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Análisis

Humankind, análisis (PC): ¿Controlarás a la humanidad?

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¿Qué pasaría si pudieras reescribir la historia? ¿Cómo cambiarias el curso de la Humanidad? Estas son las preguntas con las que Amplitude plantea su juego y las que te propone dar respuesta echándole horas.

Estamos ante un título de estrategia histórica por turnos que te llevará desde el Neolítico hasta la actualidad, con la diferencia es que en esta ocasión podrás combinar la cultura que mejor te convenga para el periodo que atraviesas.

El juego se lanzó el 17 de agosto para PC por 50€.

Requisitos del Humankind

Requisitos  Requisitos mínimos Requisitos recomendados 
Sistema operativo Windows 7, 64-bit Windows 7, 64-bit
CPU Intel i5 4th generation/AMD FX-8300  Intel Core i5 6th generation (o superior)/AMD Ryzen 5 16000 (o superior)
GPU NVIDIA GTX 770/ AMD R9 290 NVIDIA GTX 1060 (o superior)/ AMD RX 5500-XT (o superior)
Memoria 8 GB de RAM 8 GB de RAM
Almacenamiento  25 GB de espacio disponible  25 GB de espacio disponible
DirectX Versión 11 Versión 11

Vestido con una estética cartoon muy cuidada Amplitude Studio nos presenta un juego de estrategia histórica que nos pondrá a competir con otros personajes para alcanzar la superioridad de tu pueblo sobre los otros. La fama es lo que más te ayudará a conseguirlo, pero mientras tanto tendrás que controlar multitud de aspectos para evitar que tu pueblo se hunda o lo hundan.

Antes de empezar

Antes de empezar cualquier partida crearemos a nuestro personaje, el que controlará las «humanidades» que llevemos a cabo. Este personaje es totalmente editable y modificable, podremos hacerlo a nuestra imagen y semejanza si así queremos. Una vez elegido como seremos toca elegir nuestros estandartes que nos identificarán en el juego. Pero estos personajes no solo son editables en su estética, también podremos modificar su personalidad en tres aspectos fundamentales:

  • Arquetipos: las tendencias generales y el comportamiento de tu Avatar. ¿Intentará planificar con mucha antelación o se dejará llevar por el momento? ¿son aliados incondicionales o te apuñalan por la espalda a la primera de cambio? ¿te guardarán rencor si haces lo mismo con ellos? Puedes ajustarlos en varios ejes diferentes en cualquier dirección, pero solo podrás ajustar un número determinado de ellos al mismo tiempo, así que elige con cuidado.
  • Prejuicios: mucho más específicos que los arquetipos. Representan una especie de manía o casi una obsesión que tendrá tu Avatar de IA. ¿Nunca te rindes hasta el amargo final o te niegas a ceder ante cualquier exigencia? Tu Avatar puede hacer lo mismo. ¿O tal vez te guste la idea de elegir una cultura de la Era Antigua y llevarla a la Era Contemporánea? También puedes hacer que tu Avatar se adapte a ello.
  • Fortalezas: por ultimo puedes otorgarle a tu Avatar ciertas fortalezas, bonificaciones pasivas que puedes utilizar para complementar el estilo de juego que te gustaría para tu Avatar. Si eres un jugador que disfruta con la guerra y las batallas en Humankind, quizá quieras que las Unidades Emblemáticas del Avatar sean más poderosas. Tal vez prefieras la investigación y el comercio, así que mejo optar por dar a tu Avatar un pequeño impulso en Ciencia y en la generación de Dinero.

Tras ello seleccionaremos a nuestros contrincantes, se puede jugar contra la máquina o en línea, si juegas contra la máquina podrás elegir los personajes a los que te quieres enfrentar y el número de ellos. Lo siguiente a elegir será el tamaño del mapa, la dificultad del juego y el nivel de belicosidad de la IA.

