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Análisis

Volkswagen Golf eTSI, revisiones

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«You check out guitar George, he knows-all the chords» Sultans of Swing (Dire Straits, 1978)

No abrí un bar por vocación sino por necesidad. Al principio la necesidad era de independencia y en parte por demostrarme algo a mi mismo. Luego para mantener a mi familia que creció dos veces y menguó una hasta estabilizarse en el desquiciante desafío de convivencia en el que se ha convertido ahora y al que acudo poco tiempo con la excusa del bar. Y esa fue la siguiente necesidad, la de salir de casa antes de que nadie abriera los ojos y la de volver tan tarde y tan cansado que nadie me pidiera cuentas de nada. Supongo que por eso se fue Susana para ir a ninguna parte. Se poco de ella, lo que me cuenta mi cuñado que sigue viniendo a tomarse un café poco cargado a las cuatro menos cuarto. Que me sigue queriendo dice. Yo no pero es que nunca le he querido. No le quiero escuchar pero soy el dueño de un bar y hace mucho que me di cuenta de que la gente no venía a tomar cosas sino a soltarlas al que estuviera detrás de la barra.

Así me paso el día, asintiendo, encogiéndome de hombros, soltando con cuidado alguna corta carcajada y en ocasiones especiales profiriendo algo más que un monosílabo. No soy de ningún equipo ni de ningún partido porque mi obligación es ser de todos. Estoy tan acostumbrado a ello que creo que ya no tengo opinión de nada. Opino de la calidad de las servilletas o de la presión de los barriles de cerveza que me sirve el ladrón del Carlos. Antes tenía un empleado pero también me robaba. Pero no le eché, me robaba poco y me ayudaba mucho así que nunca dije nada hasta que no tuve dinero para pagarle. Y así se lo dije y se fue sin quitarse el delantal. Nadie sisa en la caja pero nadie me ayuda a recoger por las noches. Así que he salido perdiendo. Ni me acuerdo cómo se llamaba. Y ahí está de nuevo mi cuñado, no se por qué le sigo llamando así pero me acerco y le hago un gesto de reconocimiento. Esta vez pide una ginebra, a palo seco. Se la sirvo. Me agarra de la camiseta para decirme que ha matado a su hermana. Que no hay derecho lo que me había hecho. Que me quería, me quería de… esa otra manera dice. Y yo le escucho. Claro.

La vocación de VolksWagen de hacer «coches para el pueblo», como indica en alemán su propio nombre, se encarnó en su momento con el Escarabajo y más adelante con el mítico Golf. Un coche con un nombre cuanto menos curioso que en sus distintas reencarnaciones ha ido siendo uno de los coches más exitosos de la historia del automóvil. Así que retocarlo para sacar adelante una nueva generación no es algo sencillo y por ello casi siempre los ingenieros encargados son bastante conservadores.

Ficha técnica del Volkswagen Golf 8 E-TSI

Nosotros hemos tenido la ocasión de probar la nueva generación del Golf para comprobar qué cambios por fuera y por dentro ha sufrido este modelo y si sigue siendo fiel a una tradición que ha supuesto una buena parte del éxito del fabricante alemán en todo el mundo con más de 35 millones de unidades vendidas. Esta nueva reencarnación del Golf supone la número 8 según las cuentas de la propia Volkswagen y aspira entre otras cosas a modernizar muchos de sus elementos.

La plataforma de siempre

Al examinar los datos de este Golf descubrimos que se basa en la misma plataforma MQB que la generación anterior y que sus dimensiones son casi iguales con una diferencia de un puñado de milímetros más largo y más bajo que aquella. Echando un vistazo al exterior tampoco el diseño presenta grandes cambios como viene siendo habitual en las evoluciones del Golf para que no pierda en ningún momento esa personalidad que es uno de los ingredientes de su éxito.

En el frontal sin embargo y en comparación con el Golf anterior, los grupos ópticos son más afilados y quedan enmarcados por la parte de arriba por la línea superior que delimita la toma de aire central para terminar en el lateral con el intermitente. La forma del parachoques también es distinta y el tamaño de la toma de aire inferior es mucho más grande. El conjunto es un aire sensiblemente más agresivo y deportivo pero sobre todo más moderno en línea con las nuevas luces LED que equipa el vehículo.

Si nos fijamos en el perfil del coche el diseño es muy parecido al de generaciones anteriores con dos volúmenes muy marcados para maximizar el espacio interior. El pilar C tiene un diseño distinto que pasa de ser casi vertical a una forma más inclinada alineada con el techo que desciende hacia la parte posterior de forma más pronunciada que en el Golf 7 hasta el spoiler que en este caso es más grande y más «envolvente» ya que en vez de casi recto desciende sobre la luna posterior.

