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Análisis

Volkswagen Tiguan eHybrid, consecuencias

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Nadie puede decirnos cómo lidiar con el fin del mundo Luther (The Umbrella Academy temporada 2, 2020)

Llueve en Arizona. Llueve muy fuerte y eso no es habitual en esta época del año. Una figura encorvada sobre su caballo recortaba la espesa capa de agua que caía sobre el pueblo. La única sombra que transitaba las sucias calles de Cave Creek. Ebenezer desmontó torpemente de su montura deslizándose por el costado derecho. El animal notó el nerviosismo del viejo y se lo sacudió de encima arrojándolo a un charco al otro lado de la valla. Luego se quedó mirándolo como si asistiera al espectáculo del hombre intentando incorporarse, resbalando una y otra vez hasta que jadeante, empapado y sucio conseguía ponerse en pie. Apoyado en la valla se colocó el sombrero tratando de recuperar la respiración. Se pasó la mano por la frente intentando limpiarse de barro para poder ver. Luego cambió de idea, se descubrió y mirando hacia arriba dejó que el agua se llevara los restos del barro de la cara y de la barba hasta que la propia agua empezó a hacerle toser de tanta que estaba entrando por su garganta roída por el tabaco. Volvió a ponerse el sombrero, a pesar de que ya era una especie de trapo empapado y sucio intentó colocarlo lo mejor que pudo. Y dirigió la mirada al saloon.

La música de la pianola llegaba filtrada por el ruido del agua rebotando por todo el pueblo, una sinfonía compuesta por una incesante marea de gotas cayendo sobre las maderas, el metal de los calderos, los charcos y sobre el ala de su propio sombrero que empezaba a formar una cascada que se derramaba justo delante de su nariz. Ebenezer entonces pareció acordarse de algo y rebuscó con las manos por debajo de la gabardina. Ahí estaba el viejo revolver. Un arma que había guardado durante más de treinta años bajo las tablas del suelo del cobertizo. Luego, con un suspiro ahogado por la tormenta se dirigió chapoteando a su destino. Las puertas del saloon se abrieron para dejar pasar a Ebenezer y una buena cantidad de agua que se escurría de sus ropas y su sombrero. Nadie pareció reparar en él. Se descubrió antes de pasar el umbral y se acercó a la barra. Apoyó el codo y rápidamente sacó el revolver. Un grito de mujer le sobresaltó. Un disparo fulminó a Ebenezer y la bala le atravesó haciendo saltar una lluvia de astillas de madera detrás de él. Se desplomó mientras la pistola caía al suelo y alguien la apartó de una patada. Ebenezer se arrastró por el suelo dejando un rastro de agua, sangre y barro. Entonces con su último aliento desesperado gritó «¡NO! La tengo que vender. Cuánto por el revolver. ¡Cuánto!» Poco. Apenas pudo cubrir los gastos del enterrador…

Volkswagen ha sido una de las empresas que más rápido y mejor están reaccionando al cambio del panorama de la automoción con el aterrizaje inevitable de soluciones de movilidad eléctrica. Una prueba de ello han sido las versiones híbridas enchufables de algunos de sus modelos que desde hace tiempo hemos podido encontrar en su catálogo. Curiosamente antes estos modelos eran catalogados como GTE, modelos deportivos en los que el motor eléctrico no solamente podía mover el coche sino también proporcionar mayores prestaciones al motor de explosión.

Modelo analizado Volkswagen Tiguan
Motor y acabado eHybrid R-Line 1.4 TSI
Potencia 245 CV (140 CV gasolina 116 caballos eléctrico)
Velocidad máxima 205 Kmh
Aceleración o-100 7,5 s
Largo/ancho/alto 4509/1839/1672 mm
Potencia máxima RPM 245 CV
Par máximo Nm/RPM 400 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 49.564 euros (antes de ayudas y descuentos)

La etiqueta GTE le sirve al fabricante alemán para relacionar las prestaciones de estos modelos con las míticas versiones GTI con un pedigrí deportivo más que reconocible desde hace ya muchos años. Sin embargo curiosamente la versión híbrida enchufable del Tiguan, que hemos podido probar, no tiene la denominación GTE sino que se le ha añadido la etiqueda eHybrid, quizás para intentar transmitir que se trata de una versión más civilizada (aunque en realidad el sistema de propulsión es el mismo que en los GTE).