Sistema de puntos

En Humankind cuenta todo, no solo el dinero, pero lo que de verdad importa es la fama. Son los puntos de fama los que nos darán la victoria frente a nuestros contrincantes, pero de nada sirve centrarse en conseguirlos porque se nos podrán descontrolar otros aspectos que echarán a perder la partida.

Una vez iniciada la partida, pinchando en tu estandarte verás que tareas tienes que llevar a cabo para conseguir puntos de fama y con ella las estrellas que te ayudarán a evolucionar a una era superior.

También puedes realizar acciones especiales para conseguir un extra de puntos de fama, como la creación de maravillas, que te otorgan 100 puntos y solo puede construirse una por jugador. En el caso de la creación de maravillas, no se trata de una carrera contrarreloj como en el Civilization, en la que todos los jugadores pueden construir cualquier maravilla pero solo se la queda el que la haya construido primero. Aquí tu compras el derecho a construirla y puedes hacerla cuando quieras, eso sí, solo podrás construir una cada vez. Cuanto más construyes y avanzas en las épocas, más caras son.

Descubrir maravillas naturales, algunos eventos especiales, hacerse con el control de pueblos independientes, completar todas las investigaciones tecnológicas o eliminar otro imperio contrincante, también nos otorgará puntos de fama.

Dejando el cursor sobre el estandarte veremos nuestro puesto en la carrera por ganar la partida.

La fama simplemente se acumula y nos coloca en el ranking de la partida, pero no nos permite llevar acciones a cabo, como si lo permite la influencia o el dinero. Es el caso de la influencia que serán los primeros puntos que podremos acumular y los que nos permitirán asentarnos y crear nuestra primera ciudad. Los puntos de influencia se ganan por turno, pero una vez avancemos en el juego diferentes acciones nos permitirán ganar más influencia. Podremos ganar influencia llevando a cabo determinadas infraestructuras o distritos en nuestras ciudades o explorando lo que nos quede del mapa.

Esta influencia podrá utilizarse para llevar acabo movimientos estratégicos como la transformación de asentamientos en ciudades, avanzar estableciendo nuevas leyes por las que se regirá nuestro pueblo o anexar nuevos territorios a nuestras ciudades. Y por supuesto nos indicará nuestro control sobre otros gobiernos, el pueblo más poderoso tiene más influencia y puede doblegar más fácilmente a otros gobiernos.

El oro, la riqueza, siempre es necesario en cualquier civilización y en Humankind lo necesitaremos para llegar a acuerdos o para adelantar la cola de producción de nuestras ciudades, cuando necesitemos tener algo listo en poco tiempo. El oro también se consigue por turnos y determinadas acciones nos harán generar más o menos. Podremos crear distritos dedicados a generar más riqueza o infraestructuras en nuestras ciudades que también nos proporcionen más dinero. También podremos conseguir un extra si comerciamos nuestros recursos con otros jugadores. Algunas civilizaciones están centradas en crear más riqueza y si las seleccionamos para jugar nos dejará más tranquilos por ese lado.

Es importante también controlar los alimentos, la producción y la estabilidad en nuestras ciudades para que no haya revueltas. Un bajo nivel de alimentos nos hará perder ciudadanos que se morirán de hambre, una baja producción provocará que nuestras construcciones o infraestructuras en ciudades tarden más turnos en completarse, pero lo más importante es la estabilidad ya que si ésta baja podremos perder el control de una ciudad debido a los motines y revueltas.

Mecánica del juego

Cuando pongas tu «humanidad» en marcha surgirán distintos eventos que te podrán a prueba y si no reaccionas correctamente, podrás perder la estabilidad de tu pueblo.

