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Análisis

Fiat 500 Hybrid, aspectos

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Fiat 500 Dolve Vita Hybrid

The words she knows, the tune she hums Elton John (Tiny Dancer, 1972)

«La hierba está más alta aquí, al pie de la colina» se sorprendió pensando Javier mientras yacía tumbado en el suelo y un pequeño charco de sangre se iba extendiendo debajo de donde apoyaba su oreja izquierda. Recordaba vagamente haberse desplomado en lo alto de la loma y haber bajado rodando mientras su cuerpo se golpeaba con las piedras que salpicaban la cuesta. Nada más. No sentía dolor, tampoco podía oir nada. Sobre las briznas de hierba que agitaba el viento que no podía escuchar se desplazaban sombras ominosas que tapaban el cálido sol de mayo. Sintió las pisadas de alguien a su lado y la presión de sus manos que le cogieron de los hombros para girar su cuerpo. Recortada en el cielo en el que cruzaban las imponentes naves de los visitantes se dibujaba la delgada silueta de Elena. El rostro sucio y arañado recorrido por gruesas lágrimas, sus labios se contraían con desesperación articulando palabras que Javier no podía oir. Y él no pudo contener una carcajada, lo que pareció aumentar la desesperación de Elena que agitó el cuerpo de Javier al que seguía sujetando con sus manos huesudas e inquietantemente fuertes. Pero Javier seguía sonriendo, la angustia de Elena extrañamente le llenaba de paz, una sensación de abandono completa y total. Entonces Javier se dio cuenta de por qué se sentía así: se había rendido, total e incondicionalmente. Se había dado cuenta de que la lucha era inútil y eso lo estaba experimentando como una profunda y casi mística liberación.

Javier sintió cómo su cuerpo había acusado de golpe las dos semanas comiendo y durmiendo casi nada, la angustia de la presa, la debilidad del que solamente busca una precaria supervivencia sabiéndose perseguido por fuerzas que pueden borrarle de la existencia con un pensamiento. Con la sospecha de que seguía respirando gracias a su insignificancia. Y su cuerpo había dicho basta. Y su mente había dicho basta. Sonrió mirando a Elena desde su lecho de hierba empapada por su propia sangre. «Somos frágiles», dijo Javier sin poder escucharse, «y ellos son invencibles. Esa es la verdad…» El cuerpo de Elena se paralizó, su rostró se congeló en un rictus de ira e incredulidad mientra seguía apretando los hombros de Javier con fuerza. «No» alcanzó a leer Javier en los labios de ella mientras sacudía la cabeza con fuerza «No» repitió gritando y Javier casi pudo notar que el sonido llegaba tenuemente a sus oídos. Elena le cogió del cabello empapando su mano derecha con la sangre que seguía brotando de su cabeza para acercar el rostro de Javier al de ella «No» repitió despacio a pocos centímetros de su nariz. Entonces le ayudó a incorporarse y puso en sus manos el arma que había rodado con él colina abajo. Javier la siguió con paso incierto hasta que se adentraron en el bosque hasta que las ramas les envolvieron de humedad y sombras. Elena volvió la cara para comprobar que Javier le seguía. Entonces él pudo distinguir ese inconfundible destello metálico en el fondo de sus ojos.

Dentro de la categoría de coches compactos o utilitarios hay algunos modelos reconocibles que, no por casualidad, heredan parte de su aspecto de modelos antiguos que en ocasiones marcaran una época dentro del mercado automovilístico. Uno de ellos es sin duda el Fiat 500, un modelo del fabricante italiano cuya reencarnación actual fue lanzada allá por el 2007 y que sigue siendo símbolo de movilidad urbana desenfadada tras todos estos años. Aunque el 500 ya ha evolucionado a una versión eléctrica, los modelos con motor térmico siguen estando en el catálogo y hace unos años recibieron incluso una interesante motorización con etiqueta ECO de la DGT.

Modelo analizado Fiat 500
Motor y acabado Dolcevita 1.0 Hybrid 70 CV
Potencia 69 CV
Velocidad máxima 167 Kmh
Aceleración o-100 13,8 s
Largo/ancho/alto 3571/1627/1488 mm
Potencia máxima RPM 69 CV 6.000n RPM
Par máximo Nm/RPM 92 Nm
Caja de cambios Manual 6 velocidades
Web https://www.fiat.es/
Precio 18.075 euros

Es el caso del modelo que hemos tenido la ocasión de probar, un vistoso Fiat 500 cabrio con el acabado Dolce Vita que monta un propulsor microhíbrido de 1 litro de cilindrada que proporciona 70 caballos de potencia. Se trata de un motor que también podemos encontrar en el modelo Panda del mismo fabricante y que ya probamos hace algún tiempo. El objetivo de la marca es seguir estirando el indudable éxito del 500 con una actualización muy interesante ya que el diseño de este modelo ha envejecido extraordinariamente bien y sigue siendo un coche urbano muy práctico.

