supone, por tanto, un valor mucho más realista. Como hemos dicho el modo turbo escala en función de las temperaturas de trabajo, y también en función de los núcleos activos. A continuación os dejo un desglose de las frecuencias de trabajo del Core i5 10600K en sus diferentes modos:

  • Frecuencia base: 4,1 GHz.
  • Modo turbo con un núcleo activo: 4,8 GHz.
  • Modo turbo con dos núcleos y cuatro hilos activos: 4,7 GHz.
  • Modo turbo con todos los núcleos e hilos activos: 4,5 GHz.

La letra «K» confirma, por otro lado, que estamos ante un procesador preparado para hacer overclock, y que viene sin disipador. Esto quiere decir que, al precio de venta del chip, debemos añadir el coste de un sistema de refrigeración apropiado para mantener bajo control sus temperaturas de trabajo.

Intel Core i5 10600K

A continuación os dejo un resumen con las especificaciones básicas del Intel Core i5 10600K:

  • Arquitectura Comet Lake-S en proceso de 14 nm++.
  • Seis núcleos y doce hilos a 4,1 GHz-4,8 GHz, modo normal y turbo.
  • Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
  • 12 MB de caché L3.
  • TDP de 125 vatios.
  • Compatible con el socket LGA 1200 y chipsets serie 400.

Como sabrán nuestros lectores habituales la llegada de los procesadores Core de décima generación supuso el debut de una nueva generación de placas base, agrupadas alrededor de los chipsets serie 400 y equipadas con el socket LGA 1200. Esto quiere decir que el Core i5 10600K no es compatible con las placas base LGA 1151 con chipset serie 300 y anteriores.

Para sacar el máximo partido a los procesadores Core de décima generación serie «K» necesitamos una placa base con chipset Z490. Podemos encontrar una gran variedad de placas base equipadas con dicho chipset y sus diferencias no se limitan al diseño, se extienden a la calidad de construcción y a aspectos tan importantes como el VRM y la disipación de sus componentes clave. Esto quiere decir que no todas las placas base con dicho chipset están al mismo nivel en lo que respecta a potencia y amperaje, así que tenedlo en cuenta,

En la imagen adjunta podéis encontrar todas las claves del chipset Z490, utilizado en las placas base de gama alta para los nuevos procesadores Intel Comet Lake-S. A grandes rasgos es muy similar al chipset Z390, ya que cuenta con 24 líneas PCIe Gen 3, seis puertos SATA III, seis puertos USB 3.2 Gen 2, diez USB 3.2 puertos gen 1 y catorce puertos USB 2.0. Los elementos marcados en azul claro son opcionales.

Equipo de pruebas y resultados del Intel Core i5 10600K

Ya tenemos una idea más clara del Core i5 10600K y de la plataforma LGA 1200 de Intel. Hemos visto sus claves más importantes, así que estamos listos para comprobar qué puede dar de sí este procesador en términos de rendimiento, y también de eficiencia.

Antes de entrar a ver los resultados de cada una de las pruebas os dejo el resumen de componentes que hemos utilizado en el equipo de pruebas:

  • Procesador Core i5 10600K con seis núcleos y doce hilos a 4,1 GHz-4,8 GHz.
  • 16 GB (2 x 8 GB) de RAM Corsair DOMINATOR PLATINUM RGB WHITE DDR4 a 3,6 GHz CL18.
  • Placa base MSI MAG Z490 TOMAHAWK.
  • Corsair H100i RGB PRO XT como sistema de refrigeración líquida (AIO).
  • Tarjeta gráfica RTX 2080 Ti Founders Edition con 11 GB de memoria GDDR6.
  • SSD Samsung Evo 850 de 500 GB (sistema operativo).
  • SSD PCIE NVMe Corsair Force Series MP510 de 960 GB.
  • Windows 10 Pro de 64 bits.
  • Fuente de alimentación Corsair AX1000 80 Plus Titanium con certificación 80 Plus Titanio.

Intel Core i5 10600K: rendimiento en pruebas sintéticas

A frecuencias de stock el Intel Core i5 10600K se impone en casi todas las pruebas al Ryzen 5 3600X de AMD, un procesador que podemos considerar como su rival directo, una victoria por la mínima que es consecuencia directa de sus mayores frecuencias de reloj ya que, como hemos dicho, el Intel Core i5 10600K alcanza los 4,5 GHz con todos los núcleos activos en modo turbo.

Resulta curioso, no obstante, ver que en Cinebench R20 logra una ventaja clara en monohilo pero pierde en multihilo.

Intel Core i5 10600K: rendimiento en juegos

En juegos la cosa cambia, y de manera notable. A frecuencias de stock el Intel Core i5 10600K vence en todas las pruebas al Ryzen 5 3600X, y en algunos casos la diferencia llega a ser bastante grande (Battlefield V, por ejemplo), y eso que no hemos hecho overclock.

