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Análisis

Google Pixel 3a XL, análisis

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Desde la presentación en 2012 del Nexus 4 y menor medida, un año más tarde, del Nexus 5, los fans de Android llevan pidiéndole a San Google que repita la jugada: el lanzamiento de un smartphone de prestaciones estupendas a un precio muy contenido. El lanzamiento de un affordable flagship phone que les ayudase a «olvidarse» de marcas como Huawei, Xiamoi, OnePlus y tantas otras que en los últimos años han conquistado las gamas medias y medias-altas del mercado, el Google Pixel 3a XL.

No fue el caso del Nexus 6 y desde luego, Google pareció olvidarse completamente de su «iglesia» en el lanzamiento y desarrollo de la gama Pixel (Pixel, Pixel 2, Pixel 3). Los de MountainView han preferido en los últimos años competir con Apple y Samsung para ofrecer el mejor terminal del mercado, a cambio de sumarse a la liga de los precios más caros.

¿Cómo les ha salido la jugada? No demasiado bien. Pese a que es cierto que la compañía ha conseguido (sobre todo en el caso del Pixel 3) entregar smartphones a la altura de los mejores, lo cierto es que los altos precios han lastrado las ventas. Por un lado porque en la mayoría de los países, Google ha renunciado a ese push de marketing con el que compañías como Samsung consiguen impulsar sus «tope de gama». Por otro, porque no resulta fácil convencer a unos usuarios que se han «malacostumbrado» a invertir entre 300 y 500 euros en terminales estupendos, a gastarse el doble o más en otros cuyo valor diferencial (potencia, cámara, rendimiento) solo tiene sentido en determinados casos.

Así estaban las cosas hasta el pasado Google I/O dijo «hasta aquí hemos llegado» y sacó de la chistera dos nuevos terminales: Google Pixel 3a y Google Pixel 3a XL. O lo que es lo mismo: los mismos Google Pixel 3 de siempre, «ligeramente modificados» para ofrecer casi la mejor tecnología disponible, a un precio realmente competitivo.

En MC hemos tenido la oportunidad de probar estos días el nuevo Google Pixel 3a XL. Os contamos a continuación nuestra impresiones, pero antes un pequeño adelanto: desde el Nexus 4, probablemente este sea el primer smartphone lanzado por Google que realmente merezca la pena comprar.

Lo que cambia por fuera ¿importa?

Comencemos por lo más interesante. El Google Pixel 3a XL ofrece casi todo lo que ofrece el Google Pixel 3 XL, pero en vez de costar 949 euros, podemos conseguir lo último de Google por 479 euros. ¿Cómo ha conseguido Google esa reducción drástica de precios? Como muchos supondrán, apostando en muchos casos por componentes de una gama media en lugar de los de gama alta que se ofrecen en el Pixel 3 original.

Dicho lo cual, hay cambios y cambios. Cambios que efectivamente, nos van a hacer pensar si este es el teléfono que queremos y otros que realmente no importan tanto. El primero y que salta a simple vista nada más sacamos el teléfono de la caja, son los materiales. Pasamos de un smartphone con marco de aluminio y chasis unibody híbrido, a otro muy diferente, construido completamente en plástico.

Personalmente no tengo nada en contra de los smartphones que apuestan por el plástico. Suelen ser más ligeros y resisten mejor los golpes (aunque es cierto que el aluminio, estéticamente luce mejor), así que aquí apunto un cambio que no importa. Diferente es el hecho que a diferencia del Pixel 3, que apuesta por un pantalla Gorilla Glass, aquí nos encontramos una Dragon Trail, más susceptible a arañazos y a rayarse o romperse de forma accidental. Y eso importa. Por supuesto, el Pixel 3a XL no dispone de la certificación IP68 de resistencia al agua y polvo de su hermano mayor. Así que si sois unos manazas, este no es vuestro teléfono ideal.

El Pixel 3a XL ofrece además otros dos cambios estéticos y los dos, para bien. El primero es que desaparece el muy criticado notch del Pixel 3 XL original. En su lugar ohhhhhhh…vuelven los bordes. Pero teniendo en cuenta que hablamos de un terminal que crece en pantalla (pasa de las 5,5″ a las 6″) podemos pasar este detalle completamente por alto. ¿Nos hubiese gustado una infinity display? Sí. ¿Nos importa mucho no tenerla? Como veremos más adelante cuando hablemos de la cámara, aceptamos barco.

El segundo, es que (redoble de tambores) ¡vuelve el jack de 3,5 mm! Poco que añadir en este punto. Lloramos mucho cuando lo eliminaron y ahora abrazamos gozosos su regreso.

Google Pixel 3a XL: gama media por dentro

Si como hemos visto, estéticamente el Pixel 3a XL presenta algunos cambios, en su interior los cambios son de mayor calado. Así que adiós al Snapdragon 845 y ¡Hola! al Snapdragon 670. Adiós al Adreno 630 y ¡Hola! al Adreno 615 y sobre todo, adiós al Pixel Visual Core, ese procesador basado en inteligencia artificial, capaz de hacer maravillas con la cámara fotográfica.

