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Cómo reducir el consumo de memoria gráfica en juegos

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La memoria gráfica es un tipo de memoria de alta velocidad que se utiliza en tarjetas gráficas. La RAM se utiliza como memoria del sistema, mientras que la VRAM se dedica principalmente a aplicaciones gráficas, como juegos, por ejemplo. El consumo de memoria gráfica varía en función de cada juego en concreto, pero en general hay una serie de pautas comunes que nos ayudan a entender mejor cómo se comporta y cómo hacer un uso eficiente de la misma si tenemos una cantidad muy limitada.

Como anticipamos el papel de la memoria gráfica es muy importante, ya que en ella se almacenan los datos que recibe de la CPU, fundamentales tanto para el correcto funcionamiento de los juegos como para la visualización de aquellos en nuestro monitor, ya que el controlador gráfico extrae la información necesaria para representar las imágenes en pantalla.

Para que un juego pueda funcionar adecuadamente nuestro equipo debe contar con una tarjeta gráfica determinada, pero también con un mínimo de memoria gráfica. Si no llegamos al mínimo quizá podamos arrancar el juego, pero el rendimiento será bajo y la calidad gráfica muy pobre.

La llegada de la demo de Resident Evil 2 Remake ha generado dudas sobre la importancia de la memoria gráfica en juegos, un tema que hoy vamos a tratar en este tutorial, donde os enseñaremos, además, cómo reducir el consumo de memoria gráfica de forma eficiente, es decir, con el menor impacto posible en la calidad de imagen.

Reducir el consumo de memoria gráfica en juegos

Un consumo de memoria gráfica superior al máximo que integra nuestra tarjeta gráfica puede dar problemas importantes que van desde una baja calidad de imagen hasta tirones, un bajo rendimiento y efectos de «popping» (aparición súbita de texturas y elementos gráficos).

Para evitarlo lo mejor es equilibrar el consumo de memoria gráfica hasta dejarlo en un nivel óptimo. Estas son nuestras recomendaciones:

  1. A más resolución mayor consumo de memoria gráfica, pero su impacto es pequeño y afecta en gran medida a la calidad gráfica. Configura este ajuste siempre al nivel nativo de tu monitor. Para que os hagáis una idea en Resident Evil 2 Remake bajar la resolución de 1080p a 720p solo reduce el consumo de memoria gráfica en 250 MB.
  2. Las texturas son muy importantes, ya que se aplican a los diferentes elementos del juego y les dan ese aspecto final cercano a la realidad que percibimos. Afectan en gran medida a la calidad gráfica, pero consumen mucha memoria gráfica, así que es lo primero que debemos ajustar para reducir el consumo. Un juego actual con las texturas en calidad media puede consumir unos 500 MB, y al máximo puede superar los 2 GB, así que tenedlo muy en cuenta. No obstante, la pérdida de calidad de imagen que se produce al bajar de calidad media a baja no compensa con el aumento de rendimiento que se obtiene.
  3. Activar el suavizado de líneas también puede dar un «bocado» importante a la memoria gráfica, sobre todo en resoluciones elevadas (1440p y 2160p). No hablamos de una diferencia baladí, ya que puede ir desde los 300-500 MB hasta los 1,5 GB en función del juego y la resolución. Optar por soluciones de bajo consumo, como el FXAA, o desactivarlo puede marcar una gran diferencia.
  4. El siguiente ajuste que debemos tener en cuenta son las sombras. Su consumo de memoria gráfica suele estar en un nivel medio, pero en algunos juegos se dispara cuando se configura en niveles muy altos. Configurarlo en niveles medios puede ayudarnos a reducir el consumo de VRAM en varios cientos de megabytes.
  5. La oclusión ambiental también puede consumir bastante memoria gráfica, aunque solo en las configuraciones más elevadas. La diferencia entre activar por ejemplo SSAO y HBAO+ puede ser de entre 150 y 300 MB más de consumo de memoria gráfica.

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