Los precios de las tarjetas gráficas no tienen intención de bajar a pesar de la mejora de disponibilidad

Los precios de las tarjetas gráficas dedicadas siguen disparados muy por encima del coste fijado por los fabricantes y no parece haber manera de revertir la situación. El último informe de situación publicado por 3DCenter utilizando datos de minoristas europeos muestran una realidad preocupante.

El pasado verano hubo indicios positivos que sugerían que los precios de las tarjetas gráficas bajarían gradualmente después de la caída desde los demenciales máximos del mes de mayo. Sin embargo, como habrás podido sufrir en tus carnes, la necesaria caída no se ha visto reflejado en el segundo semestre. Solo así se puede entender que una gráfica como la NVIDIA GTX 1650 con más de tres años de antiguedad sea la más vendida.

El informe de 3DCenter se ha preparado utilizando los datos de grandes minoristas como Mindfactory, Caseking, Computeruniverse y otros. Se ha realizado para el mercado alemán, pero la situación se puede extrapolar a otros países como España o regiones, porque ocurre lo mismo en Asia o América.

El medio ha utilizado los datos de venta de las principales series de dedicadas de la industria, las GeForce 3000 de NVIDIA y las Radeon RX 6000 (RDNA 2) de AMD. Los precios de estas tarjetas están por encima del recomendado por el fabricante en el lanzamiento (MSRP) en un +89% y un +85% respectivamente. Y eso en promedio, porque algunos modelos multiplican por más de dos el oficial del lanzamiento.

El gráfico refleja otra tendencia preocupante. Durante el cuarto trimestre de 2021, desde octubre a principios de diciembre, hubo un momento de gran mejora en la disponibilidad de las tarjetas. Sin embargo, los precios, en lugar de caer, en realidad subieron, lo que indica que el final de la escasez de chips (que no se espera hasta 2023) puede no traer el esperado descenso de precios.

Esta situación pone en peligro la recuperación del mercado del PC observado en 2020 cuando la necesidad de nueva infraestructura logró aumentar ventas después de una década de caídas y deja en el limbo el importante segmento de juegos en PC. Sin tarjetas gráficas dedicadas a precio razonable no hay quien juegue.

La reentrada de Intel en dedicadas después de 20 años debería ser un soplo de aire fresco, una alternativa al duopolio de AMD y NVIDIA y al gran dominio de éste, aunque desconocemos los precios finales de las Arc Alchemist, su nivel de rendimiento y especialmente si Intel podrá aportar disponibilidad de suficientes unidades como para que aumente el inventario y bajen los precios. La falta de chips, los insaciables criptomineros y la vergonzante especulación tiene ahogados a millones de usuarios que seguramente necesitan actualizar sus equipos. Veremos en 2022.