Por lo demás, se mantienen los 4 GB de memoria RAM y eso sí, el almacenamiento interno se queda en los 64 GB, sin posibilidad de crecer hasta los 128 GB que se ofrecían en el modelo anterior. ¿En qué se traducen estos cambios? Si somos un usuario medio, en prácticamente nada: vamos a seguir teniendo en nuestras manos el hardware que necesitamos para disfrutar de una experiencia completamente fluida y satisfactoria.

Ahora bien, si somos de esa clase de usuarios que no le damos descanso al Fortnite, o que disfrutamos usando nuestro smartphone para tareas tan intensivas en recursos como editar vídeos en alta resolución, quizás debamos escoger otro teléfono. Pero repetimos: para el 90% de los usuarios de smartphone, el rendimiento de este Pixel 3a XL, basta y sobra.

¿Qué otra cosa desaparece? La carga inalámbrica. Pero seamos sinceros: visto las velocidades actuales de carga que ofrecen las bases actuales, pocos la van a echar de menos. A cambio, mejora la batería, que crece hata los 3700 mAh. Así que sí, a diferencia de lo que Google ha venido haciendo con el resto de sus terminales, por una vez no tendremos que preocuparnos por la autonomía del teléfono.

Y sí amigos, sigue habiendo problemas de conectividad: resultan casi inexplicables los problemas que siguen teniendo LG y Google para entregar smartphones que no tengan ningún problema de conectividad para determinados ISP y usuarios. Ocurrió con el Google Nexus 5X un terminal estupendo pero que, por alguna razón le costaba horrores mantener una relación WiFi decente con los routers y AP de Telefónica.

Volvió a pasar con algunos modelos internacionales de Pixel y se repite la historia con este Pixel 3a XL. En este caso, la conexión 4G desaparece cuando pierde cobertura de una WiFi previa y tiene que pasar automáticamente a usar los datos. De nuevo con determinados ISPs, se le obliga al usuario a restaurar la conexión.

La misma cámara, a mitad de precio

Cuando hace siete meses publicamos en este medio nuestro análisis del Pixel 3, destacamos que la principal razón para comprarlo era su estupenda cámara, probablemente la mejor del mercado.

Pues bien, en este Pixel 3a XL, Google repite la jugada. No, no ofrece una cámara nueva pero sí, sigue ofreciendo la cámara y la tecnología IA de un Pixel 3 que indiscutiblemente, sigue ofreciendo lo mejor que podemos encontrar estos días en el terreno mobile.

Desde el lanzamiento de la gama Pixel, Google ha comprendido que el conjunto óptico que físicamente se puede instalar en un dispositivo como un teléfono móvil, nunca va a poder competir con una cámara fotográfica dedicada. Por muchas cámaras que se pongan. Así que sí, su secreto está en la Inteligencia Artificial para orecer los mejores resultados. Incluso, si como en el caso del smartphone que nos ocupa, Google decide prescindir de su famoso chip Pixel Visual Core.

En este sentido, la experiencia sigue siendo la misma: ninguna cámara es mejor que la del Pixel. Una diferencia que se nota mucho más si tenemos en cuenta los competidores que encuentra Google en este rango de precios.

¿Se nota la ausencia de Pixel Visual Core? No en las fotos que tomamos a plena luz del día. Únicamente en escenas muy débilmente iluminadas, que obligan sí o sí a utilizar Night Sight encontramos algunas diferencias, con instantáneas menos enfocadas y ciertamente más granuladas. Más alla de lo anterior, nuestra impresión se mantiene: es la misma cámara.

Conclusiones

El Pixel 3a XL tiene casi todo lo necesario para convertir a los teléfonos de Google en «great again». No es que antes no fueran telefonazos sobresalientes, sino que por precio y falta de push marketiniano no conseguían destacar.

Con la nueva generación Pixel, todo cambia y Google cumple su promesa de ofrecer un gran smartphone a un precio contenido. ¿Quiere decir que es un móvil perfecto? Ni mucho menos. El seguir manteniendo esos bordes, entregar de nuevo un diseño general bastante «aburrido» o esos problemas de conectividad de los que ya os hemos hablado, penalizan un tanto la experiencia.

Sin embargo, el mantener un rendimiento más que notable y la cámara, esa maravilla de cámara, consigue que se lo perdonemos todo.

Producto Recomendado MC

Valoración final
8.5 NOTA
NOS GUSTA
Todo lo bueno del Google Pixel 3 original, por la mitad de precio
La cámara, espectacular
A MEJORAR
Desaparece el notch, pero a cambio vuelven los bordes
Panel es más delicado y menos resistente que el Pixel 3
RESUMEN
El Google Pixel 3a XL es la apuesta de Google por volver a lanzar un gran smartphone de gama media-alta. Para elllo ofrece casi todo lo que encontramos en el Google Pixel 3 original, a un gran precio. Si bien no es un smartphone perfecto, tiene el gran acierto de mantener la que sigue siendo probablemente la mejor cámara fotográfica del mercado mobile.
Diseño y construcción8
Pantalla7.5
Rendimiento8.5
Cámaras9.5
Software8.5
Autonomía9

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