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Xbox Series S: todo lo que debes saber de la Xbox barata de Microsoft

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Xbox Series S

La existencia de Xbox Series S era un secreto a voces. Microsoft finalmente ha confirmado que dicha consola es real, ha hablado del rendimiento que podemos esperar, y no solo se ha atrevido a mostrar su diseño, sino que también ha anunciado su precio de venta: 299 euros.

El anuncio de Xbox Series S nos ha permitido confirmar muchas de las informaciones que habíamos visto anteriormente, y también nos ha dado la oportunidad de leer entre líneas el posible precio de Xbox Series X. Con el anuncio de que Xbox Series S costará 299 euros, Microsoft ha dejado abiertas dos opciones: que Xbox Series X cueste 499 euros, o que ascienda a un total de 599 euros.

La verdad es que ambas tienen sentido, sobre todo teniendo en cuenta las diferencias que presentan Xbox Series S y Xbox Series X a nivel de hardware. La segunda no solo es mucho más potente, sino que además monta una unidad óptica de Blu-ray y utiliza un sistema de refrigeración mucho más complejo y caro. Con todo, debemos tener en cuenta que Microsoft quiere mantener un precio competitivo para impulsar las ventas de sus nuevas consolas, y que está dispuesta a compensar posibles pérdidas derivadas de la venta de hardware con los ingresos obtenidos a través de la venta de juegos y de servicios.

Haciendo balance creo que es poco probable que Xbox Series X llegue con un precio de 599 euros, y que lo más seguro es que acabemos viéndola en el mercado con un precio de 499 euros. Me puedo equivocar, eso es evidente, pero esa franja intermedia es la más razonable teniendo en cuenta el coste de producción de dicha consola, que según las últimas informaciones se situaría sobre los 460 dólares.

Xbox Series S: ¿qué intenciones tiene Microsoft?

Creo que es una de las preguntas que todo el mundo se ha hecho cuando se ha confirmado la existencia de esta consola. Microsoft ha partido de la misma estrategia que vimos en la generación actual, pero con una particularidad, y es que no ha querido esperar. Me explico, el gigante de Redmond podría haber lanzado primero Xbox Series S y haber reservado Xbox Series X para lanzarla más adelante como una consola más potente, como ocurrió en su momento con Xbox One y Xbox One X, pero Microsoft ha preferido partir, desde el principio, de una oferta de dos consolas con diferentes prestaciones y distintos precios.

Esto tiene una explicación, y se llama diversificación. Microsoft es consciente de que el precio de las consolas de nueva generación puede representar una importante barrera para el consumidor medio. No todo el mundo puede invertir 499 euros de golpe en una consola, y obviamente también nos encontraremos con usuarios que, aun pudiendo, no quieran hacerlo porque prefieren esperar a ver cómo evoluciona esa consola.

Xbox Series S es la respuesta de los de Redmond a aquellos usuarios que quieren disfrutar de juegos de nueva generación pero que tienen un presupuesto muy ajustado. Si lo pensamos en frío, Xbox Series S cuesta lo mismo que PS4 con un juego (o con dos mandos), y la primera tiene una potencia mucho mayor que la segunda. También es más barata y mucho más potente que PS4 Pro, una consola que ronda los 399 euros.

El valor precio-prestaciones que ofrece esa Xbox Series S es verdaderamente rompedor, y con ella Microsoft puede llegar a un público más amplio. Todo aquel que quiera jugar en 4K deberá optar por una Xbox Series X, pero aquellos que se conformen con resolución 1440p tendrán, como alternativa, a Xbox Series S.

Con dos consolas en el mercado, la compañía que dirige Satya Nadella puede acelerar el despliegue y la implantación de su nueva generación, es decir, puede construir una base de usuarios más grande en menos tiempo. Esto también representa una meta muy importante para Microsoft, ya que un mayor número de usuarios se traduce en más ingresos sostenidos (a largo plazo) por la venta de juegos y de servicios.

No es difícil entender el papel que juega Xbox Series S, y va a ser muy interesante ver cómo rinde esta consola con los juegos más exigentes de la nueva generación.

Especificaciones de Xbox Series S: un enfoque equilibrado

Las consolas de la generación actual partieron de una base interesante, sobre todo PS4: utilizar la arquitectura GCN aplicada a una GPU semipersonalizada con optimizaciones y funciones que todavía no habían llegado al PC. Esto fue todo un acierto, pero por desgracia ni Sony ni Microsoft lograron un diseño final equilibrado.

