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Puerto Viejo: una joya indie con sabor al Siglo de Oro

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Puerto Viejo: una joya indie con sabor al Siglo de Oro

El mundo del desarrollo indie nos sorprende, cada cierto tiempo, con títulos como Puerto Viejo. Y es que la única (y la mejor, por otra parte) manera de hacer frente a la enorme limitación de medios a la que se enfrentan estos estudios es con ingentes cantidades de creatividad. un enorme nivel de mimo en el diseño y una gran atención a los detalles. Elementos que, por desgracia, no encontramos en los triple A con tanta frecuencia como cabría desear, y que al final ocasiona que destaquen más estas joyas que los grandes lanzamientos.

La lista de juegos indie que nos han sorprendido es interminable, y cuenta con títulos tan destacables como Stardew Valley, GRIS, Undertale, Hades, Hollow Knights, This War of Mine, Papers Please o, en sus orígenes, el todopoderoso Minecraft, por poner solo algunos ejemplos. Títulos que tienen en común, como indicaba antes, ser producciones de presupuesto muy limitado, en los que solo una gran idea con un desarrollo excelente de la misma pueden prevalecer en un mercado tan competitivo. Y tras haberlo probado, para mi gusto Puerto Viejo merece, por derecho propio, formar parte de esa lista.

En Puerto Viejo, disponible en Steam por 4,99 euros, nos pondremos en la piel de Miguel, un pequeño pero osado buscavidas cuyo padre partió embarcado hace años, y del que no ha vuelto a tener noticia. Lejos de asumir su desaparición, y al ver llega al puerto una nao semejante a aquella en la que partiera su padre, decide hablar con su tripulación para ver si alguien puede darle noticias sobre su desaparecido padre.

Puerto Viejo: una joya indie con sabor al Siglo de Oro

A partir de este punto, Miguel se enfrentará en Puerto Viejo a un amplio y desafiante conjunto de minijuegos casuales, en los que avanzará en una aventura de búsqueda a través del Siglo de Oro de las letras españolas, en la que nada más dar los primeros pasos nos encontraremos frente a un Lope de Vega, más interesado por las conquistas que por las letras, aunque finalmente encontrara en las primeras una parte de inspiración para las segundas. Por supuesto Lope de Vega es solo una de las muchas figuras «invitadas», pero prefiero no mencionar otras para preserva parte de la sorpresa si decides jugarlo.

La mecánica de Puerto Viejo es tremendamente sencilla, a medida que avances superando los minijuegos irás desbloqueando unos diálogos en los que irás explorando la historia del juego, y en los que además podrás disfrutar de algunas notas de sentido del humor aptas para todas las edades, y que al menos a mí me han arrancado unas cuantas sonrisas. No en vano, y como plantea su desarrolladora, Bocata Games, Miguel está inspirado en El Lazarillo de Tormes, por lo que inevitablemente debería aportar un punto de picaresca.

En cuanto a sus elementos artísticos, las ilustraciones que acompañan el desarrollo de la historia de Puerto Viejo son, sencillamente, preciosas, y una muestra clara del mimo que, como indicaba al principio, permite a los juegos indie destacar frente a propuestas cuyo presupuesto es varios órdenes de magnitud superior al de este tipo de desarrollos independientes. Y lo mismo se puede afirmar con respecto a su deliciosa banda sonora.

Puerto Viejo: una joya indie con sabor al Siglo de Oro

Creo que resulta evidente que Puerto Viejo me ha parecido una propuesta sensacional, algo que en parte relaciono (y creo que procede aclararlo) con la admiración que me ha producido desde su primer capítulo la serie El Ministerio del Tiempo o, incluso mirando mucho más atrás, el juego que publicará Micronet, allá por 1992, en el que debíamos ponernos al mando de la expedición de Colón en busca de un itinerario alternativo para llegar a las indias.

La difusión de la historia no es algo sencillo. Para muchas personas, hablar de historia se limita a repetir de carrerilla fechas y nombres, algo que no resulta nada atractivo, y que limita mucho su alcance. La divulgación amena ya sea en medios online como el canal A Toda Leche, en libros tan amenos y adictivos como los de la historiadora Nieves Concostrina, en audiovisuales como El Ministerio del Tiempo o en juegos como Puerto Viejo, me parecen siempre una excelente noticia.

Y es que Puerto Viejo, al igual que los ejemplos que he mencionado anteriormente, no son una aproximación académica (ni pretenden serlo) a la historia, son obras de entretenimiento que, en su base, se arman de elementos históricos interesantes para la mayoría, y que en bastantes casos pueden ser del detonante de un interés que, posteriormente, se puede profundizar. Dicho de otra manera, nos divierten, nos hacen pasar un buen rato y, además, nos ponen en contacto con algo tan interesante como la historia. ¿Cómo podría no pensar que este juego es una joya?

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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