Inconfundible

Como hemos adelantado la versión que hemos probado se denomina Dolce Vita, en referencia a la famosa película de Federico Fellini que proyectaba la imagen de una Roma de los años 60 con un glamour que Fiat ha intentado recrear de alguna manera en este acabado. Para esta versión se han incorporado algunos detalles estéticos que la identifican. Exteriormente la carrocería de este 500 no ha cambiado demasiado desde las primeras versiones. Con un tamaño de 3,57 metros de longitud tiene las dimensiones de un urbano compacto mientras que se mantiene la identidad estética del modelo lanzado en 2007.

En la parte delantera encontramos los inconfundibles faros redondos inspirados en el 500 original y los «bigotes»: dos embellecedores cromados dispuestos en la parte superior del frontal. El superior atraviesa el logotipo del fabricante en el centro de la parte delantera del capó lo que supone otro guiño al diseño original de los años 60. En la parte de abajo la parrilla geométrica también rodeada de un embellecedor de color metálico se encaja por debajo del paragolpes. Estos detalles cromados en el parachoques son propios de la versión Dolce Vita.

En el lateral la silueta inconfundible del 500 se completa con los detalles de esta versión como el nombre de la misma dispuesto en la carrocería cerca del pilar A, las manillas cromadas y las llantas de aleación de 16 pulgadas de diseño especial de radios. La capota de esta versión no abre por completo el techo sino que se extiende desde el final del parabrisas delantero hasta la parte superior de la portezuela del maletero dejando al descubierto una franja central del techo lo suficientemente amplia como para sentirse en un verdadero descapotable.

Capota de tela

La capota es de tela y se dobla sobre la parte trasera donde se queda recogida pero en el exterior. La presencia de dicha capota hace que el diseño de la parte trasera sea distinto, no solamente porque la luna trasera es simplemente una pieza de plástico transparente colocada en la propia capota sino porque la portezuela del maletero es distinta y más pequeña que en el modelo estándar ya que empieza donde acaba la zona donde se recoge la capota. En esta parte trasera vemos también detalles cromados en este portón trasero que igualmente solamente son propios de esta versión.

En el interior la tapicería de dos colores, blanco/crema y negro es lo primero que llama la atención mientras que el resto de los detalles son los que encontramos en el resto de la gama 500 no eléctrica. Unos materiales agradables a la vista y al tacto y unas soluciones de diseño a caballo entre lo desenfadado y lo vintage recordando el interior de los 500 originales, como sucede con el indicador redondo de gran tamaño tras el volante de tipo analógico tanto para el velocímetro como para las revoluciones que se indican de forma concéntrica y que muestra los números con una grafía similar a la que utilizaban los modelos de los años 60.

Sin embargo es muy legible e incorpora en el centro una pantalla LCD que muestra información complementaria con datos sobre el consumo, el nivel de combustible, los kilómetros recorridos y el funcionamiento del sistema eléctrico y capacidad de la pequeña batería del sistema híbrido. En una esquina del indicador se encuentran unos pequeños botones de acceso algo complicado que regulan la altura de los faros y permiten cambiar lo que muestra el menú. La pantalla del sistema de información y entretenimiento, compatible por cable con Android Auto, es de 7 pulgadas.

Conducción cómoda

En general en la parte delantera hay espacio suficiente y los asientos son cómodos, aunque no envuelven demasiado pero por las prestaciones del coche no es un inconveniente importante. A pesar de la escasa altura del coche la visibilidad es buena gracias al amplio acristalado, algo menos cómodo es el reposabrazos de las puertas que es algo estrecho y la escasez de espacios para dejar objetos, aunque es perdonable por el tamaño del coche. La palanca de cambios está en una posición muy cómoda así como el resto de botones y mandos para accionar las distintas funciones del coche.

En la parte trasera el espacio es escaso tanto para las piernas como en altura, aunque como hemos adelantado no se puede pedir mucho más en un coche de este tamaño. El acceso a esta parte trasera es bueno por la amplitud de la puerta pero se complica un poco porque el asiento delantero no se desplaza demasiado cuando necesitamos acceder. Por lo demás el acolchado es correcto y la tapicería tiene muy buen tacto, son cómodos también los reposacabezas. En esta parte trasera el espacio para dejar objetos es muy escaso ya que no hay bolsillo en las puertas ni en la parte trasera de los asientos delanteros.