Tanto PS4 como Xbox One, así como PS4 Pro y Xbox One X, tienen dos enormes cuellos de botella que están centralizados en el procesador, que os recuerdo es un Jaguar de AMD en todos los casos (equivalente a un triste Intel Atom), y en la unidad de almacenamiento, un disco duro a 5.400 RPM. Durante todos estos años hemos visto como esos cuellos de botella, unidos a una clara falta de memoria unificada (salvando a Xbox One X), han acabado estancando los desarrollos de videojuegos de una manera que no nos habríamos podido imaginar.

No voy a volver a entrar sobre un tema que ya hemos tocado en tantas ocasiones, así que vamos directamente a lo importante: Xbox Series S tendrá, al igual que Xbox Series X, una construcción verdaderamente equilibrada. Vamos a ver sus especificaciones para poder analizarlas posteriormente:

  • SoC fabricado en proceso de 7 nm.
  • CPU Zen 2 con 8 núcleos y 16 hilos a 3,6 GHz (3,4 GHz con 16 hilos activos).
  • GPU Radeon RDNA2 a 1,56 GHz con 1.280 shaders, 80 unidades de texturizado y 32 unidades de rasterizado.
  • 10 GB de memoria GDDR6 unificada (8 GB a 224 GB/s y 2 GB a 56 GB/s).
  • SSD de 512 GB PCIE Gen4.
  • Compatible con juegos de nueva generación, y con títulos de Xbox One, Xbox 360 y Xbox.
  • Sin unidad óptica.
  • Soporte de trazado de rayos acelerado por hardware.
  • Es un 60% más pequeña que Xbox Series X.

Basta echar un vistazo rápido para darnos cuenta de que la diferencia es enorme, incluso frente a Xbox One X. El procesador que utiliza Xbox Series S está a años luz del Jaguar que montan las consolas actuales, cuenta con más memoria unificada que todas las consolas actuales, salvando a Xbox One X, monta una GPU de última generación con aceleración de trazado de rayos por hardware y tiene, además, un SSD de alto rendimiento.

Xbox Series S supera, de plano, todos los cuellos de botella de la generación actual. Es cierto que no es una consola tan potente como Xbox Series X, y que tampoco superará a PS5, pero es una auténtica consola de nueva generación y tiene un precio muy interesante.

Juegos en 1440p y retrocompatibilidad total

Xbox Series S será una consola para jugar a 1440p con tasas de hasta 120 FPS. Ahí es donde se notará, principalmente, la diferencia de potencia entre esta consola y Xbox Series X, en la resolución. Esto quiere decir que, con ella, podremos disfrutar de los mismos juegos que en Xbox Series X, y que tendremos acceso a los mismos servicios.

Entiendo que alguno de nuestros lectores pueda estar preocupado por la vida útil de una consola como Xbox Series S, pero como hemos dicho recibirá los mismos juegos que Xbox Series X y tendrá, en teoría, la misma longevidad que aquella. Puede que en su etapa final acuse de forma mucho más marcada su menor potencia, pero por 299 euros creo que no podemos pedirle más.

Debemos tener en cuenta, además, que los desarrollos partirán siempre de la consola menos potente, lo que significa que si un juego llega a Xbox Series X este habrá sido desarrollado teniendo en cuenta los límites y las carencias de Xbox Series S, y que funcionará sin problemas en dicho sistema, al menos en teoría.

Otro valor importante que tendrá esta nueva consola es la retrocompatibilidad, y es que con Xbox Series S podremos jugar a los juegos de Xbox One, a casi todo el catálogo de Xbox 360 y a algunos títulos de Xbox. Ya lo he dicho arriba, pero me repito, está claro que no podemos pedirle más a Xbox Series S, sobre todo teniendo en cuenta que su precio será prácticamente idéntico al de una consola de la generación actual.

Si todo va según lo previsto, el lanzamiento de Xbox Series S tendrá lugar en noviembre (junto a Xbox Series X), y su precio será, como hemos indicado, de 299 euros. Desconocemos si Microsoft se ha planteado lanzar una versión con 1 TB de capacidad de almacenamiento a corto o a medio plazo, pero es una posibilidad que no podemos descartar.

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