Todo un superventas

El Vokswagen Tiguan es uno de los modelos más exitosos de la marca, un SUV de 4,5 metros de longitud que ha sido renovado en 2020. Ya tuvimos la ocasión de conocer este modelo cuando probamos la versión AllSpace. Se trata de un coche de aspecto sobrio en general, comparado sobre todo con modelos orientales, y que da una impresión de robustez y aplomo por su diseño. Con respecto a generaciones anteriores se han modernizado algunos aspectos sin llegar a añadir toques estéticos demasiado agresivos al conjunto.

En esta nueva generación destaca una parrilla más grande arriba y unos faros que cambian de forma, con una pestaña que se extiende por la carrocería, pero que mantienen la «mirada» de la generación anterior. Más abajo en el frontal también se han modificado los elementos bajo el paragolpes como la toma de aire, también más grande, o los grupos ópticos inferiores. Como comentábamos de los faros en Volkswagen han mantenido el aire de familia pero han actualizado muchos elementos para darle un aspecto más dinámico.

El diseño de la línea lateral apenas sufre cambios por otro lado con un cambio en las molduras inferiores y el añadido de un embellecedor metálico que recorre la parte de abajo de las puertas. Pero siguen el mismo spoiler y la distribución de las superficies acristaladas laterales. En la parte posterior cambia el diseño del parachoques y ahora el nombre del modelo se coloca en la parte central del portón, como parece haberse puesto de moda. Los grupos ópticos en este caso permanecen sin cambios.

Interior de calidad

En el interior del nuevo Tiguan se respira la misma sensación de calidad sin lujos que podemos encontrar en general en los modelos de la marca, con el añadido del espacio interior que brinda este SUV con volúmenes muy bien aprovechados. En la parte delantera hay mucho espacio y buena visibilidad y los asientos son cómodos con un buen acolchado. También envuelven bastante bien lo cual es cómodo para los trayectos en los que haya muchas curvas.

Como viene siendo habitual en los últimos modelos de Volkswagen se ha cambiado la presencia de botones por superficies táctiles. Esto ocurre incluso con los mandos en el volante, aunque éstos siguen pudiendo ser pulsados como si fueran botones también disponen de superficie táctil. Es cómodo en el sentido que este sistema responde más rápidamente pero perdemos la posibilidad de identificar los controles con el tacto.

La pantalla del sistema de información y entretenimiento es de 8 pulgadas con un sistema de menús que corresponde a la generación anterior de modelos de la marca (y que a nosotros nos parece más intuitivo). La calidad de imagen es muy buena y permite buena visibilidad en cualquier condición de iluminación. La única pega es que está colocada debajo de las salidas de ventilación con lo que está quizás algo más baja de lo que nos gustaría para no tener que apartar la mirada de la carretera.

Controles táctiles

El sistema dispone de dos diales a los lados para el control del volumen y para navegar por los menús. Es compatible con los sistemas Android Auto y Apple Car Play para poder utilizar la pantalla con ciertas aplicaciones del teléfono móvil. En este modelo podremos visualizar información sobre el sistema de propulsión y el estado de la batería así como del proceso de carga. También en este caso son los menús con la información que ya encontramos en las versiones GTE del Passat y el Golf.

El espacio disponible es abundante y esto favorece también la presencia de numerosos espacios para guardar objetos. Hay un cajón de buen tamaño entre los asientos cuya tapa se encuentra bajo el reposabrazos regulable y otro espacio justo delante con una tapa corredera. También hay espacio en las puertas, delante del selector de marchas y debajo de los propios asientos. en general la sensación de amplitud y de comodidad es grande.

Plazas cómodas

Como suele ser norma en los SUV de este tamaño, el acceso a las plazas posteriores es muy cómodo por el tamaño de la puerta y por la altura del propio coche. En la parte de atrás hay tres plazas con asientos que pueden moverse (en dos bloques) para aumentar el espacio para las piernas o la capacidad del maletero. Una versatilidad que no encontramos en todos los SUV de este tamaño y que se agradece para viajes o el transporte de objetos voluminosos.

Además podemos regular la  inclinación de cada plaza para encontrar una postura más cómoda o dejar aún más espacio para la carga. La forma de los asientos laterales también envuelve al pasajero, mientras que la plaza central se puede transformar en un reposabrazos. En la consola central encontramos dos salidas de ventilación, conexión USB para la carga de dispositivos y los mandos para controlar la climatización de las plazas traseras.

Buen maletero

El modelo que probamos incorporaba techo solar que ocupaba buena parte de la parte superior y añade luminosidad y sensación de amplitud al habitáculo. Además se puede abrir el cristal o dejarlo inclinado para permitir que entre el aire. El maletero es uno de los puntos fuertes de este coche. En este caso y a pesar de sacrificar parte de su capacidad para alojar la batería, sigue siendo de buen tamaño, superior al de sus alternativas con un volumen total de 476 litros.