La parte trasera sigue con el marcado aire de familia y con las aportaciones que hemos visto en la parte delantera: unos grupos de luces más estilizados en forma de «L» y un parachoques más grande que una vez más aportan un toque estético que transmite deportividad, algo que casa muy bien con la personalidad del Golf. También se ha modificado el diseño del portón haciéndolo más ancho lo que aporta comodidad a la hora de cargar el maletero.

Interior del nuevo Golf

El interior del Golf es quizás lo que más ha cambiado de una generación a otra. En la parte delantera lo que más cambios ha sufrido es la parte del salpicadero, la instrumentación y el sistema de información y entretenimiento. Para empezar la instrumentación del Golf va a ser siempre digital mediante una pantalla de 10,25 pulgadas que se encuentra tras el volante. Aunque las funciones son parecidas que la de la instrumentación digital del Golf anterior, el aspecto es totalmente distinto y la pantalla es algo más pequeña. La verdad es que nos gustaba más el aspecto de la anterior, pero es cuestión de gustos y de acostumbrarse porque es igual o más práctica que la de aquel.

La pantalla del sistema de información y entretenimiento ha sido desplazada a la parte superior del salpicadero, lo que aumenta la seguridad. En la unidad que pudimos probar esta pantalla es de 10 pulgadas. También en este caso las funciones son similares con acceso al navegador, la climatización y otros, pero a diferencia del sistema del Golf anterior prácticamente todas las funciones se controlan a través de la pantalla táctil y las que no como control de temperatura o subida y bajada del volumen se realizan con botones también táctiles. A la izquierda de la instrumentación encontramos un bloque con más botones táctiles para controlar las luces o el sistema de desempañado de cristales.

Al tener tantas funciones concentradas en el sistema y mediante el sistema táctil de la pantalla en ocasiones se hace complicado acceder a las funcionalidades más sencillas y eso para nuestro gusto es un paso atrás con respecto a la funcionalidad del sistema anterior. En contrapartida este sistema es más potente y permite hacer más cosas además de tener una gráfica más moderna y clara. Con la excepción quizás del navegador ya que la gráfica de la versión anterior nos gustaba más.

Menos botones

Esta economía de botones hace que el diseño del interior del Golf sea mucho más limpio y futurista que en generaciones anteriores. La parte inferior la recorre una línea que eleva los elementos del salpicadero e integra las salidas de ventilación que tienen un diseño alargado y un tamaño generoso. En la consola central encontramos un espacio para el teléfono móvil, con carga inalámbrica en nuestro caso, y una palanca para el cambio automático que ha dejado de ser palanca para ser un selector de pequeño tamaño. Otro elemento más al que tendremos que acostumbrarnos.

Otra novedad de este nuevo Golf es un nuevo sistema de reconocimiento de voz. Es de ese tipo de sistemas que más que adaptarse al usuario el usuario tiene que adaptarse a él, es decir, no tiene la potencia de sistemas como el de Alexa de Amazon o de Google Home. Sin embargo tras aprender qué funciones están accesibles y cómo hay que vocalizar esas instrucciones el sistema es de gran ayuda en situaciones como buscar una dirección en el navegador o subir la temperatura del climatizador.

Calidad de vida

En lo que respecta a la calidad de vida en el  interior, éste sigue siendo igual de práctico y bien acabado con materiales de buena calidad como en generaciones anteriores del modelo alemán. Los asientos son muy parecidos a los del anterior Golf y por tanto cómodos y con una buena sujeción. La limpieza del salpicadero hace que no sea tan voluminoso y eso permite encontrar con mayor facilidad espacio para las piernas en la parte delantera y que las personas más altas no choquen con las rodillas.

En la parte de atrás y dado que el tamaño, como hemos visto, apenas ha cambiado, la habitabilidad es muy parecida a la del anterior Golf. y al igual que en este las personas de cierta estatura se encontrarán más cómodas que en otros modelos de esta misma categoría. El túnel central lleva a las plazas de atrás dos salidas de ventilación además de sendas conexiones para permitir la carga de teléfonos y dispositivos con una pareja de conectores USB-C.

El maletero del Golf 8 tiene la misma capacidad que el de la generación anterior: 380 litros con la capacidad de ampliarlo abatiendo los asientos en dos partes y con un hueco que corresponde al reposabrazos que permite introducir objetos alargados sin necesidad de abatirlos. Es un maletero con formas regulares bastante práctico y que dispone de un piso que puede colocarse a dos alturas y que permite dejar un espacio para almacenar objetos debajo del mismo.

