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Historia de las tarjetas gráficas contada a través de los juegos (II)
Retomamos nuestro especial de historia de las tarjetas gráficas vista a través de los juegos más importantes del momento, un enfoque que nos ayuda a entender mejor los avances y cambios que hemos ido viviendo durante los últimos 30 años dentro del sector gráfico.
En esta segunda parte sólo encontramos dos grandes jugadores dentro del mercado de consumo general, NVIDIA y AMD, ya que como sabemos la segunda compró a la ATi.
Antes de empezar es importante destacar que la etapa central de este segundo artículo estuvo marcada por una continuidad enorme, motivada por la longevidad de Xbox 360 y PS3, consolas que llegaron al mercado entre 2005 y 2006 y que todavía a día de hoy siguen vivas.
Lo expuesto tiene una consecuencia importante, y es que los usuarios menos exigentes no encontraron una motivación real para actualizar su tarjeta gráfica durante muchos años.
Terminamos con esta introducción y nos lanzamos de lleno a terminar el artículo, cuya distribución será muy similar a la del anterior. Como siempre esperamos que os guste y os animamos a dejar vuestra opinión en los comentarios.
Quake 4, Prey y F.E.A.R.
Estos tres juegos marcaron, a su manera, una evolución importante. Los dos primeros utilizaban una versión modificada del motor original que daba vida a DOOM III, lo que permitía ofrecer un acabado excelente tanto en escenarios como en personajes.
Sí, ese aspecto orgánico, vivo, que tanto me gustó del motor gráfico de id Software, y que francamente representaba todo un logro en esta etapa «pre-shaders unificados», estaba presente en ambos juegos que, a su vez, contaban con escenarios más amplios, lo que contribuía a reducir la experiencia de «juego tipo pasillo».
A su vez la calidad de los efectos de iluminación y sombreado eran impresionantes, hasta tal punto que hoy en día siguen luciendo muy bien a pesar del tiempo transcurrido.
Por su parte F.E.A.R. fue la gran sorpresa del momento, un juego que gustó especialmente por su física y efectos, entre los que podemos destacar los «estragos» que producían los disparos en los escenarios y las explosiones.
En los tres títulos las GeForce FX y ATI Radeon 9000 se quedaban pequeñas, así que para disfrutar de ellos con un mínimo de calidad y garantías se hacía recomendable una GeForce 6600 GT- Radeon X700, aunque para maximizarlos a resoluciones superiores a los 1.280 x 1.024 píxieles era necesario una GeForce 7800 GT o una Radeon X1800 XT.
De nuevo estos tres juegos marcaron un importante paso adelante frente a la generación anterior, pero nada en comparación con lo que supuso el juego sobre el que hablaremos a continuación.
Crysis
Un juego que puso el sector patas arriba, ya que aprovechaba plenamente las capacidades que ofrecía la nueva arquitectura de shaders unificados, introducida por NVIDIA y AMD en sus series GeForce 8000 y Radeon HD 2000, primera generación gráfica de la firma de Sunnyvale tras la compra de ATi.
Su nivel de calidad gráfica es, todavía a día de hoy, un claro referente, además de un benchmark sólido con el que medir las capacidades de nuestra tarjeta gráfica, ya que incluso soluciones actuales como la HD 7870 o la GTX 660 sufren para moverlo a 1080p en «Entusiasta» con 4x MSAA.
Estamos, en definitiva y con permiso de BioShock, otro grande de ese año, ante el juego por excelencia que motivó muchas actualizaciones de equipos, ya que las diferencias de rendimiento que ofrecía al correr sobre una tarjeta pre-DirectX10 de gama alta, como por ejemplo una GeForce 7800 GTX, y una con soporte DirectX 10 dentro de la misma gama, como por ejemplo una GeForce 8800 GTS de 640 MB, eran enormes.
