Primera demanda contra Google Stadia por «incumplir las promesas» de rendimiento
Un usuario ha interpuesto una demanda contra Google Stadia en un juzgado de Nueva York. La demanda, la primera presentación de este tipo de la que tenemos constancia, pretende convertirse en colectiva para acoger judicialmente a todos los usuarios que se sientan «engañados» por el «incumplimiento de las promesas de Google» en cuanto al rendimiento del servicio o el valor de paquetes como la ‘Edición de Fundadores’.
Google Stadia es el servicio de juego en la nube del gigante de Internet. Fue anunciado con gran fanfarria mediática en junio de 2019 en un momento donde parecía que los servicios de streaming, en nube, bajo demanda y en general on-line se iban a comer el mundo abriendo una nueva era en la distribución de videojuegos. Ya había sucedido en las industrias de la música o el vídeo (con gran éxito), pero los juegos tienen su problemática particular.
El juego en nube no es sencillo
De hecho, la idea no es nada nueva y la intentaron implementar hace bastantes años compañías como OnLive con escaso éxito de público. Su funcionamiento general es similar para todos estos servicios. Los juegos se ejecutan en grandes servidores y se transmiten desde la nube a las máquinas locales mediante streaming. De esta forma se puede disfrutar un juego independientemente del nivel del equipo o directamente sin utilizar ningún tipo de dispositivo o consola, por ejemplo en una pantalla de visualización como un televisor inteligente y con un simple mando.
Esa es la teoría. La práctica, con juegos, se complica enormemente. Transmitir unos cuantos bits estáticos de una pista musical es sumamente sencillo para la tecnología actual, pero hacer lo mismo con millones de frames en movimiento de un juego y que tienen que cambiar en décimas de segundo ante la respuesta de los jugadores es sumamente complicado. En la transmisión, sí, y mucho más en la recepción del cliente.
La realidad hasta ahora es que ningún servicio de este tipo ha triunfado, ni siquiera tan potentes como el GeForce Now de NVIDIA. Amazon Luna se conoce muy poco; Apple Arcade solo se mantiene por los fans de la marca y sin llegar a entusiasmar, mientras que otro que llegó también para comerse el mundo, el xCloud de Microsoft, se mantiene en una prudente fase beta después de casi tres años de su anuncio.
Para completar la introducción, hay que señalar que Google Stadia tiene, a su vez, sus peculiaridades. Tantas que Google tardó un año desde el lanzamiento en salir a explicarlas porque el gran público no parecía tener idea cierta de lo que es y no es, funcionamiento o sus grados de suscripción. Era tentador pensar en Stadia como un «Netflix para juegos» y quizá los mismos medios equivocamos el enfoque. Stadia es más software y servicios, que no hardware ni videojuegos, y hay una distinción muy importante: los juegos no son gratuitos y tiene que pagarlos el propio usuario, salvo alguno puntual que entrega Google.
Demanda contra Google Stadia
La demanda colectiva tiene 40 páginas y basa sus argumentos en el «incumplimiento» de las promesas de Google previas al lanzamiento: «Stadia es más potente que Xbox One X y PlayStation 4 Pro combinadas… y proporcionará juegos ultra rápidos, de alta calidad y con resolución 4K a 60 cuadros por segundo». Este tipo de declaraciones se extendieron por Internet, incluyendo mensajes en Twitter como el del jefe de Stadia, Phil Harrison, que se presenta como prueba: