Bungie Studio también en la picota

Aunque actualmente gran parte de los focos apuntan claramente a Activision Blizzard, hoy hemos confirmado que en Bungie Studios la situación también dista mucho de ser buena. Ya se produjeron recientemente denuncias sobre cultura laboral tóxica en la compañía, y hoy la que hasta ahora era la directora de recursos humanos de la compañía, Gayle d’Hondt, ha presentado su dimisión de su cargo, al tiempo que ha confirmado que también se han dado casos de acoso en la compañía.

Según podemos leer en The Verge, en las acusaciones de la semana pasada, en las que se mencionaron varios incidentes que apuntaban a la figura de los gerentes (al menos parte de ellos) de la compañía, supuestos comités dedicados a la diversidad y a la inclusión que en realidad en el mejor de los casos no hacían nada (en el peor actuaban en contra de las personas a las que supuestamente representaban) y bastantes casos de acoso a las empleadas de las compañía, también se acusó al departamento de recursos humanos de Bungie de haber actuado para proteger a los empleados acusados de las malas actuaciones.

Gayle d’Hondt habría renunciado a su puesto en Bungie a través de un correo electrónico, en el que además de asumir su parte de responsabilidad como responsable de recursos humanos, también hace una revelación sorprendente, al afirmar que ella misma también ha experimentado «conflictos interpersonales profundamente desafiantes» en relación con «un hombre, un ejecutivo y alguien que pensaba que era amigo mío en Bungie, lo que hizo que el propio estudio lo despidiera«. En este caso, al menos, parece que la compañía actuó adecuadamente, despidiendo al acosador.

El problema es que no lo habría hecho en otras tantas ocasiones, y que al menos parte de los gerentes llevarían tiempo promoviendo una cultura tóxica y del acoso en la compañía, además de haber dado pie a casos de crunching, otra de esas actitudes que cada vez resulta más evidente que son una constante en la industria del videojuego. El problema, claro, que en esas circunstancias, los departamentos que deberían dedicarse a evitar que esto ocurra, en no pocos casos actúan como cómplices, permitiendo de este modo que los responsables de este tipo de actuaciones actúen con impunidad.

Cada día está más y más claro que hay un problema endémico en este sector. Es algo que parece venir desde bastante atrás, y que por lo tanto se ha normalizado en la industria. Sin embargo, que algo sea tremendamente común no significa que sea normal, y menos aún que deba permitirse y mantenerse. Ahora es Bungie, durante el último año Activision Blizzard, el año pasado Ubisoft… ha llegado el momento de que esto cambie, y mejor si es antes de que tengan que actuar las instituciones públicas, como ha ocurrido en California.

Sin embargo, viendo como ejecutivos como Bobby Kotick se aferran a sus cargos, aún habiendo sido conscientes de lo que ocurría en sus compañías, e incluso en algunos casos habiéndolo permitido. No estoy comparando el caso de Activision con el de Bungie, pues de momento sabemos mucho menos de este último, pero lo que hemos sabido de momento no pinta nada bien. Esperemos que, al menos en este caso, sí que se tomen medidas que acaben con esta situación de inmediato.