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Análisis

Volkswagen Polo, tendencias

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You gotta make me a promise Ella Fitzgerald (Dream a little dream of me, 1931)

«El padre Farina está en su despacho profesor.» Al escuchar la megafonía el profesor Adams se detuvo mirando al altavoz como si fuera una persona la que hubiera hablado. Luego se rascó la cabeza y se dirigió hacia la derecha para luego cambiar de idea inmediatamente y caminar con paso raudo hacia el lado contrario. Tenía el aspecto del clásico científico despistado, con las gafas colgando peligrosamente de la punta de la nariz, despeinado y con una bata que había visto mejores días y que hacía ya décadas que no recibía la visita de una plancha. Debajo del brazo una montaña de papeles, muchos de ellos arrugados, iban cayendo por el pasillo y eran recogidos por su ayudante que le seguía un par de metros por detrás sin decir una palabra. Se acercó a la puerta de su despacho y, como era su costumbre, se detuvo a leer su propio nombre en la puerta, como para comprobar que seguía trabajando ahí. Finalmente entró dejando una lluvia de papeles llenos de fórmulas en el suelo que se quedaron bajo la puerta al cerrarla.

En el sillón frente a la mesa estaba sentado un tipo joven con cierta inquietante elegancia y un maletín apoyado en el suelo que sonriendo se levantó y extendió la mano hacia el profesor «Buenas tardes profesor Adams. Para mi es un gran honor.» El profesor miró la mano padre Farina como si se tratara de un objeto extraño y finalmente se la estrechó… «así que es usted el cura.» El padre sonrió y se sentó esperando a que el profesor se acomodara tras la mesa después de derramar la montaña de papeles sobre la misma. «He seguido su trabajo doctor Adams. Una carrera fascinante.» El profesor se incorporó entonces tropezando con el cajón abierto de la mesa. «Tonterías. Aquí desde los neutrinos ligeros no hemos encontrado nada de importancia.» dijo Adams con tono de fastidio. «Pero el bosón de Higgs…» «Puro marketing amigo mío» contestó el profesor cebando su pipa y encendiéndola justo debajo del cartel de prohibido fumar. «En este laboratorio intentamos descubrir el tejido mismo de la realidad, pero nos hemos encontrado con un obstáculo… peculiar. Por eso le he llamado. ¿Ha traído sus bártulos de exorcista? Le vamos a necesitar…»

Si los coches compactos y urbanos con claves para los fabricantes de automóviles, para Volkswagen son una especie de vuelta a los orígenes, una marca de identidad que le acompaña desde el lanzamiento del Beetle o Tipo 1 en 1938 que supuso toda una revolución en el mundo de los automóviles pero también en el de la cultura y todo un símbolo del transporte privado que se convertía poco a poco en una realidad. Por eso modelos como el Volkswagen Polo o el Golf y sus sucesores en forma de vehículos eléctricos siguen siendo el caballo de batalla del fabricante alemán.

Modelo analizado Volkswagen Polo
Motor y acabado R-Line 1.0 TSI 110 CV DSG 7 vel
Potencia 110 CV
Velocidad máxima 195 Kmh
Aceleración o-100 10,4 s
Largo/ancho/alto 4074/1751/1451 mm
Potencia máxima RPM 110 CV
Par máximo Nm/RPM 200 Nm
Caja de cambios Automática 7 marchas
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 25.960 euros

Es verdad que los coches compactos han evolucionado y lo que antes eran vehículos con una vocación eminentemente urbana se han convertido poco a poco en modelos versátiles a los que no asusta hacer muchos kilómetros. Es el caso del Volkswagen Polo que con el tiempo ha pasado de ser el hermamo pequeño del Golf a tener una personalidad propia con sus propias versiones GTI e incluso se podría decir que ocupando el espacio que ocupaba anteriormente el Golf.

Nuevo Polo

Hemos tenido la ocasión de probar una versión de Volkswagen Polo con el sobrio motor 1.0 de gasolina que rinde 110 caballos y monta la siempre eficaz caja de cambios automática DSG de siete relaciones. Esta generación en realidad es el resultado de un retoque estético del modelo presentado en 2017 al que se han actualizado también la gama de motores que ahora tiene menos opciones para elegir y se ha bajado un poco la potencia (5 caballos) de la opción más potente, que es la que hemos elegido.

Exteriormente el Polo recuerda poderosamente a su hermano mayor el Golf. Si nos fijamos en el frontal lños grupos ópticos afilados unidos por una pieza plateada por la parte inferior y una moldura de plástico negro que sujeta en el centro el logotipo de la marca transmiten el mismo lenguaje estético que aquél. También parecido es el elemento también en plástico negro con funciones de rejilla de ventilación que se encuentra en la parte inferior y que se compartimenta en los extremos gracias a elementos en color de la carrocería.

La línea del Polo en su lateral es bastante elevada para un turismo y en nuestro caso luce unas llantas de diseño deportivo que junto al color rojo, los pilares con molduras en plástico negro y otros detalles estéticos propios del acabado R de esta versión le dan un aspecto más dinámico. En la parte trasera encontramos un spoiler en la parte superior que también se encuentra rematado por una pieza de plástico negro que añade otra pincelada deportiva.

Trasera con guiños

En la parte trasera el portón también tiene un aire de hermano mayor, con dos grupos ópticos en forma de ángulo que quedan divididos en dos cuando se abre. Un parachoques ancho con diseño de dos piezas superpuestas alberga an la parte inferior una doble salida de escape que estéticamente añade otro toque más para darle un aspecto más deportivo. Los escapes están separados también por una moldura negra en la parte de abajo…

El interior del Polo es de los más sobrios de los que encontramos en los modelos de Volkswagen, pero con un toque de calidad que no pasa desapercibido gracias al buen ensablmaje de las piezas y el acierto en dejar los materiales de menor calidad como los plásticos duros para zonas menos «transitadas» por el tacto. Por ejemplo en la parte superior del salpicadero que es quizás donde más descanse el tacto y la vista se ha optado por un acolchado de mayor calidad.

