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¿Es posible montar un PC para jugar en 4K por menos de 1.000 euros?

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Jugar en 4K es caro, eso es imposible discutirlo, ¿pero realmente es tan caro como pensamos? Pues lo cierto es que depende de nuestras aspiraciones. Obviamente no es lo mismo jugar en 4K con unas garantías mínimas y un monitor discreto que hacerlo con una fluidez absoluta y calidades muy elevadas en un monitor gaming de alta calidad.

Al final todo es una cuestión de equilibrio, de buscar el mejor valor precio-prestaciones, y jugar en 4K no supone una excepción a esta regla. Partimos de la idea de que montar un PC para jugar en dicha resolución no es barato, ¿pero podríamos montar un equipo capaz de jugar en 4K con un presupuesto máximo de mil euros? Puede que parezca algo imposible, pero la realidad es que no resulta complicado si sabemos qué componentes elegir, y en este artículo os lo vamos a demostrar.

En las siguientes líneas elegiremos una serie de componentes que ofrecen un excelente valor precio-rendimiento y que nos permitirán, en conjunto, dar forma a un PC con el que podremos jugar en 4K con todas las garantías, es decir, manteniendo un buen nivel de fluidez y disfrutando de calidades altas o incluso máximas en algunos casos concretos.

Como siempre, y para que tengáis una visión más clara, vamos a compartir al final del artículo una serie de pruebas de rendimiento que os permitirán tener claro qué podemos esperar exactamente de esta configuración al jugar en 4K. En cada apartado acompañaremos, además, algunas sugerencias con opciones alternativas tanto inferiores como superiores. Las primeras os permitirán ajustar el montaje si tenéis un presupuesto inferior sin que deje de ser viable, y las segundas os permitirán disfrutar de un mayor rendimiento o de una experiencia superior.

Para evitar dudas también indicaremos si no merece la pena considerar otras opciones, buen porque no nos va a aportar ninguna ventaja o porque aun existiendo va a ser tan mínima que no va a justificar la inversión. Dicho esto entramos en materia, si tenéis dudas podéis dejarlas en los comentarios y os ayudaremos a resolverlas.

PC para jugar en 4K: punto de partida

jugar en 4K

Lo primero que debemos tener claro es que debemos destinar la mayor parte del presupuesto a la tarjeta gráfica. Sí, ya lo sé, no acabo de inventar la pólvora, pero en este caso debemos ir incluso más allá que en otras configuraciones para jugar en 1080p o en 1440p, ya que cuando montamos un PC para jugar en 4K la GPU adquiere todo el protagonismo y se convierte en el «cuello de botella» central del sistema.

Esto tiene una explicación muy sencilla. Al renderizar en 4K la carga de trabajo que asume la GPU es muy alta, tanto que la CPU pasa a un papel secundario al tener una demanda más lenta de datos por parte de la primera. Dicho de una forma más sencilla, la tarjeta gráfica marca el ritmo y va más «despacio» que el procesador. En resoluciones inferiores, especialmente en 720p y 1080p, ocurre todo lo contrario.

Con esto claro también debemos tener en cuenta que no podemos realizar un montaje desequilibrado. Podríamos montar una gráfica de 600 euros y dedicar el resto a un montaje básico, y sí, podríamos conseguir medias de fotogramas por segundo, pero la experiencia de uso no sería verdaderamente óptima y tendríamos que hacer sacrificios importantes.

No necesitamos, por tanto, un procesador tope de gama, pero sí una tarjeta gráfica potente. Tampoco podemos desequilibrar el resto de componentes, y tenemos que buscar una plataforma que ofrezca un valor sólido a un precio contenido. La elección está clara, nos vamos al socket AM4 de AMD y a los procesadores Ryzen, que acompañaremos de una configuración de hardware que nos permitirá superar sin problemas la transición a la nueva generación de consolas.

