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No, los cajeros automáticos no van a desaparecer

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No, los cajeros automáticos no van a desaparecer

Los cajeros automáticos han sido, durante muchos años, un elemento muy importantes en el día a día de una enorme cantidad de personas. Aunque el pago mediante tarjeta ya es ampliamente disponible desde hace bastante tiempo, aún son muchos los comercios que se niegan a aceptar este sistema de pago para pequeños importes (por no hablar de los que directamente no cuentan con datáfono, por la razón que sea), y también, en multitud de circunstancias, disponer de algo de efectivo encima puede marcar una enorme diferencia. Así, poder disponer de nuestro dinero en efectivo, es necesario en bastantes ocasiones.

Sin embargo, a la vista de muchas noticias publicadas entre ayer y anteayer, parece que el Banco Central Europeo ha decidido eliminarlos de un plumazo. Han corrido los titulares en los que se afirmaba que los cajeros iban a desaparecer, que nos despidiéramos de ellos y que va a cambiar por completo el modo en el que obtenemos efectivo. Caray, con tanto catastrofismo, casi me entraron ganas de bajar a la calle y hacerme unos cuantos selfies con los cajeros automáticos del barrio. No sé, por tener un recuerdo de ellos cuando ya no estén y, quién sabe, quizá por poder mostrarle ese anacronismo tecnológico a las generaciones venideras.

Claro que, ¿y si en realidad nos encontramos ante otra sobredosis de clickbait? Lo cierto es que el estío suele ser terreno yermo para la actualidad, de modo que, en ocasiones, es necesario estirar lo poco que ocurre para completar la oferta informativa. Aunque también puede tener que ver lo de que tira más un titular escandaloso, aunque no sea cierto, que la realidad. Y para sorpresa de nadie, pues nos encontramos, de nuevo, frente a la segunda de las opciones.

Lo cierto es que hoy en día hay muchos menos cajeros automáticos (y menos sucursales bancarias) que hace diez años, y probablemente dentro de diez años haya menos que ahora. Los medios de pago electrónico, especialmente el smartphone, experimentaron un boom frente al pago en efectivo a consecuencia de la pandemia. Así (y es justo reconocer que algún otro medio sí que lo ha planteado en estos términos), la realidad es que su número seguirá descendiendo, a medida que sean menos necesarios. Como ocurrió con las cabinas de teléfono, con los cibercafés y con las sombrererías.

No, los cajeros automáticos no van a desaparecer

Lo peor, lo más sangrante, es que muchos de esos artículos, de los que alertan en sensacionalistas titulares sobre la desaparición de los cajeros automáticos, luego se quedan en que el teléfono móvil está ganando posiciones frente a la tarjeta, y que en consecuencia los cajeros automáticos incorporarán (algunos ya lo hacen) un lector NFC con el software necesario para que podamos utilizar el smartphone o el smartwatch como si fuera la tarjeta. Es decir, en todo caso, habría que hablar de la hipotética desaparición de las tarjetas (que, de momento, tampoco).

La tecnología NFC ya lleva algunos años mostrándose de lo más útil en acciones del día a día, desde para realizar pagos hasta como «contenedor» de nuestros títulos de transporte, por poner solo un par de ejemplos comunes. Y lo que podemos tener claro es que, ahora que ya se ha estandarizado plenamente en smartphones y otros dispositivos, seguiremos viendo nuevos tipos de uso de la misma en el futuro, como por ejemplo para el intercambio de datos de contacto con NameDrop en iOS 17, tal y como adelantó Apple en la WWDC 2023.

Así que, si por un casual te has encontrado con uno de esos titulares y habías empezado a preocuparte, puedes volver a respirar tranquilo… al menos hasta que tengas que sacar dinero en un cajero que no sea de tu entidad bancaria y el artefacto de marras te recuerde la comisión que vas a tener que pagar.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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