Más cambios

Otro de los cambios más notables de esta nueva generación es el de las motorizaciones y en concreto quizás el más interesante es la disponibilidad de mecánicas de hibridación ligera que permiten lucir la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico. En nuestro caso pudimos probar la motorización e-TSI de 150 caballos que dispone de esta tecnología y que ofrece una buena cantidad de avances tecnológicos muy interesantes.

Este motorización consta de un motor de gasolina de 150 caballos que funciona de forma conjunta con un motor eléctrico de 48V que aporta hasta 12 caballos que funcionan a baja velocidad y que ayudan a que el coche se ponga en marcha desde parado. Se trata de un sistema parecido al que probamos con algunos modelos de Mazda como el CX-30 pero con un motor eléctrico más potente que los 8 caballos que rinde el del sistema del coche japonés.

Como en el caso del motor Skyactiv de Mazda se trata de un propulsor muy avanzado que utiliza un sistema inteligente para gestionar el funcionamiento conjunto de los dos motores. Este sistema es capaz de apagar por ejemplo la mitad de los cilindros si nota que la necesidad de potencia es menor o incluso de apagar el motor cuando estemos por ejemplo en autopista sin repechos y se pueda mantener la velocidad simplemente con la inercia. En ese caso para volver a arrancar el motor entraría en funcionamiento el motor eléctrico y no el de arranque ya que es capaz de funcionar al mismo número de revoluciones que es capaz de girar el motor.

Este sistema de gestión del funcionamiento del motor de explosión, con ayuda del eléctrico, hace que los consumos sean más bajos de lo habitual en coches de gasolina de potencia similar y por supuesto contamina menos. Esta nueva generación además utiliza los datos del navegador y del radar de detección de tráfico para adaptar el funcionamiento del acelerador y del freno en función de las características de la carretera y del tráfico con el que nos encontremos.

Sofisticado

Hay que decir que toda esta sofisticación técnica no convierte la conducción del Golf en más «artificial» que la de sus antecesores. Quizás transmite menos a la hora de afrontar por ejemplo recorridos con muchas curvas, pero una vez acostumbrados al comportamiento del coche este siempre es noble y obediente y permite trazar zonas viradas con mucha precisión y rapidez. En cuanto entremos en el juego encontraremos a este Golf muy divertido.

El motor da una respuesta muy buena y permite una conducción rápida. Los datos de aceleración de cero a cien kilómetros por hora son de 8,5 segundos que son muy buenos para un coche de su peso y potencia. El cambio DSG siempre eficaz y con una respuesta inmediata se beneficia de la suavidad y progresividad con la que la combinación de los dos propulsores consigue entregar ante cualquier sugerencia del acelerador. Nos ha parecido ideal tanto para breves escapadas en carreteras de montaña como para largos trayectos en autovía haciendo uso de todas las facilidades de sus sistemas electrónicos para mantener el carril y la velocidad ajustándola a las necesidades del tráfico.

Conclusiones

Esta octava generación del Golf parecía que iba a traer menos sorpresas de las que al final ofrece. Aunque la filosofía del coche e incluso bastante del aspecto exterior se mantienen intactos la tecnología sin duda ha cambiado muchos de los aspectos del coche para al final respetar el alma y la personalidad del Golf. La incorporación generalizada de botones táctiles y un sistema de información y entretenimiento que centraliza prácticamente todas las funciones del coche no nos convencía al principio, pero al convivir un tiempo con ello hemos superado en parte nuestras reticencias.

Se han mejorado muchos detalles de forma casi imperceptible como la calidad de los asientos y otras de forma decisiva como la posición de la pantalla, pero lo que más nos ha gustado es la apuesta tecnológica por el sistema de hibridación ligera. Resulta todo un prodigio de ingeniería por un lado y de electrónica y computación por el otro pero sobre todo y aún tratándose de un sistema muy complejo el resultado es una respuesta brillante en cualquier situación y que permite ahorrar combustible casi sin darnos cuenta (y, claro está, contaminar menos).

Valoración final
8.3 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Excelente funcionamiento del sistema mild hybrid
Buenas características dinámicas
A MEJORAR
Todos los controles son táctiles
RESUMEN
El Golf 8 es un digno heredero de la saga Golf con algunas aportaciones muy interesantes como las nuevas motorizaciones microhíbridas y los nuevos sistemas de gestión del motor
Prestaciones8
Diseño8.5
Consumo8.5
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8.5

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