Placa base: GIGABYTE B450 AORUS M

Tenemos muchas opciones a la hora de elegir la placa base de este equipo. Es un componente importante, pero tenemos un presupuesto limitado y no necesitamos un modelo tope de gama para cubrir de forma óptima los requisitos que implica un PC para jugar en 4K, así que nuestra mejor opción es una placa base con chipset B450.

En este montaje hemos optado por la GIGABYTE B450 AORUS M, un modelo compacto que presenta una buena calidad de construcción, tiene refrigeración pasiva en las zonas clave, incluido el espacio para el SSD M.2, y que cuenta con todo lo que necesitaremos tanto a corto como a largo plazo. No necesitamos nada más.

Podemos conseguirla ahora mismo por 89,99 euros.

Alternativas: podríamos optar por una placa más básica que mantenga el chipset B450 pero que ronde los 60 euros. Hay modelos en ese rango de precios, pero recortan acabados y sistemas de refrigeración pasiva. Personalmente creo que no merece la pena buscar modelos superiores, ya que no rentabilizaremos de verdad el gasto adicional.

Procesador: AMD Ryzen 7 2700

CPU para Jugar en 4K

El procesador es importante, pero como hemos indicado a la hora de jugar en 4K tiene un papel secundario. Debemos, por tanto, elegir un modelo que sea capaz de ofrecer un rendimiento óptimo en juegos tanto a corto como a largo plazo y que tenga, al mismo tiempo, un precio lo más reducido posible.

Por suerte la llegada de los Ryzen serie 3000 ha reducido de forma notable el precio de los Ryzen serie 2000, una generación que sigue siendo perfecta para jugar a cualquier título actual, y que en sus configuraciones más potentes está preparada para superar sin problemas la transición que marcarán las consolas de nueva generación.

Los juegos actuales necesitan seis núcleos y seis hilos para funcionar de forma totalmente óptima. Cuando lleguen PS5 y Xbox Series X este requisito se incrementará de forma gradual hasta llegar a los ocho núcleos. Por ello hemos elegido el Ryzen 7 2700, un chip que suma 8 núcleos y 16 hilos y que ofrece todo el rendimiento que necesitaremos durante los próximos años.

Ofrece un valor enorme para lo que cuesta: 159,90 euros.

Alternativas: si tenemos un presupuesto muy limitado podríamos optar por el Ryzen 5 1600 AF, que tiene seis núcleos y doce hilos y cuesta 99,99 euros. El equipo seguiría ofreciendo un buen rendimiento, y el montaje no dejaría de ser viable. En caso de que queramos una alternativa superior el Ryzen 7 3700X sería la mejor opción, aunque supone una inversión importante (cuesta 316,17 euros ahora mismo). Personalmente antes de ir a por el Ryzen 7 3700X mejoraría primero la tarjeta gráfica, ya que marcará una diferencia mayor al jugar en 4K.

Tarjeta gráfica: Radeon RX 5700 XT

GPU para jugar en 4K

Un componente clave si queremos jugar en 4K de forma óptima. Tenemos muchas opciones, pero la Radeon RX 5700 XT es la mejor para presupuestos ajustados por el excelente valor precio-rendimiento que ofrece.

Ahora mismo podemos encontrar este modelo de PowerColor por 379,90 euros, y nos llevaremos, además, dos juegos gratis y tres meses de suscripción a Xbox Game Pass en PC. Una oferta redonda y una compra muy buena para una tarjeta gráfica que, en muchos casos, rinde casi al mismo nivel que la Radeon VII.

Es, además, una de las tarjetas gráficas más potentes que existen actualmente. Estas son sus especificaciones clave:

  • Núcleo gráfico Navi 10 XT.
  • 2.560 shaders.
  • 160 unidades de texturizado.
  • 64 unidades de rasterizado.
  • Bus de 256 bits.
  • GPU a 1.605 MHz de frecuencia base, 1.755 MHz modo juego y 1.905 MHz en modo turbo.
  • TDP de 225 vatios. Utiliza dos conectores de alimentación, uno de 6 pines y otro de 8 pines.
  • Requiere una fuente de alimentación de 600 vatios y 34A.