El maletero de esta versión descapotable tiene curiosamente la misma capacidad que la versión estándar: 185 litros. Esto es debido a que, como apuntamos, la capota no se almacena en el maletero ocupando parte del espacio sino que simplemente se dobla sobre el portón. Esto dificulta un poco la visibilidad trasera, aunque no demasiado, pero deja como decimos libre todo el espacio para el maletero. Son unas proporciones muy regulares por lo que a pesar de que el espacio no es demasiado amplio es posible organizar la carga fácilmente.

Potencia justa

Al llegar a la prueba dinámica hay que tener en cuenta la motorización: un motor de 1.0 litros de gasolina que dispone de un motor eléctrico de 5 caballos que auxilia al motor de explosión a la hora de arrancar y cuando el coche está lanzado, pero no puede mover el coche por sí solo. Son 69 caballos de potencia y una cifra de par que alcanza los 92 Nm, unas cifras modestas que apuntan a un uso prevalentemente urbano, aunque la ligereza del coche (poco más de 1000 kilos) compensa un poco esta carencia.

Por cierto, cifras en la mano descubrimos que pesa exactamente lo mismo por lo que es de esperar que tengan unas prestaciones idénticas. Sin embargo y nuevamente con cifras en la mano el 500 Dolce Vita tarda una décima de segundo menos en alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parado (13,8 frente a 13,9). Una diferencia curiosa que tampoco se justifica por la caja de cambios que también son idénticas. Las llantas de 16 frente a las de 14 del Panda es lo que nos da quizás la explicación definitiva…

El caso es que una vez al volante no hemos notado grandes diferencias de comportamiento entre este 500 Dolce Vita y el Fiat Panda con el que comparte motorización. Los dos se mueven con agilidad en ciudad y ambos encuentran más dificultades para acelerar en autopista o en carretera si no recurrimos a estresar el cuentarrevoluciones. En cualquier caso el 500 es algo más ruidoso pero es inevitable dado que el techo se ha sustituido en parte por una capota de tela que ofrece una menor atenuación del ruido.

Ágil en ciudad

En lo que respecta a las maniobras este 500 es de una agilidad notable por lo que la conducción en ciudad casi se podría decir que es divertida. Su estabilidad en carretera tampoco es mala cuando llevamos al pequeño 500 a carreteras viradas, pero lo cierto es que es difícil buscar los límites cuando la potencia es limitada. En cualquier caso nos ha parecido un coche seguro en carretera aunque adelantar es una operación que requiere bastante anticipación.

Uno de los aspectos donde este coche, y este motor, sobresale es en los consumos. En la prueba nos hemos acercado mucho a los que declara la marca mediante la homologación WLTP y no es extraño que se mantengan por debajo de los 6 litros incluso en ciudad, donde hay que decir que se nota mucho el trabajo del pequeño motor eléctrico que permite prescindir del funcionamiento del propulsor de gasolina en situaciones como salir de parado en un semáforo o las maniobras.

Conclusiones

La verdad es que el 500 sigue siendo un coche muy atractivo, con esa combinación entre coche clásico y divertido que sigue captando las miradas. En esta versión Dolce Vita se han subrayado estas bondades estéticas con detalles cromados y una tapicería en dos colores muy atractiva, por no hablar de la capota que no añade apenas inconvenientes pero que permite un uso más lúdico cuando el tiempo es benigno. La habitabilidad no es su fuerte, pero se trata de un coche realmente pequeño que compensa con un tamaño compacto que permite un uso en ciudad muy cómodo.

La adopción del motor microhíbrido de 1.0 litros es todo un acierto para este modelo ya que aunque no aporta una mayor potencia que el anterior propulsor si hace del 500 un coche más eficiente, pero sobre todo le otorga la deseada etiqueta ECO de la DGT en España que ofrece muchas ventajas, sobre todo para los que utilizan en coche en ciudad. Aunque lleva ya mucho tiempo en el mercado y a pesar de la llegada de la versión eléctrica la verdad es que este 500 sigue siendo uno de los utilitarios más atractivos que podemos encontrar.

Valoración final
7.8 NOTA
NOS GUSTA
Estética atractiva
Buen consumo
Ágil en ciudad
A MEJORAR
Poca potencia del motor
RESUMEN
Un descapotable con esta personalidad y este precio que además se desenvuelve a sus anchas en ciudad y consume poco puede ser una buena opción si no somos demasiados exigentes con las prestaciones.
Prestaciones6.5
Diseño9
Consumo8.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento8

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