Os recuerdo que a mayor resolución menor dependencia del procesador y mayor impacto de la tarjeta gráfica en el rendimiento en juegos. Por eso he utilizado la resolución 1080p en la mayoría de las pruebas, aunque he acompañado también resultados en 1440p y 2160p para que tengáis una visión más clara del valor que ofrece el Intel Core i5 10600K.

Intel Core i5 10600K: overclock

Hacer overclock al Intel Core i5 10600K es coser y cantar, sobre todo si utilizamos la herramienta Intel Extreme Tuning Utility. Con la unidad que nos ha facilitado Intel he podido alcanzar los 5 GHz, pero superando la barrera de los 1,4 voltios, un valor que, en general, debemos considerar como el máximo «óptimo».

Con la unidad que nos ha proporcionado Intel solo pude llegar de forma estable a 4,9 GHz sin superar ese voltaje. La diferencia es de apenas 100 MHz, y a cambio nos movemos en unos valores más seguros, tanto a nivel de voltaje como de temperaturas, dos valores que, como sabrán nuestros valores más avanzados, pueden reducir la vida útil del chip cuando concurren de forma simultánea en franjas muy altas.

Como podemos ver en los resultados de rendimiento al hacer overclock el Intel Core i5 10600K se aleja un poco más del Ryzen 5 3600X, aunque las diferencias son mínimas conforme aumentamos la resolución. Ya os hemos explicado por qué en el apartado anterior.

Intel Core i5 10600K: temperaturas

El kit de refrigeración Corsair H100i RGB PRO XT cumple a la perfección y mantiene unas temperaturas muy buenas.

Tanto a frecuencias de stock como con overclock nos movemos en unos valores totalmente seguros. Tened en cuenta que con un sistema de refrigeración por aire esos valores serían muy distintos, salvo que optemos por modelos de alto rendimiento de fabricantes tan conocidos y fiables como Noctua, por ejemplo.

Notas finales: el rey en juegos tiene un precio, y es elevado

El Intel Core i5 10600K es un procesador muy potente, de eso no hay duda. Incluso a frecuencias de stock demuestra un gran rendimiento, supera a sus rivales directos y mantiene unas temperaturas de trabajo excelentes.

Podemos (y debemos) hacerle overclock, aunque el margen que tenemos es un poco más limitado de lo que nos gustaría. En este caso, manteniendo un voltaje óptimo, hemos estado limitados a 4,9 GHz, pero es lo que tiene la lotería del silicio, no todos los chips salen iguales y no todos tienen, por tanto, el mismo margen de overclock. Hay unidades del Intel Core i5 10600K que pueden alcanzar los 5,1 GHz de forma estable y con voltajes seguros, y otras llegan incluso a 5,2 GHz, pero no es lo normal.

Con todo, subir las frecuencias a 4,9 GHz nos da un impulso que, en algunos juegos, resulta considerable, y las temperaturas no se disparan a no ser que nos encontremos ante cargas de trabajo muy intensas y poco realistas.

Durante las pruebas las estabilidad del Intel Core i5 10600K ha sido total, hacerle overclock ha sido como dar un paseo por el parque, y ha demostrado que en términos de rendimiento bruto no tiene rival dentro de su categoría, especialmente en juegos. Sin embargo, presenta una contrapartida importante, y es que tiene un precio elevado.

Es más potente que un Ryzen 5 3600X, y supera igualmente al Ryzen 5 3600 XT, pero también es más caro. Si aspiras al máximo rendimiento posible y vas a jugar en resoluciones 1080p con tasas de refresco muy altas el Intel Core i5 10600K es una opción a tener en cuenta, pero si tu prioridad es el valor precio-rendimiento el Ryzen 5 3600 es mejor opción. No pases por alto tampoco el Intel Core i5 10600KF, una versión sin GPU integrada que se puede encontrar por unos 270 euros, y que ofrece un valor mucho más interesante.

Valoración final
8.5 NOTA
NOS GUSTA
Rendimiento en juegos.
Temperaturas.
6 núcleos y 12 hilos.
Fácil de overclockear.
A MEJORAR
El precio.
Sin disipador de serie.
Plataforma sin PCIe Gen4.
Overclock por debajo de lo esperado.
RESUMEN
El Core i5 10600K es un procesador muy potente que da lo mejor de sí en juegos. Incluso a frecuencias de stock demuestra un gran potencial, supera a sus rivales directos y mantiene unas temperaturas de trabajo excelentes, pero por desgracia tiene un precio elevado y se asienta en una plataforma que carece de los últimos avances del sector.
Rendimiento9
Temperaturas9
Overclock8.5
Calidad / Precio8
Plataforma8

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