Alternativas: podríamos jugar en 4K con una RX 5700, una tarjeta gráfica inferior y más económica que ha llegado a estar disponible por poco más de 300 euros, aunque tendríamos que reducir la calidad gráfica para mantener un buen nivel de fluidez. Si tenemos mayor presupuesto la RTX 2080 Super es la única opción que realmente merece la pena ahora mismo desde una perspectiva calidad-precio.

Unidad de almacenamiento: Crucial P1 CT1000P1SSD8 de 1 TB

SSD para Jugar en 4K

Podríamos haber optado por un HDD y haber ahorrado algo de dinero, pero habríamos renunciado a las altas velocidades que ofrecen los SSD. Estos marcan una diferencia cada vez más importante en juegos, y es que no solo nos ayudan a mejorar los tiempos de carga, sino que además eliminar ciertos problemas de carga de texturas a destiempo, errores de «popping» y contribuyen, en casos concretos, a mejorar ligeramente la tasa de FPS.

Cuando se produzca la llegada de las consolas de nueva generación el peso de los SSDs acabará siendo todavía mayor, así que si queremos montar un PC para jugar en 4K equilibrado y con una buena vida útil no tiene sentido renunciar a dicho componente.

Dado que el presupuesto está muy ajustado hemos optado por el Crucial P1 CT1000P1SSD8, un SSD PCIE de alto rendimiento con 1 TB de capacidad, suficiente para no quedarnos sin espacio a corto plazo y con una velocidad de 2.000 MB/s y 1.750 MB/s en lectura y escritura secuencial, respectivamente.

Su precio es de 116,99 euros.

Alternativas: podríamos montar un SSD de menor capacidad y acompañarlo de un HDD de 1 TB, pero el coste sería prácticamente el mismo y no merecería realmente la pena. Montar un HDD para mí no es una opción, ya que renunciamos a mucho por ahorrarnos 6o-70 euros. Si tenemos un presupuesto mayor lo ideal es buscar modelos con velocidades más elevadas, como el Corsair Force Series MP 510, que cuesta 169 euros.

Memoria RAM: G.Skill FlareX DDR4 3200 PC4-25600 16 GB CL16 en dos módulos

La memoria RAM es fundamental para que el rendimiento sea óptimo. Los juegos actuales consumen entre 6 y 10 GB de memoria RAM, así que montar 16 GB nos da margen suficiente para disfrutar de una buena experiencia y nos prepara para la transición que marcará la nueva generación de consolas.

Dado que tenemos una configuración de socket AM4 y un Ryzen 7 2700 hemos elegido las memorias G.Skill FlareX DDR4 en un pack de 16 GB con dos módulos de 8 GB cada uno, lo que nos permitirá activar el modo de doble canal. Su velocidad es de 3.200 MHz, tienen latencias CL16 y están «optimizadas» para configuraciones basadas en Zen de AMD, lo que significa que funcionan a las frecuencias y latencias indicadas sin problema.

La placa base que hemos elegido admite memorias a un máximo de 3.200 MHz, y ese nivel es, precisamente, el óptimo para que el Ryzen 7 2700 despliegue todo su potencial.

Podemos conseguirla por 90,80 euros.

Alternativas: realmente no hay ninguna que merezca la pena. Estas memorias ofrecen un valor muy bueno y son justo lo que necesitamos. Montar 8 GB de RAM limitará la vida del equipo y puede traducirse en tirones en juegos concretos, y reducir la velocidad de la memoria acabará afectando al rendimiento del procesador a costa de un ahorro nimio. Montar 32 GB ahora mismo es, por otro lado, innecesario.