Empezarás siendo una tribu nómada que busca un lugar para asentarse, para ello tu pueblo deberá explorar el mapa en el que se encuentra. La unidad con la que empiezas es un grupo de guerreros, que tienen cuatro unidades de movimientos, al empezar podrán dirigirse a cualquier lugar excepto elementos elevados o el agua. Según exploran encontrarán lugares que pueden otorgar puntos extras de influencia o alimentos. Si consigues una cantidad mínima de alimentos puedes dividir tu unidad de ataque en dos con lo que abarcarás un mayor espacio de juego y conseguirás más puntos de influencia.

Cuando tengas un mínimo de puntos de influencia. Podrás fundar tu primer asentamiento, es decir, apropiarte de un territorio. Este asentamiento lo puedes fundar con cualquier grupo de guerreros. Cuando selecciones la opción de asentarse dentro de las acciones de la unidad guerrera, al pasar el cursor por encima del mapa, verás que propiedades contiene cada celda y en cual te interesa más asentarse. Lo ideal es hacerlo en un espacio que tenga algún recurso clave que otorgue ventaja en el juego, pero tampoco debemos entretenernos mucho buscando este lugar especial, ya que nos contrincantes nos podrán tomar ventajas en la partida.

Nada más empezar tendremos que tener cuidado con algunos animales salvajes que pueden atacar a nuestras unidades. Lo normal es que estos animales sean sencillas de vencer y no eliminen a nuestros guerreros, pero la cosa se irá complicando (según el nivel de dificultad de la partida) cuando avancemos ya que aparecerán guerreros de «pueblos libres» que pueden amenazar nuestros territorios. Es decir, no solo deberemos guardarnos de nuestra competencia, también aparecerán otras poblaciones que pueden hacer peligrar nuestra estabilidad. Lo bueno de estos pueblos es que, al no ser un personaje de la competencia, podemos eliminarlos sin temor de crear una crisis mundial que haga peligrar nuestra partida y en muchos casos nos otorgarán puntos de fama. También podemos decidir evitarlos si no estamos preparados a nivel armamentísticos, pero debemos tener cuidado porque en un determinado momento decidirán atacar. Eliminar estas unidades rebeldes nos proporcionará oro y, en caso de que ellas ya estén asentadas, ciudades.

Pero no se trata de centrarte solo en tu espacio y tu pueblo, deberás llegar a acuerdos y vigilar a tu competencia para conseguir fama e influencia y así ganar la partida. Con ellos podrás llegar a tratos comerciales, tratos estratégicos, reclamar terrenos que consideras tuyos o directamente iniciar una guerra con ellos.

Aunque tu eliges a tus contrincantes cuando pones en marcha la partida, no podrás interactuar con ellos hasta que avances en el juego. Al principio deberás explorar el mapa lo máximo posible para dar con con todos ellos. Una vez que los tengas localizados aparecerán en tu menú y seleccionando su estandarte accederás a su menú para llevar a cabo diferentes acciones. En este menú también verás, en la parte superior, el apoyo a la guerra que tanto tu pueblo como el suyo otorgan. Una lectura muy interesante para saber de quien tenemos que cubrirnos las espaldas y evitar una guerra por sorpresa.

Declarar una guerra nos podría otorgar el control total de un territorio en caso de que la ganemos, si contamos con un ejército muy fuerte, pero si perdemos nos supondrá un coste de puntos de Fama que nos pondrá a la cola del ranking.

Antes de iniciar guerra podremos llevar a cabo demandas o peticiones a nuestros adversarios cuando sea necesario, por ejemplo, que libere a una ciudad cercana a nosotros o que nos compense por habernos atacado.

Evolución de la partida

Durante la partida deberemos hacer frente a los diferentes dilemas que la IA nos presente, estos pueden ser desde el ataque de unos bárbaros, acciones de nuestra competencia o eventos que surgen aleatorios que nos pedirán una respuesta entre varias opciones.

