Elon Musk a los anunciantes de Twitter: «que os j**an»

Un análisis en corto nos llevaría a pensar que Elon Musk tiene un problema llamado Twitter/X, pero si nos paramos a pensarlo un poco más, llegaremos a la conclusión de que, en realidad, es a la inversa, es decir, que Twitter tiene un problema llamado Elon Musk. Un problema que, de seguir con su deriva actual, podría acabar con una de las redes sociales más populares y exitosas, en su momento, de toda la historia de Internet. Y todo apunta a que dicha deriva va a seguir.

Desde que se hizo con el control de la red social, en noviembre del año pasado, hemos visto muchos movimientos realmente nocivos para la imagen de marca de Twitter, frente a unos pocos que han actuado en sentido contrario. Entre los positivos, nos encontramos por ejemplo con el despliegue de la función de Notas de la Comunidad, que está sirviendo para aportar contexto en muchas publicaciones que realmente lo necesitan, y el acelerón en la implantación de Twitter Blue. En el negativo, tenemos desde restar absolutamente todo el valor a la verificación de cuentas hasta trasladar servidores de un CPD a otro como quien carga cajas de naranjas. Por no hablar, claro, de su capacidad de hacer que suba el pan cada vez que abre la boca.

Entre los pocos aciertos que ha tenido en este tiempo, sin duda es destacable la elección y contratación de Linda Yaccarino como nueva CEO de la compañía. Con una excepcional experiencia previa en los mundos del marketing y la publicidad, era la persona idónea para restablecer las buenas relaciones entre Twitter y anunciantes, logrando de este modo que la red social viera volver a crecer sus ingresos por esta vía, que siempre ha sido la más importante en las cuentas de la compañía, aunque Musk tenga otros planes en este sentido.

En estos meses, Yaccarino ha trabajado tanto como le ha sido posible para este fin, pero Musk se ha encargado de poner, constantemente, palos en las ruedas. El último y muy destacable ejemplo de ello lo encontramos en la reacción del multimillonario ante la salida de varios anunciantes de la plataforma. Según podemos leer en Wired, Elon Musk le ha dedicado un sonoro «Go F*ck Yourself» («que os j**an») a los anunciantes que han abandonado Twitter. Según afirma, están intentando chantajearle.

El problema, y esto lo debe entender cualquiera, es que los profundos recortes que han experimentado los equipos de moderación de Twitter con los despidos masivos experimentados por la red social han ocasionado la proliferación de contenido de odio, algo que por lógica espanta a los potenciales anunciantes. Recientemente, la organización Media Matters for America hizo públicas algunas «coincidencias desafortunadas», que mostraban inserciones publicitarias junto a mensajes de odio, lo que ha ocasionado la salida de parte de los mismos. Y la reacción de la red social ha sido… ¿trabajar para intentar solucionar este problema? No, demandar a Media Matters. Sí, Elon Musk, el gran paladín de la libertad de expresión. Reírse por no llorar.