Eso sí, para restar el menor espacio posible al maletero tendremos que sacrificar algo de autonomía ya que se reduce el depósito de combustible de los 58 a los 45 litros. Solamente notaremos esta diferencia en viajes largos ya que en la mayoría de los casos la autonomía (hay que tener en cuenta que se suman los 49 kilómetros del modo eléctrico) es suficiente. El maletero es de formas regulares y lo suficientemente alto como para introducir objetos voluminosos. Además al poder abatir los asientos, incluido el del acompañante de la parte delantera, la capacidad de carga es sobresaliente.

Conducción

Para la prueba dinámica hay que hacer primero una reflexión del tipo de coche que tenemos entre manos. No es igual conducir un Golf GTE con 200 kilos menos y un perfil mucho más aerodinámico que este Tiguan eHybrid, por mucho que los propulsores sean idénticos. Lo que si es igual es el silencio y la suavidad de funcionamiento al conducir en modo eléctrico. Al igual que sus hermanos GTE, el coche utiliza este modo por defecto al arrancar el coche.

Además del funcionamiento silencioso del motor eléctrico también la filtración del ruido es muy eficaz por lo que se trata de un coche especialmente confortable en ciudad. Además gracias a sus altas cifras de potencia y par y una sorprendente maniobrabilidad para un coche de su tamaño caracolear por las calles no presenta muchas dificultades. Los sistemas de ayuda a la conducción y especialmente las cámaras también ponen su granito de arena para que el entorno urbano sea propicio para este Tiguan.

Pero además del modo eléctrico, con el que el Tiguan se encuentra como pez en el agua en ciudad, tenemos otros dos modos de funcionamiento: el híbrido, en el que funcionan tanto el motor eléctrico como el de explosión alternándose según lo decidan los sistemas del coche, y el modo GTE, que suma la potencia de los dos motores para obtener las máximas prestaciones. La eficacia y la respuesta de estos dos modos dependerá de la carga que reste en la batería.

Modo híbrido

En modo híbrido el Tiguan se encuentra como pez en el agua tanto en autopista como en carretera y si mantenemos velocidades más o menos constantes podemos hacer medias de consumo muy interesantes de seis o siete litros e incluso menos. Además el coche responderá si apretamos el acelerador a fondo dando toda la potencia para superar maniobras más peliagudas como adelantamientos. Es un coche orientado al confort pero con buena respuesta en curva. Hay otros SUV con orientación más deportiva con una respuesta más directa y rápida pero este Volkswagen permite un buen ritmo en calzadas viradas.

Una vez activado el modo GTE el Tiguan muestra una personalidad más agresiva, pero no tanto como los GTE que hemos tenido la ocasión de probar. En parte por el peso y el volumen del coche, como anticipamos, pero también por estar orientado a una conducción más confortable que deportiva. Para muestra un dato: el Golf GTE con el mismo propulsor es casi un segundo más rápido en alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parado: 6,7 segundos frente a 7,5. El cambio DSG de seis relaciones da una buena respuesta y algo más inmediata en este modo GTE, en cualquier caso sigue estando entre nuestros cambios automáticos preferidos.

Conclusiones

El Tiguan es un SUV realmente bien diseñado en el que Volkswagen ha encontrado uno de sus éxitos de ventas. El restyling no ha modificado ese aspecto con una mezcla entre dinamismo y sobriedad que transmite fiabilidad manteniendo en líneas generales el diseño de la generación anterior. De esta versión híbrida enchufable nos ha gustado mucho su funcionamiento en modo eléctrico, un propulsor que mueve con soltura y agilidad al Tiguan por las calles de las ciudades sin producir emisiones.

En carretera es un coche muy confortable y silencioso que invita a hacer muchos kilómetros (algunos menos que sus hermanos solamente de combustión que tienen un depósito de combustible más grande). No es un SUV con una orientación deportiva, aunque dispone de caballos y una cifra de par más que suficientes (245 y 250 respectivamente) los ingenieros de Volkswagen han optado por unos reglajes más parsimoniosos. Quizás por eso no ha heredado el GTE junto a su nombre y lleva la identificación eHybrid…

Valoración final
8 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Habitabilidad
A MEJORAR
Poca personalidad deportiva
RESUMEN
El Tiguan eHybrid es un buen SUV híbrido enchufable. Buenas prestaciones y muy práctico tanto en ciudad como en carretera.
Prestaciones8.5
Diseño8
Consumo7
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

 

 

 

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