Este tipo de eventos puede aparecer en cualquier momento de la partida en forma de cuadro de diálogo y nos plantean distintas situaciones, por ejemplo, una de nuestras ciudades se ha inundado y deberemos elegir entre reformarla por completo para evitar cualquier tipo de daño humano, dejar que los ciudadanos se las arreglen por si mismos o arreglar lo mínimo posible para que no nos provoque un mayor gasto. Cada una de las decisiones que tomemos en este tipo de eventos tendrá consecuencias a corto y medio plazo para nuestro pueblo y por lo tanto para nuestra partida, por lo que debemos pensar bien la decisión a tomar. Cada una de nuestras decisiones marcará también el tipo de gobierno que queremos llevar, si queremos que sea más justo, intelectual o religioso.

En este juego la tecnología y los hallazgos científico que llevemos a cabo son importantes y nos harán avanzar en el juego. En este sentido, tendremos un árbol tecnológico muy similar al del Civilization. En el que elegiremos en que tecnología queremos centrarnos según el momento histórico en el que nos encontremos. Conseguir cada descubrimiento nos llevará más o menos turnos y dependerá del nivel de ciencia que estemos generando en nuestras ciudades. Esta ciencia se puede potenciar construyendo distritos o acciones dedicados a ella.

Es importante decidir que estrategia llevaremos a cabo en nuestro árbol de la ciencia, que línea de investigación queremos llevar a cabo, si nos centramos en la tecnología militar o la que se centra en el crecimiento intelectual de nuestro pueblo. En cualquier caso, si en un turno concreto nos vemos obligados a virar, podemos hacerlo sin problema, aunque empezaremos esa nueva investigación desde 0.

Por otro lado tenemos algo así como un diagrama de leyes. En este caso, a diferencia del Civilization, los avances de la humanidad en materia de legislación, gobierno o moral, no se lleva a cabo mediante un árbol, en Humankind existe un diagrama con diferentes leyes que desbloquearemos a lo largo de la partida según. Elegir entre una forma de legislar u otra nos costará puntos de influencia y también marcará la estela que lleve nuestro gobierno, si es más autoritario o más legislativo y libre.

En cuanto a nuestra cultura y objetivos también son modificables según la civilización bajo la cual decidamos llevar acabo nuestro gobierno. Hay multitud de culturas diferentes para elegir, egipcios, babilónicos, hititas, asirios, aztecas, bizantinos…  

No es obligatorio ceñirnos a una civilización concreta hasta el final de la partida, si en un momento dado, cuando hayamos acumulado los puntos necesario, vemos necesario cambiar a otra, podemos hacerlo sin problema, las únicas que no podemos elegir son aquellas que con las que ya juega nuestra competencia.

Ciudades

Las ciudades serán clave para avanzar y ganar el juego. Según nuestras ciudades sean más grandes controlaremos un área mayor del mapa y generaremos más fama. La manera más sencilla de crecer en el mapa es ir fundando asentamientos con nuestras unidades, esto es la mejor forma de hacerlo al principio de la partida. Como he comentado al principio, en Humankind primero se crean asentamientos que después, a cambio de puntos de influencia, se pueden crear en ciudades. La diferencia entre los dos es que los asentamientos no nos permiten llevar a cabo ninguna generación que nos genere puntos de fama o de influencia, simplemente extraer recursos, algo que se solo tendremos que llevar a cabo en un momento dado y extraerá los recursos de manera automática. Otra cosa que podemos hacer con los asentamientos es cambiar su sede, que también nos costará puntos de influencia

En las ciudades tenemos multitud de acciones en las que llevar a cabo, desde la construcción de distritos, infraestructuras, generar nuevas unidades guerreras a festividades dedicadas a generar un extra de alimentos, de producción, de estabilidad o de oro.

En el caso de las infraestructuras no será obligatorio elegir el lugar en el que deben colocarse y solo pueden construirse una vez por cada ciudad, cada una nos proporcionará una determinada puntación según su tipología.