Hay más molduras decorativas que en la sobria versión anterior y se han incorporado la pantalla digital para la instrumentación, además de la pantalla de información y entretenimiento y se encuentran prácticamente a la misma altura, lo que facilita el no tener que mover demasiado la cabeza para observar la información de ambas. El volante tiene un diseño actualizado conj un agradable tapizado en imitación de cuero y gran cantidad de controles de fácil accionamiento parecidos a los de otros modelos de la marca.

El espacio interior en la parte delantera es bastante abundante, más de lo que se suele encontrar en coches de este tamaño. Los asientos de esta versión son cómodos y tienen un diseño envolvente con soportes en la parte superior y en la banqueta para sujetar mejor en las curvas, además de un diseño en tonos de grises muy agradable con una tela con estampado de rombos en la parte del respaldo y en el centro de la banqueta.

Buen maletero

Las plazas traseras también son cómodas, aunque solamente podrán viajar dos personas de forma holgada, también es posible que viaje una tercera con estrecheces. Destaca sobre todo la amplitud que deja la puerta para acceder a la parte de atrás y la altura libre además del espacio para las piernas. En definitiva es uno de los modelos de su tamaño en los que más cómodamente se viaja en la parte de atrás. Además dispone de huecos en las puertas para depositar objetos y dos conectores USB para la recarga de dispositivos en el túnel central, aunque no salidas de ventilación.

El maletero también es de los elementos que destacan en el Polo, con una capacidad de 351 litros que lo hacen de los más capaces de su categoría. Las formas son regulares y el tapizado es resistente y de calidad sobre todas las superficies de contacto. Se pueden abatir los asientos en dos partes y dejar un espacio de carga total que puede alcanzar los 1.125 litros de capacidad lo que permite transportar objetos de tamaño considerable.

El Polo dispone de una buena batería de sistemas de ayuda a la conducción que también hereda de su hermano el Golf y que es más raro encontrar en coches de este tamaño y que dan pistas de que este Polo no se conforma con corretear por las calles de las ciudades. Por ejemplo el sistema de control de crucero funciona adaptándose al tráfico con el radar pero también es predictivo utilizando la información de tráfico del navegador teniendo en cuenta los límites de velocidad y las curvas de la carretera.

Dispone además del sistema IQ Travel que hace trabajar el sistema de centrado en el carril y el control de crucero para que no tengamos que usar el freno o el acelerador y apenas tocar el volante cuando estemos conducionendo. También dispone de sistemas de ayuda para la conducción urbana como las cámaras que permiten detectar vehículos en el ángulo muerto del retrovisor o los que facilitan la realización de maniobras.

Al volante

En lo que respecta a la prueba dinámica no nos esperábamos grandes emociones con los 110 caballos del Polo. Es un motor que ya ha tenido muchas vidas en diferentes versiones y que tiene asociado un cambio automático de merecida fama con el DSG de siete velocidades. Los primeros kilómetros han sido extremadamente plácidos, con un buen comportamiento de la insonorización y la suavidad garantizada por el cambio automático. Poco ruido y comportamiento tranquilo.

En trayectos urbanos destaca su tamaño compacto y la buena visibilidad, asistida por las cámaras de los sistemas de conducción. No es un coche de reacciones fulmíneas al arrancar en los semáforos pero con reserva de potencia suficiente para desenvolvernos con soltura por recorridos urbanos con cierta agilidad. En maniobra el radio de giro reducido ayuda bastante para conseguir aparcar de forma rápida y en espacios reducidos.

En carretera y autopista la escasa capacidad de aceleración de hace notar, aunque el cambio DSG hace un buen trabajo no permite apurar demasiado y tendremos que optar por la opción sport si queremos reacciones algo más inmediatas para subir las revoluciones, ya que a régimenes bajos el motor no responde con decisión. Esto se traduce en cifras de aceleración bastante discretas, de hecho la cifra oficial para ir de 0 a 100 es de 10,4 segundos pero parece algo más.

Dicho esto es posible viajar de forma confortable con el Polo, una vez lanzado en autopista el coche se presenta confortable gracias a las suspensiones y la insonorización. En carreteras viradas el coche reacciona sin problemas y mantiene la trayectoria de forma precisa. Solamente a la hora de salir de la curva es cuando notaremos la falta de potencia y por lo tanto no podremos enganchar virajes de forma continuada.

Conclusiones

El Volkswagen Polo es un coche compacto de los que antes se daba por llamar utilitarios que presenta muchas virtudes que podrían ser propias de coches de un tamaño muy superior, como por ejemplo los sistemas de ayuda a la conducción, el confort de marcha en autopista o la habitabilida de las plazas traseras.

En cambio los cambios aplicados a las motorizaciones destinados a ajustar el consumo, muy bueno, y las emisiones han hecho que las opciones de motorización de este pequeño alemán parezcan quedarse un poco cortas para el que quiera algo más de brío en el comportamiento del coche. Por lo demás si nuestro carácter como conductores es más bien tranquilo se trata de un coche ideal para dentro y fuera de la ciudad.

Valoración final
8.1 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Buen maletero
A MEJORAR
Potencia algo justa
RESUMEN
El Volkswagen Polo es un coche urbano que no teme salir a la carretera, salvo por algo de falta de potencia aunque sus características como rodador sean excelentes.
Prestaciones7
Diseño8.5
Consumo8.5
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

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