Etapa de estabilidad sin grandes cambios
Tras la llegada de Crysis se produjo una etapa caracterizada por una gran cantidad de juegos adaptados y ports de Xbox 360 y PS3 a PC que, en definitiva, motivó que muchos jugadores no sintieran la necesidad de actualizar sus GeForce 8000-9000 /Radeon 3000. De hecho incluso hoy en día es posible disfrutar de muchos juegos en configuraciones aceptables con tarjetas gráficas tan antiguas como la GeForce 8800 GT, algo que ilustra claramente lo expuesto.
La idea es simple, si podías jugar bien a Crysis podías jugar bien a cualquier cosa, sin duda, y como decimos tras él no se produjo la llegada de ningún juego realmente revolucionario, ya que títulos tan esperados como F.E.A.R. 2, Fallout 3 o GTA IV no eran tan exigentes a nivel gráfico como Crysis.
Con todo hay que reconocer que GTA IV fue otro de los juegos que marcó precedente, ya que el salto de calidad visual que ofrecía frente a entregas anteriores era simplemente enorme.
Antes de terminar debemos hacer una referencia a juegos como Cellfactor y Warmonger, diseñados para mostrar con gran acierto las posibilidades de la PPU (unidad de procesamiento de física) de Ageia, compañía que posteriormente sería comprada por NVIDIA y cuyo legado continua hoy en día a través de PhysX.
Metro 2033
Marcó un salto importante que no pasó desapercibido, convirtiéndose en otro gran referente para medir el rendimiento de cualquier tarjeta gráfica, incluso de las más actuales, y todavía hoy pocas soluciones gráficas son capaces de «digerirlo» en DirectX 11 con calidad máxima y resolución 1080p.
Este juego incentivó a muchos a dejar de lado sus tarjetas gráficas basadas en DirectX 10 y pasar a modelos compatibles con DirectX 11 para disfrutar de los nuevos efectos gráficos que ofrece dicha API, como la teselación pero también de PhysX.
En DirectX 9 el juego funciona bastante bien incluso en tarjetas modestas, pero con DirectX 11 y PhysX activado los requisitos aumentan enormemente, algo que, como anticipamos, hizo que muchos actualizaran sus equipos a las series GTX 400/Radeon HD 5000.
Crysis 3, Far Cry 3 y Battlefield 3
Entramos en la etapa final, donde Crysis 3, Far Cry 3 y Battlefield 3 son los tres grandes referentes en tecnología gráfica. El primero llegó con un acabado visual de lujo y DirectX 11 como requisito imprescindible, mientras los otros dos funcionan también bajo DirectX 9 y resultan, en general, menos exigentes.
Estos tres juegos han dado una nueva vuelta de tuerca a la calidad gráfica del videojuego en PC, siendo los grandes referentes del momento y los tres principales impulsores de la nueva generación gráfica, compuesta por las GTX 600-700 y Radeon HD 7000-RX 200.
Si tuviéramos que decantarnos por uno como máximo exponente ese sería, sin duda, Crysis 3, ya que nos permite sentar una afirmación muy simple, pero esclarecedora, y es que si podemos jugar a él sin problemas y con un buen nivel de calidad podemos jugar también a cualquier juego presente y futuro a medio plazo.
Bien, ¿y el futuro?
Con la llegada de las consolas de nueva generación los juegos multiplataforma aumentan su nivel de calidad visual, eso es evidente, pero el nivel de prestaciones que ofrecen dichas consolas de Sony y Microsoft es demasiado parecido a un PC de gama media, tanto que todo apunta a otra etapa de estabilidad muy larga, similar a la que vivimos tras la llegada de GeForce 8000-Radeon HD 3000 y su convivencia con PS3 y Xbox 360, salvo que los desarrolladores se esfuercen en mejorar las versiones para PC y las diferencien de sus homónimas para PS4 y Xbox One.
A pesar de lo dicho es evidente que juegos como GTA V en su versión para PC, The Division, Call of Duty Advanced Warfare, Batman Arkham Knight y The Witcher 3 tienen todas las papeletas para convertirse en los nuevos referentes del sector, al menos a corto plazo.
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