Construir o crear algo nuevo en nuestras ciudades nos llevará un mínimo de turnos y es obligatorio que la ciudad siempre esté produciendo algo. Podemos crear una cola de varias acciones y modificarla siempre que lo necesitemos, también podemos concluir de manera rápida algunos procesos si contamos con el dinero suficiente.

Cuando seleccionamos alguna de nuestras ciudades, en la parte superior de la pantalla nos aparecerán los distintos niveles claves de la ciudad que antes hemos mencionados. Es muy importante observar el nivel de estabilidad para no perder el control de la ciudad y poner en marcha acciones determinadas cuando este nivel baje.

En cuanto a los niveles de alimentos, producción, oro y ciencia podremos controlar también el número de habitantes que se dedican a ello y destinar habitantes a un recurso en concreto si así lo necesitamos.

Las ciudades pueden combinarse con otras para generar mayores recursos o anexarse a un asentamiento para que éste genere recursos para la ciudad. Las ciudades crecen de manera automática, pero cuando avanzamos en el juego podemos anexarnos un mayor territorio a cambio de puntos de influencia.

Es importante controlar los recursos clave a la hora de fundar una nueva ciudad. El mapa del juego se divide en hexágonos, un recurso que también hemos visto en el Civilization, cada hexágono tendrá determinados recursos de alimentos o producción, algunas piezas del tablero tendrán más recursos que otros, pasando el ratón por encima veremos la puntuación de cada pieza. En otras zonas tendremos los recursos clave como pueden ser los caballos, el hierro, el aceite que nos ayudará a poner en marcha unidades clave para defender nuestros territorios, como los soldados a caballo o equipados con armas de fuego. Estos recursos clave también serán necesarios en algunas ocasiones para construir infraestructuras.

Por otro lado, también tenemos los recursos de lujo con el que nuestros contrincantes estarán dispuestos a negociar con nosotros y gracias a los cuales conseguiremos mayores ingresos.

Batallas

Humankind también le da una especial importancia a las batallas. Si lo que nos gusta de este tipo de juegos es poner en marcha lizas, en Humankind podremos desplegar nuestras unidades de manera profesional si queremos.

Las unidades se agrupan en ejércitos, lo que permite a los jugadores controlar eficazmente muchas unidades que luego se despliegan para luchar directamente en el mapa. Tendrás el control total de dónde se coloca cada unidad, por dónde se mueven y a qué atacan, lo que significa que podrás aprovechar al máximo el terreno. Eso si decides participar, por supuesto. Se ha incluido un botón de resolución automática para aquellos menos interesados en los detalles de la guerra.

También nos da la posibilidad de agrupar varias unidades de ataque en un solo ejército de forma que aumenta su fuerza y es más eficaz contra los enemigos.

Conclusiones

Humankind nos ofrece un juego de estrategia histórica sencillo, con todo nivelado en su justa medida, sin necesidad de agobiarnos con incesantes ataques, si no es lo que nos gusta y sin tener que quebrarnos la cabeza intentando averiguar en que estamos fallando concretamente porque no hayamos llevado a cabo determinado acuerdo diplomático que teníamos que haber ejecutado en el turno 26 y ya vamos por el 133 y estamos avocados a perder.

Para mi combina lo mejor de un juego de estrategia con un juego de simulación y nos permite dedicarle tanto tiempo a las batallas como estimemos necesario.

Es un básico para cualquier apasionado de los juegos de estrategia e ideal para iniciarse en este mundo.

Humankind
9 NOTA
NOS GUSTA
Diseño cartoon muy cuidado
Varios niveles de dificultad
Distintos niveles de gestión
A MEJORAR
Sistema de batalla algo lioso
RESUMEN
Combina lo mejor de un juego de estrategia con un juego de simulación y nos permite dedicarle tanto tiempo a las batallas como estimemos necesario.  Es un básico para cualquier apasionado de los juegos de estrategia e ideal para iniciarse en este mundo. 
Gráficos y sonido9
Jugabilidad9
Rendimiento9
Duración9

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