Fuente de alimentación: Corsair TX650M 650W 80 Plus Gold

Tenemos un equipo con un consumo considerablemente alto que requiere, además, de un buen amperaje en el carril de 12V debido a la presencia de la Radeon RX 5700 XT. Por ello debemos buscar una fuente de alimentación que esté a la altura, aunque sin caer en derroches innecesarios.

La Corsair TX650M 650W 80 Plus Gold es una fuente semimodular que ofrece toda la potencia, el amperaje y el cableado que necesitamos. Cuenta, además, con la certificación 80 Plus Gold, que garantiza un alto grado de eficiencia, tiene una alta calidad de construcción y un precio muy bueno teniendo en cuenta todo lo que ofrece. Por ello, ha sido nuestra elección en este montaje.

Con ella tenemos todo lo que necesitamos a día de hoy, y disponemos de margen más que suficiente para futuras ampliaciones o actualizaciones.

Tiene un precio de 84,99 euros.

Alternativas: podríamos optar por fuentes de 600 vatios sin problema, siempre que busquemos modelos de calidad con certificación 80 Plus Bronze u 80 Plus Silver. No es necesario comprar fuentes más potentes o de mayor calidad.

Chasis: Cooler Master MasterBox MB500 USB 3.0

Ya tenemos todos los componentes necesarios para jugar en 4K de forma óptima con una inversión razonable, ahora nos hace falta un chasis en el que integrar todos los componentes que hemos adquirido.

La elección del chasis depende mucho del gusto de cada usuario, pero no debemos limitarnos al plano estético. El motivo es simple, el chasis juega un papel fundamental en el flujo de aire y en la refrigeración de los componentes. Buscar un modelo bien diseñado, con espacio suficiente para albergar todos nuestros componentes y que nos deje, además, margen suficiente para futuras ampliaciones es clave.

En este montaje hemos elegido el Cooler Master MasterBox MB500 USB 3.0, un chasis que tiene un diseño muy atractivo y una distribución interior muy acertada y espaciosa. Admite tarjetas gráficas de hasta 40 cm de longitud y viene con tres ventiladores de serie, así que no tenemos que comprar nada más.

Su precio es de 72 euros.

Alternativas: como dijimos este componente depende en gran medida del gusto de cada uno. El chasis que hemos elegido es uno de los que mejor valor calidad-precio ofrecen ahora mismo, así que no merece realmente la pena cambiarlo por otro más caro.

Jugar en 4K

Jugar en 4K por menos de 1.000 euros es posible

Bien, con la configuración que hemos elegido tenemos un precio final de 994,57 euros. Hemos cumplido el objetivo de montar un PC para jugar en 4K por menos de mil euros, ¿pero qué rendimiento ofrece este equipo con juegos actuales? Pues bastante bueno, la verdad, y encima contamos con soporte de FreeSync, lo que nos permitirá acompañarlo de un monitor con 4K con dicha tecnología, que elimina los clásicos problemas de «stuttering» y de «tearing».

Sé que estáis deseando ver los resultados de rendimiento al jugar en 4K. Tranquilos, no os hago esperar más:

  • Metro Exodus con calidad «ultra» y DirectX 12: medias de 38 FPS.
  • Battlefield V con calidad «ultra» y DirectX 11: medias de 62 FPS.
  • Shadow of the Tomb Raider en calidad «ultra» con DirectX 12 y «Pure Hair»: medias de 41 FPS.
  • Resident Evil 2 Remake en calidad máxima con DirectX 11: medias de 50 FPS.
  • The Division 2 en calidad máxima con DirectX 12: medias de 40 FPS.
  • Forza Horizon 4 en calidad máxima con DirectX 12: medias de 90 FPS.
  • World War Z en calidad máxima con Vulkan: medias de 63 FPS.

La conclusión es simple, podemos jugar en 4K de forma óptima por menos de 1.000 euros, y si reducimos la calidad gráfica no tendremos problemas para alcanzar, en la mayoría de los casos, 60 FPS totalmente estables.

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